Capítulo XI

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<Ya se le pasará>, <Pronto vendrá y te pedirá disculpas>, <Lo conozco muy bien, es normal en él>, eran las palabras que repetía Oliver mientras le daba palmadas a Hermione en la espalda cuando estaban en la Sala Común, Hermione se recostó en un sillón pequeño y cerró los ojos por unos segundos, los volvió a abrir y ahí estaba Oliver sentado, observándola, junto a el estaban Ron y Lavender, junto a Harry y Ginny, Harry la veía con odio y Ginny le sobaba a su novio la rodilla en modo tranquilizador, todo estaba completamente normal, excepto por un pequeño detalle, una persona que no encajaba con los leones, una túnica de otro color, un apellido que ni en sueños estaría en Gryffindor, un chico alto, rubio y de ojos grises que hacían que Hermione se perdiera en su mirada, aunque lo negara, era nada más y nada menos que Draco Malfoy.

Hermione se levantó lentamente para que nadie se sorprendiera por su reacción al ver al rubio, pasó junto a Oliver y los demás haciéndoles una pequeña sonrisa, se paró frente a Draco, pero sus ojos estaban vacíos, veían la chimenea pero no se movían, no parpadeaba, nadie se movía, ni siquiera la mano de Ginny, que cualquiera hubiera pensado que estaba en movimiento, ni los árboles de afuera, ni las llamas que estaban junto a la alfombra, vio de reojo a las escaleras para ver si no venía alguien, pero estaban desiertas, no podía ser tan tarde para que alguien no estuviera haciendo tareas o charlando junto al fuego, si le estaban jugando una broma, realmente era muy pesada.

-Draco -dijo Hermione mientas lo tomaba de la mano, nada-. Draco, ¿estás ahí?

-No-dijo Draco mientras carraspeaba y empezaba a parpadear-No existo, no existimos-dijo mientras fijaba la mirada en los cinco Gryffindors.

-Nos mentiste, Hermione-dijo Ron mientras tomaba con fuerza la mano de Lavender.

-¿Creías que tu jueguito no se derrumbaría?-dijo Lavender mientras sonreía malévolamente.

-No les dijiste las cosas como eran.-dijo Draco mientras veía a Ginny.

-Yo... Es que, no quería...

-¿No querías qué? ¿Decirnos la verdad? ¿Crees que somos estúpidos? Alguien como Malfoy, fijarse en ti, ni aunque le dijeran a el que matarían a todos los demás Sangre Sucias. Te odia.-dijo Harry usando las palabras "Sangre Sucia" con tanta normalidad que no lo reconoció.

-Escucha, pensé...

-Pensaste.-dijo Harry interrumpiéndola- Pensaste que con ir y decirnos unas palabras nos convencerías.

-¿Un mago tan lindo y rico se fijaría en una Sangre Sucia como tú?-dijo Lavender riendo, a pesar del comentario sobre Draco, Ron no hizo nada más que reír junto con los demás.- No vales nada.

-Nada-repitió Harry, Hermione estaba al borde de las lágrimas, pero había alguien ahí que no la trataría así; Oliver.-

-Oliver...-dijo ella mientras veía al Castaña reír también- Tú no eres así, eres diferente...

-Admítelo Hermione, si no te hubieran mandado la carta, ni siquiera sabrías de Hogwarts, se dice que eres muy buena bruja a pesar de que tus padres son... son, unos sucios muggles.

-Oliver, ¡NO!-dijo Hermione llorando sin control, Draco se acercó a ellos y repetían palabras, que trató de ignorar tapándose los oídos, tales como , , , todo era tan extraño, poco a poco todos se acercaban más a ella, haciendo que se pegara a la pared, de modo que se acercaban ella gritaba y resbalaba por la pared hasta estar sentada en el piso- ¡CALLENSE! ¡USTEDES NO SON ASÍ! ¡SON MIS AMIGOS!-pero era en vano, ya estaban frente a ella, sentía que en ese preciso momento cualquiera de ellos pudiera sacar su varita, gritar unas simples palabras y deshacerse de ella, todo eso pasó, todos tenían las varitas afuera- ¡NO! ¡NO! ¡NOOO!

-¡Hermione, despierta!-gritó Oliver que la tenía entre sus brazos-

-¡Oliver!-dijo Hermione mientras se aferraba a sus brazos como si los necesitara para vivir-

-¿Estas bien? Estas sudando demasiado y gritabas como loca muchas cosas... Raras-dijo Oliver tratando de no mencionar las palabras que decía mientras dormía-

-Estoy bien, fue un mal sueño.-Hermione observó la ventana y no vio absolutamente nada, debían ser alrededor de las doce o la una- Merlín Oliver, ¿Qué hora es? Deberías estar durmiendo.

-Hace un rato sonaron las campanas de las doce, pero me preocupaba que lloraras y gritaras, así que me quede aquí...

-¡Por Merlín! No tenías que preocuparte, en serio, solo con que...

-No es nada, das ternura mientras duermes-dijo Oliver con una sonrisa, lo cual hizo que Hermione se ruborizara- Pareces una bebe

-Eres un idiota, Oliver.-dijo mientras lo abrazaba otra vez, mientras el corazón de Oliver palpitaba más rápido.

-Soy tu hermana, debe ser de familia-dijo mientras se separaba de ella y la veía a los ojos.

-¡Oye! Soy a primera de la clase, no soy tan idiota-dijo en tono orgulloso mientras reía, Oliver rió también-

-Tu risa es contagiosa... Y... muy... linda.-dijo Oliver con nerviosismo.

-Gracias Oliver-Hermione no sabía que decir para devolverle el cumplido-Mmmm, bueno, tu sonrisa no se queda tan atrás.

-Por Merlín, ¿dices que tengo una linda sonrisa después de recibir tantos golpes con Bludgers y Quaffles?-Oliver no rió con su comentario pero si sonrió.

-Pues... Es muy bonita, aunque las Bludgers y las Quaffles te dañaron el cerebro.

-Pero tú eres más linda...-Oliver estaba demasiado cerca a Hermione y ella se puso nerviosa, ¿Su "hermana" iba a besarla?. Qué diablos, tal vez nadie se enteraría, de todas formas pasó un año entero intentándolo y no pasó nada, era una oportunidad única, no había vuelta atrás, ambos querían un beso de esa persona sin importar la edad, ni que uno de ellos estuviera "saliendo" con alguien- Como tus lab...

Ese comentario fue tan fugaz que apenas alcanzó a terminar la última palabra, Oliver y Hermione se estaban besando sin importar que alguien entrara a la Sala Común, aunque era tarde para que alguien entrara, sin importar que él era tres años mayor, que ella tenía un supuesto novio, que aun así la celaba. Fue un momento perfecto, todos los sentimientos de Hermione se resumieron a un beso, un beso tan esperado, miedo, tristeza, felicidad, nervios... y amor, ante todo amor.

Lamentablemente el beso fue interrumpido por el mismo que lo empezó: Oliver, estúpido y hermoso Oliver, era inevitable odiarlo y amarlo a la vez, después de tanto tiempo esperando ese momento, terminó tan rápido como empezó.

-Hermione, lo siento, yo, lo siento.-dijo Oliver separándose de ella y levantándose rápidamente hasta llegar a la escalera-

-¡Espera!-dijo Hermione-

-Yo...

-Quédate, solo fue un impulso y estoy tan segura como tú que no cambiara nada.-dijo ella mientras se levantaba y lo veía.

-Escucha, no quiero que pasa nada más, no quiero lastimarte, tal vez me gustaría darte otro beso, pero no debería, no es correcto.

-Hazlo y olvídalo.-dijo Hermione parándose frente a él, ¿Qué estaba pensando? ¿Se le estaba ofreciendo? ¡NO!, ella no era así, solo quería tener cerca de ella algo que quería desde hace dos años y al fin lo tenía, tan cerca, tan lindo, tan estúpido... Tan Oliver.

-Lo haré con una condición-dijo el tomándola por la cintura.

-¿A sí? ¿Cuál?

-Que sientas lo que sentías hace dos años cuando estaba cerca de ti-dijo Oliver, eso no era real, debía ser otro sueño, esperen ¿Un sueño dentro de una pesadilla? ¿O era real?

-Siempre.- dijo Hermione asintiendo- ¿Esto es real?-

-Tan real como tú y yo-dijo Oliver acercándose a su cara y viéndola fijamente a los ojos.

A un Paso del Amor -EDITANDO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora