Después de comprar algunos aperitivos para la parrilla, llego a casa y lo primero que veo al abrir la puerta es a mi hermano Justin con un ramo de flores en mano.
—¡Al fin! —dejo mis cosas a un lado y corro a sus brazos. Él me recibe riendo y levantándome del suelo.
—Hola pequeña —besa repetidas veces mi mejilla y luego yo lo imito—. Estas más liviana ¿estás dejando de comer? —pregunta en tono reprobatorio.
—Ese tono lo dejas para los delincuentes de la ciudad —bromeo y me baja de sus brazos, mi hermano es policía.
—Voy a arrestarte si me entero que estas dejando de comer —le saco la lengua y dejo las flores en un jarrón lleno de agua.
—¿Mis papás? —pregunto a la vez que me ayuda a sacar las cosas de las bolsas de compras.
—Estan afuera preparando todo, Aron dijo que iría por unas botellas de vino para ustedes y cervezas para nosotros —le sonrío y de la mano me acompaña al jardín.
—Hola mamá —beso a mi madre y ella me abraza—, hola papá —lo beso más que a mamá pues llevaba semanas sin verlo.
—Hola cariño —besa mi frente como de costumbre y sonrío—, ¿cómo está mi abogada favorita?
—Muy bien —sonrío—, ¿cómo está mi empresario favorito?
—Lleno hasta el culo de reuniones pero bien cariño.
—Eso no es algo nuevo. —Reímos y minutos después tocan el timbre, mi hermano abre mientras ayudo a mi mamá a empezar a montar todo en la parrilla cuando escucho a mis amigas Julieta y Ema entrar.
Las saludo sin tardar y luego se acercan a saludar a mis padres.
—Tes ves muy bien Ema —le sonrío y Julieta me guiña un ojo.
—Todo ha sido plan de Julieta —Ema se sonroja un poco.
—Funcionará —Julieta mira a su alrededor—, ¿dónde está Aron?
—Comprando vino, ya debe estar por venir —se lleva un pedazo de queso a la boca—. ¿Y Samuel? Me dijiste que también vendría.
—Sí, dijo que llegaría en diez minutos, tuvo una reunión de último minuto pero ya debe estar por salir.
Asiento y seguimos charlando mientras ayudamos a mi madre.
—El señor Noah se ve muy bien Andre, ¿tiene una nueva mujer? —Me susurra Julieta y yo subo mis hombros.
—No tengo idea amiga, sabes que mi padre siempre ha sido un galán. Esos ojos grises enamoran a cualquiera.
—Ya lo creo, esos mismos ojos que heredaste tienen loco a nuestro jefe ¿no te parece?
Sonrío, siempre queriendo saber más.
—No nos contaste más nada Andre —sigue Ema revolviendo algunas salsas.
—¿Qué quieren que les diga? He tenido más actividad física que cuando inicié el gimnasio.
—¡Esa es mi amiga! —Julieta golpea suave mi hombro y Ema y yo reímos.
—¿No han discutido más? —pregunta ahora Ema.
—Tuvimos una discusión por ser tan mandón.
—Es el jefe —dicen ambas al unísono.
—Sí, pero no puede mandarme también fuera del bufete. —Ambas asienten dándome la razón.
—Continúa...
ESTÁS LEYENDO
Como dice el Jefe
RomanceDavid Novikov. Ruso. Volará de su país para hacerse cargo del bufete de abogados de su padre. Justo. Controlador impulsivo. Sentimientos no entra en su vocabulario, dice que es para débiles. Tres reglas: Ser puntual. Nunca interrumpirlo. No hacer pr...