Cierra la puerta y me quedo de pie con los brazos cruzados. Bufa y se arranca la corbata para luego mirarme con las manos en la cintura.
—Antes de que pienses en... —le propino una cachetada y su mandíbula se endurece, dejando su vista ahora en el suelo.
—¡¿En qué coño estabas pensando?!
—Sé que piensas que es una locura...
—¡No solo lo pienso David, lo creo!
—Dijiste que querías hijos...
—¡Pero no ahora joder! —estallo y camino de un lado a otro mientras que él me sigue con la mirada.
—Pero no quiere decir que estés embarazada ahora... ¿Te hiciste una prueba?
—¡Una semana de retraso! ¿Los vómitos y mareos en dónde los dejas? —se queda callado—. Eres demasiado egoísta.
—Andrea...
—¡Siempre tomas decisiones sin medir consecuencias David!
—¡No sabía que sucedería tan rápido! —dice en tono alto y dejo de mirarlo—. Decía que podía tardar como mínimo tres meses...
—¡Vaya! Hasta te tomaste el tiempo de leer sobre el tema.
—Estabas tomando una ducha y la alarma de tu cita para la inyección empezó a sonar y...
—Y lo mejor que se te ocurrió fue descontinuarla ¿no?
—En el momento sí.
—¿Ni siquiera te paso por la mente lo que yo quería?
—Andre...
—¿Tienes idea de lo que lograste? —mis mejillas se encuentran húmedas.
—Mi amor...
—No me toques —digo cuando intenta cogerme del rostro.
—Lo siento... Me dejé llevar porque... Es lo que quiero contigo y...
—¿Por eso esas preguntas? ¿Por eso mencionaste bebés? ¿Crees que me casaré contigo por llevar un bebé tuyo en mi vientre?
—No lo digas así...
—Pues te equivocas.
—Andrea...
—No voy a casarme.
—No lo hice por eso.
—Te fuiste a la mierda con esto David. —camino hacia la puerta.
—Andrea... ¿A dónde vas?
—No quiero verte ahora.
—No te vayas...
—Sueltame.
—No, no, no, no, escuchame, nena, por favor —me hace girar y quedo recostada contra la puerta—. Sí, me apresuré, fue un impulso estúpido —me toma de las mejillas y junta su rostro con el mío.
—Sueltame....
—Pero estoy aquí, estoy contigo mi amor y estas asustada, lo sé, pero yo voy a cuidarte...
—No sé nada de bebés.
—Yo tampoco. Pero aprenderemos nena y estaremos juntos en esto.
—Quiero estar sola.
—Nena...
—Quiero estar sola David. —Salgo y cojo mi bolso junto a las llaves del ferrari.
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Como dice el Jefe
RomanceDavid Novikov. Ruso. Volará de su país para hacerse cargo del bufete de abogados de su padre. Justo. Controlador impulsivo. Sentimientos no entra en su vocabulario, dice que es para débiles. Tres reglas: Ser puntual. Nunca interrumpirlo. No hacer pr...