Capítulo 33

397K 17.4K 16.3K
                                    

Sonrío cuando David me sostiene por las mejillas y me besa, ya he perdido la cuenta de cuántos besos de despedida me ha dado. Las chicas acomodan sus cosas en el auto de Rob y luego empiezan a subir al mío.

—Mi amor —beso—, solo será un fin de semana...

—Atiende el celular cuando te llame Andrea.

—No lo hagas tanto...

—Avisame siempre cuando vuelvan al hotel...

—Rob te mantendrá al tanto también, solo buscas excusas para llamarme... —Me besa de nuevo cuando sabe que tengo razón y sonrío sobre su boca.

—Maneja con cuidado.

—No me estoy llevando el ferrari, puedes relajarte.

—Jamás me relajo contigo al volante —pongo los ojos en blanco y me muerde suave el labio inferior—. Te quiero muchísimo, hermosa —sonrío derretida y lo abrazo llenándome de su perfume.

—Te quiero mi amor —lo escucho reír y me ayuda a subir al auto.

—Diviertanse —insiste David mirándonos a todas. Mis amigas lo despiden y él me mira de nuevo—. Adiós nena —besa mi frente y cuando se aleja empiezo a conducir.

—Ese ruso esta muerto por ti Andrea —Kare me empuja un poco y sonrío.

—Si Julieta no es la próxima en casarse estoy segura de que serás tú cariño —dice ahora Ema y niego con la cabeza riendo mirándola por el retrovisor.

—Sabes que eso de matrimonio no va conmigo.

—¡Conmigo menos! —sigue Julieta.

—A mí me parece algo hermoso —responde Ema y Kare asiente.

—Ustedes son unas románticas de novela, Andre y yo no.

—Es verdad —apoyo a Julieta—. Aunque puedo apoyar que es algo hermoso pero desde mi punto se vista, no lo veo esencial, no muero por casarme, no lo veo necesario.

—Exactamente.

—Bueno pero Samuel en cualquier momento querrá formalizarse —suelta Ema—, ¿y qué me dices tú Andrea? ¿Crees que ese hombre andará contigo de por vida sin casarse?

—Si de verdad me quiere deberá aceptarme sin anillo —le respondo como si nada.

—Concuerdo con Andre, además, Samuel no me ha tocado el tema que digamos —todas me miran para esperar alguna respuesta igual de mi parte.

—¿Andre? —insiste Kare.

—Bueno, solo me ha dicho que me hará cambiar de opinión...

—¡Aaaaaahhhhh! —gritan todas y yo niego con la cabeza riendo.

—¡Boda a la vista! —grita Kare.

—¡Y no es la mía! —responde Julieta y todas volvemos a reír.

—Estan locas —digo a la vez que tocamos plena carretera—. No voy a casarme chicas, no lo haré.

—Esta bien, Andrea Novikova —susurra Ema y todas ríen.

—Ok, hora de música por favor —digo entre risas para callar a estas mujeres, y enciendo la radio.

¡Por Dios! El hotel esta increíble. Tenemos una suite con piscina privada, y por si fuera poco al seguir un sendero llegamos a la deliciosa playa. Un sol cálido esta puesto justo ahora y lo primero que hacemos es pedir comida que disfrutamos en la mesa con sombrilla junto a la piscina.
Todas hablan con sus hombres para avisar que ya llegaron y por supuesto, yo no quedo afuera del combo.

Como dice el JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora