–Báñate princesa, iremos al mall, necesitas nueva ropa para lo que se aproxima. –Robert me dice arreglándose la camisa.
Siendo la necesidad de preguntar y por primera vez instalar una conversación con el.
–Y que es lo que se aproxima?
–No me gusta hablarte de estos tema, eres demasiado joven pero algún día tendrás que saberlo, serás mi esposa algún día. –Me quedó mirándole pero no digo nada– Tengo una reunión con el personal.
–¿Personal?– tengo demasiada curiosidad
–Tu me entiendes, reunión con las mulas de mi negocio.
–Porque lo haces? hay muchas maneras limpias de ganarse la vida.
–Pero de este ganó más dinero, no te imaginas cuánto tengo en mi cuenta de banco. Todo eso será tuyo mi amor si te portas bien. –Me da un asqueroso beso en los labios– Ahora cámbiate, en 20 minutos nos vamos.
Maldita sea, no tengo otra opción, tengo que bañarme e irme con el.
Luego de bañarme salí a la sala a comer algo y me encuentro con mi mamá y Robert besándose.
Que asco!!!
Se percataron de que yo estaba hay parada y se detuvieron .
–Vámonos. –me dijo y me tomo del brazo.
–Yo quiero ir, hace mucho que no compras nada para mí– dice mamá con voz de niña de 15 mimada.
Nos subimos al carro los tres y luego vi como Robert conducía hacia una dirección no reconocible para mi.
Llegamos a una plaza nueva al parecer, ya que nunca la había visto.
Entramos y Robert me dijo– Puedes comprar lo que te plazca.
Mamá me tomo por un brazo y me dijo al oído –Todo lo que yo quiera lo compras ¿ok?
Mamá estaba como una completa niña, pareciera que nunca había ido a una tienda.
De tanta ropa que había no sabía cuál elegir, pues tenía que aunque sea comprar algo para la supuesta reunión que tenía que asistir obligado.
Encontré un vestido muy hermoso, la cual nunca había visto nada igual. Me gustó mucho, era azul, largo y tenía la forma de sirena, ajustado al cuerpo y una cola algo larga y con brillos en su escote.
Era bastante caro para mi, sería la ropa más cara que usare en mi vida.
Robert se acercó por detrás de mí y me dijo– Te gusta? Tómalo es todo tuyo.
En ese momento no me bloquee, pensé en mi graduación y como me vería yo con ese vestido.
Robert llamó a una de las chicas que trabajaban allí y le dijo –Facture, me lo llevo .
Juntos fueron a la caja y vi como saco una pila de dinero de su cartera, en minutos el vestido era mío.
Saliendo de la tienda me encuentro nada más y nada menos que con Vladimir.
No en estos momentos, por favor.
–Alison, tanto tiempo sin verte ¿cómo estás? –Vladimir me da un abrazo súper amistoso y yo muy de pocos amigos.
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Muñecas De Porcelana
Teen FictionAlisson Núñez y Michelle Hernández. Alisson, tan fría como el hielo, hundida entre el dolor y las ganas de querer acabar con la vida tan oscura que lleva. Michelle, una mujer hermosa, deseada por muchos hombres, tiene una vida "perfecta", pero cuan...