Me quedé fijamente mirando su rostro, sus ojos reflejaban destellos de felicidad, su sonrisa se hacía cada vez más amplia, pero mi corazón se hundía más en mi pecho, trataba de buscar una respuesta en mi cerebro o en mi corazón aunque sabía que no la encontraría. No puedo encontrar una respuesta a algo que todavía no es pregunta.
Arena se está acercando a mi junto a su padre en la silla de ruedas.
- Gracias miles de gracias! Quedó mejor de lo esperado. - Dice Arena
- Un gusto soy Sergio, gracias por todo lo que haz hecho por mi hija y por mi. No se como te pagaré todo esto pero te pagaré.
Me quedé callada durante unos segundos y las lágrimas se escaparon de mis ojos.
- No tienes que pagarme. No me debes nada. - Dije
- Gracias enserio ¿Alison cierto?
- Si, Alison Núñez. - Dije - ¿Puedo hablar a solas con usted señor Sergio?
- Claro que si, pero si prometes llamarme sólo Sergio.
Fuimos a un rincón de la casa en donde la música no abunda.
- Se que usted tal vez no entenderá a que viene la pregunta pero, ¿Usted tiene más familia en este país?
- Tienes razón, no se a que vino esa pregunta pero la contestaré. Solía tener una familia, pero mi vida cambio. De repente un día desperté en otro lugar, no conocía nada. Horas después me encontraba en la cárcel, por un delito que no cometí. Y lo peor es que no he encontrado a mi familia, llegue aquí con un propósito, y aún no lo he logrado.
- Su historia es muy parecida a la mía señor Sergio. Tal vez sea la misma.
- ¿Que tratas de decirme? No logró entenderte.
- Tal vez buscas a Alison y a Víctor, tus hijos.
Sus ojos se abrieron en forma de asombro. Quedo en shock por varios segundos. Me miraba con tanta confusión y se que buscaba las palabras en su mente, para responder y no las encontraba. Hasta que abrió su boca y dijo:
- ¿Cómo sabes de ellos? - pregunto con su voz deteriorada.
En ese momento no supe si decirle la verdad, o bueno lo que yo creo que es la verdad. No quiero abrumarlo, salió del hospital hace algunas horas, no quiero traerle complicaciones.
Después de pensar una respuesta "coherente" le dije:
- Los conocí, hace muchos años. Y me contaron su historia. Por eso no me negué a ayudarlos, a usted y a Arena. Yo pude sentir el dolor que sus hijos sentían, o tal vez sienten por pensar que usted los había abandonado.
- ¿Sabes donde están? Necesito encontrarlos, por favor. Tengo que contarle a mis hijos lo que pasó, nunca quise abandonarlos. Jamás pensé que me los iban a arrancar de mis manos.
- No se donde están, los conocí hace muchos años cuando apenas eran unos niños. Luego me fui del país y volví hace algunos meses, los he buscado pero ya no viven en el mismo lugar.
- ¿Conociste a su madre? - pregunto el
- Alison llegó a hablarme de ella, fue una mujer que le causó mucho dolor a sus hijos.
- No sólo a ellos, también a mi. Ella fue quien me metió a la cárcel, dure tres años por droga. Allí conocí a la madre de Arena, ella era una guardia de la cárcel. Nos enamoramos y al pagar mi "condena" nos casamos. Ella me ayudó mucho a buscarlos, pago un detective pero nunca encontramos ni una sola pista, fue como si la tierra se los hubiese tragado. Así que decidí irme a España, a reunir mucho dinero para volver y encontrarlos. Cuando la madre de arena murio, senti que no iba a poder, pues que le queda a un señor enfermo con una bebe de meses. Luego me levante y continue trabajando, crie a mi hija, solo como pude, pasamos por muchas calamidades pero aqui estamos. Arena no sabe pero tengo unos ahorros, mañana empieza mi búsqueda, encontré a mis dos hijos, cueste lo que me cueste.
ESTÁS LEYENDO
Muñecas De Porcelana
Teen FictionAlisson Núñez y Michelle Hernández. Alisson, tan fría como el hielo, hundida entre el dolor y las ganas de querer acabar con la vida tan oscura que lleva. Michelle, una mujer hermosa, deseada por muchos hombres, tiene una vida "perfecta", pero cuan...