Capitulo 26

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POV ALISON

Ya han pasado tres semanas desde aquel terrible accidente, desperté del coma hace cuatro días del coma, no he visto a mi hija, no sé si está bien, no sé nada. Siquiera han dejado que mi familia me vea frente a frente solo desde una ventanilla.

La verdad nunca me imagine que mi hija vendría en un momento tan horrible como este, yo nunca debí subirme a esa moto, no se que ocurrió, perdí el control, lo único que recuerdo son los gritos de Cristal, la pobrecita hasta al agua se lanzó para poder sacarme. Sin ella yo no estaría viva en este momento. Las puertas de la habitación se abren, es el doctor González.

—Señorita Alison ¿Como le ha tratado el día?

—Estoy bien, de hecho pude comerme la sopa del desayuno y no vomité.

—Es un proceso, pero vas bien. ¿Sabes? te tengo noticias!

—Hay Doctor dígame que veré a mi bebé, mire que tengo una preocupación, nadie me ha dicho si está bien o no, solo se que está viva.

—Tranquila Alison, hoy mismo se van las dos a casa, tú pequeña estaba en la incubadora durante estos días, sabes que fue un parto de alto riesgo, tu hija es un milagro.

—Dios mío gracias! No se imagina cuánto anhelo poder verla, poder tocar sus manitas. Estoy ansiosa.

—Si de algo te sirve, te digo que es hermosa, tienes sus ojos azules.

—¿Ojos azules? —Pregunté

—Si, la genética no falla. Salió a su padre tal vez.

Si supiera, que su padre es un animal, un ser que no merece la vida.

No, mi madre los tiene del mismo color—Mentí—Tal vez fue por ella.

—Bueno Alison, unas enfermeras vienen a trasladarte a otra sala, tu familia irá a ayudarte a duchar, cambiar, cualquier cosa que necesites para que te puedas ir a casa, la bebe va en unos minutos.

Salió de la sala y justamente unos minutos después llegaron las enfermeras. Me sentaron en una silla de ruedas y me llevaron a otra habitación.

—Mi vida! —Grita Michelle al verme. —Estás bien, estás bien!

—Amor! Si, si estoy bien. —Nos damos un beso.

—Me alegra que ya te puedas ir a casa. —dice

—¿Has podido ver a la niña? —yo le pregunté

—¿A Luz Divina? Si, si la he visto, hasta la he cargado. Es preciosa!

—¿Luz Divina? No entiendo, ¿tú le pusiste así?

—Le decimos así porque es un milagro. Luz: porque siempre existe una luz al final del túnel. Divina: porque el divino niño obró en ustedes dos. Pero tranquila que si no te gusta tienes todo el derecho de cambiarle el nombre. Eres su madre.

—No amor, me encanta, gracias. Es un bonito nombre y muy significativo. —Le respondo

—¿Enserio te gusta cariño?

—Si Michelle, que digo me gusta, me encanta, muchas gracias. Oye ¿y mi hermano, Cristal, y el bebé?

—Hay Ali, es que si te cuento. —me dice

—¿Ocurre algo? —le pregunté

—Cristal se fue de la casa, Victor ha estado todo deprimido todos estos días, con decirte que hasta dejo el trabajo.

—No entiendo. ¿Se fue por unos días o sé separaron?

—Separación Ali, Cristal sospecha que Victor y tu amiga Lili tuvieron algo. Por cierto ella ha estado aquí todos estos días, no se le ha despegado a Victor, mejor dicho solo le falta lanzarse literalmente hacia el.

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