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Capitulo 18: El Rey que perdió el Norte.
Unas cuantas millas antes de llegar a la tierra de los ríos, el ejercito de Robb se detuvo para descansar y mientras él debatía sobre tácticas de guerra con un par de lores que lo habían atrapado en su cabalgata junto a su esposa la Reina, Aurora se tomó la libertad de cabalgar al lugar donde tenían custodiada a Lady Catelyn; aunque sabía que ella iba a tratarla con desprecio y malas ganas, quería intentar ser buena después de todo... pues no estaba de acuerdo en como Robb la estaba tratando.
Cuando llegó, Lady Catelyn estaba sentada sobre una roca mientras con sus manos le daba forma a una especie de atrapa sueños, casi el mismo que Aurora la vio haciendo cuando Bran fue aventado por la ventana de la torre abandonada, un par de guardias la ayudaron a bajarse cuando escuchó la voz agria de Lady Catelyn.
—Su alteza
Pese a esto, Aurora se acercó a la mujer quitándose los guantes de las manos.
—¿Puedo ayudarla, lady Catelyn?
—No — repuso con dureza
—Lo siento, no debí-...
—No puedes ayudar porque una madre hace uno para proteger a sus hijos — Aurora se había girado para volver por donde había venido, pero cuando Catelyn Stark le dijo esto, volvió la cara lentamente hacia ella — Solamente una madre los puede hacer — le dijo levantando los ojos para enfrentar a su nuera.
Una madre... pensó Aurora. Eso le dolió en lo más hondo de su ser, pues ella sabía perfectamente que podría estar en cinta y las palabras de Lady Catelyn la hicieron sentir más angustiada de lo que ya se encontraba.
—¿Lo ha hecho antes? — aclaró su garganta y se sentó cerca de Catelyn Stark dejando pasar lo anterior.
—Dos veces — respondió la mujer con la mirada en el objeto que sus manos hacían
—¿Funcionó?
—Se podría decir... — respondió cortante — hice uno para rezar por mi hijo Bran que fue lanzado de una torre. Muchos años antes de eso a uno de los niños le agarró viruela. El maestre Luwin dijo que si pasaba la noche sobreviviría. Pero sería una noche muy larga. Así que me senté con él en la oscuridad — Catelyn Stark levantó la vista recordando aquel momento — escuchando su respirar desordenado, su tos, su lloriqueo...
