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Capitulo 13: Caminos Separados.
Robb se acercaba cada vez más al sur, y con el movimiento de su campamento de un lugar a otro, tenía que llevar consigo a su prisionero favorito, el matarreyes. Ahora que era proclamado como el Rey en el Norte, las cosas habían cambiado un poco para él y para Aurora, pues el Rey del Norte le había mencionado a su madre que ante él seguía en pie casarse con Aurora y aunque Lady Stark seguía sin estar de acuerdo, no decía nada en frente de su hijo o en frente de Aurora, se limitaba a saber que ella estaba al lado de Robb en cada paso que él daba.
Y Aurora, seguía a su prometido a todas partes, su amor había crecido en gran manera en las ultimas semanas, sin embargo, aunque deseaba odiar a Jaime por todo lo que había hecho, n podía. Ella seguía pensando que tal vez él en el fondo escondía a una persona honorable, tenía fe, de cierta manera, en que el Matarreyes se pudiera redimir a causa de su cautiverio.
De vez en cuando, cuando acompañaba a su doncella a dar un paseo, Aurora pasaba cerca de la celda donde estaba Jaime atado a un poste, él jamás la miraba, él jamás miraba a nadie en realidad, pues tenía la mirada fija e la tierra mojada y húmeda. Su corazón se partía en dos cuando lo veía temblar de frío, sumido en su propia mierda. Tras semanas de aguantarse a sí misma querer enfrenarlo, finalmente lo hizo.
En la madrugada, cuando todos dormían, Aurora salió de su tienda a hurtadillas, con la capucha de su capa cubriéndole el rostro y se aproximó a la celda, un guardia custodiaba la entrada, pero Aurora no tenío, Viento Gris iba a su lado acompañándola, ella acarició la cabeza del lobo enorme cuando llegó al guardia.
-Mi lady
-Necesito hablar con el prisionero
Jaime tenía los ojos cerrados y la cabeza inclinada, pero cuando escuchó esa voz, abrió los ojos de golpe y levantó la cabeza lentamente.
Aunque el guardia dudó, se alejó tras la orden de la que iba a ser su Reina en el futuro, Aurora acarició la cabeza peluda de Viento Gris y se inclinó hacia él.
-Espera aquí, no te alejes - Viento Gris abrió la boca y el humo por el frío salió de su boca.
Aurora abrió la puerta y se metió dentro de la celda de Jaime embarrando sus botas y los pliegues de su vestido celeste oscuro.