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Capitulo 31 | La mujer roja
En pocos días, Jon envió cuervos a las casas que todavía juraban lealtad a los Stark para pedir la unión de sus fuerzas en función de recuperar el norte de las manos de los Bolton, también viajó con Sansa a diferentes casas, donde se les aceptó la entrada y donde otras no. Robb entre tanto, se quedó en Castillo Negro en compañía de Fantasma y Edd las penas. A veces, Robb veía a Melissandre pasear por el patio del castillo, pero ella parecía deambular sin rumbo, como si estuviera planeando un escape o otras veces la veía de pie mirando por el puente que cruzaba el muro más allá.
Sabía que Melissandre lo miraba, y sabía que él de alguna forma huía de ella, no estaba aterrado por ella en lo absoluto, pero tenía miedo de lo que ella pudiera decirle, que jamás volvería a ver a su esposa e hijos. No cruzaron palabra alguna hasta ese día, donde Robb no había podido conciliar el sueño como otras tantas veces y se encontró con Melissandre mirando por el puente más allá del muro.
—Mi Lord — le dijo ella, Robb se detuvo con cautela — me evitas — acertó haciendo que Robb bajara el cabeza avergonzado
—Para nada
—Tienes miedo, Lord Stark — aseguró ella sin mirarlo — puedo sentirlo dentro de ti, el miedo que tienes de no volver a ver a tu familia, a tu esposa y a tu hijo.
Robb respiró pausadamente, meditando si dar un paso o no.
—Tú viste a mi hijo — Melissandre observó al Stark detenidamente y sonrió con cautela
—Está bien, si eso quieres saber... crece rápidamente
Robb convirtió sus manos en puños.
—¿Cómo puedes saberlo?
—El señor me permite ver más allá de estas murallas, he visto muchas cosas en las llamas...
—El señor de la luz... — meditó Robb acercándose a la baranda, el viento gélido azotó sus rizos rojizos que habían crecido considerablemente con el tiempo, pareciéndose a la una melena risada que llegaba hasta sus hombros — jamás había escuchado de ese dios.
—Es el único y verdadero dios — musitó Melissandre con cautela
—¿Él te muestra el futuro?
Melissandre sonrió y levantó una mano para ponerla sobre la mejilla de Robb.
—¿Quieres saber lo que veo, Robb Stark? — Robb asintió conmocionado — veo dos cosas diferentes, en un rincón veo una mujer muy hermosa, con un hermoso niño en sus brazos, la veo contigo y los veo felices. Y en el otro lado, veo Winterfell, te veo a ti... como el Lord, pero te veo solo, desesperanzado, oscuro... Dos realidades que lucho por entenderme.
Robb se alejó perturbado.
—Tal vez ves solo lo que quieres ver
Melissandre retiró la mano y miró en el centro del pecho de Robb.
—Muéstrame eso — le pidió refiriéndose al collar, Robb se llevó la mano al dije algo desconfiado, miró la mano de Melissandre frente a él — ese dije fue de los primeros hombres.
Robb juntó las cejas y se sacó el collar con cuidado, Melissandre lo tomó en sus manos y cerró los ojos como si se hubiera transportado a otro lugar, cuando los abrió miró a Robb consternada.
—La vi — declaró Melissandre meditando — ella tiene uno igual.
—Lo sé
Melissandre miró a Robb fijamente y le entregó el collar como si se hubiera asustado, giró sobre sus talones alejándose de Robb.
—Espera, ¡Melissandre! — gritó, corrió hacia ella deteniéndola del brazo — ¿Qué viste? ¿Está bien?
Pero Melissandre lo miró como si se hubiera quedado sin habla.
—Necesito estar a solas un momento — susurro, Robb la soltó, ella giró otra vez para irse.
—Por favor ayúdame — le suplicó Robb — necesito a mi esposa y a mi hijo, ayúdame a recuperarlos.
Melissandre se giró a ver a Robb con una expresión cautelosa.
—Ese collar tiene un poder que nunca antes había visto, sin duda te conecta con ella — ella meneó su cabeza — pero debo consultarlo con el señor de la luz, su poder trasciende cosas que deberían ser imposibles.
—¿Cómo cuales?
—Atravesar el tiempo y el espacio... no estoy segura, pero ese dije podría ser el único método de viajar entre los dos mundos que te separan de tu familia...
Ambos se miraron fijamente.
—¿Vas a ayudarme a volver con ella?
—Lo intentaré — le afirmó Melissandre.
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