Hueón, Me Encantai

XXII

Diego

No sé como mierda llegamos al hospital sin estar muertos conchetumare.

Flashback

—¡Diego está temblando!.— me desperté de un salto al escuchar a la Daniela decir eso.

—¡Qué!.— casi me cagué, me dan miedo los temblores. :(

—No está temblando ahueonáo. ¡A tu mamá se le rompió la bolsa!.

—¿Que bolsa?...— no cachaba una. —¡La bolsa!.— después me avispé.

Casi empujé a la Dani por lo desesperado que estaba.

—¡Hijo por favor anda a pedirle el auto a la vecina!.

—¿Estai bien? ¿Te duele? ¿En cuanto te sale el beibi?.

—¡Diego por la mierda!.

—Diego anda, yo me quedo aquí con tu mamá.— fui corriendo a la casa de al lado.

—Tranquila, respire.— fue lo último que escuché.

Salí de mi casa, llegué donde la vecina y comencé a tocar la puerta como mil veces.

—¡¿Que pasó?!.— gritó la María.

Una tipa de mi edad, linda, mi vecina y rica, las cosas como son.

Soy cien por ciento fiel a la Dani, ok.

¡Pero ese no es el punto!.

—Hola, ¿como estai? ¿Bien? Ah que bueno, yo bien también, gracias.

Hablo puras hueás.

—Eh ¿hola? ¿Que te pasó en la cara?.— dijo refregandose un ojo.

—Sorryporlahoraperomeprestaituautoporfa.

—Diego, modula. No entendí nada.

—Sorry por la hora. A mi mamá se le rompió la bolsa y necesitamos ir al hospital ¿préstame tu auto por favor?.

—Ah, si obvio. Toma.— juntó la puerta, volvió y me tiró las llaves.—¿Seguro que no quieres que maneje?.

—¿Tení licencia?.

—No.

—Yo tampoco así que es la misma hueá. Muchas gracias wachita.

—De nada y cuidado por fa. ¡Que todo salga bien!.— me dijo con una sonrisa.

Encendí el auto, lo llevé a la entrada de mi casa, entré, agarramos a mi mamá como pudimos y partimos.

—¡DIEGOOOOOOOO!.

—¡Tía tranquila, todo va a salir bien, usted puje no más!.

—¿Nunca haz estado en un parto?.— le pregunté a la Dani mientras manejaba.

—No.

—No se nota.

—¡Diego!.— frené de golpe cuando la Dani gritó.

Casi chocamos. C mamó.