—Diego... En el caso hipotético que la Dani se tuviera que quedar en algún lado y fueras tú su última opción ¿Serías tan amable como para recibirla?.— comenzó a decir.
—Obvio po, así hacemos cositas.— puso una cara sexy.
—¡Diego!.— lo reté.
—Ya, ya...— dijo riéndose. —¿A que viene la pregunta?.
—¿Le dai alojo si o no?.
—Si hueóna.
—Por que lo necesita.— me empujó hacia él.
—¡No, no lo necesito!.
—Sí.— me contradijo la Gabi.
—Diego, en serio que no lo necesito.
—¿Pero por qué, que pasó?.
—No le contí.— le tapé la boca a la hocicona.
—Ez por tu ben.— dijo debajo de mi mano. —¡Ya, sueltame!.— gritó y sacó mi mano. —LaDanisefuedesucasaynotienedondequedarse.
Eminem ¿Quien te conoce?.
—¡Gabriela!.
—¿En serio?.— la verdad me sorprende que haya entendido.
—Sí, pero no es necesario.— me apuré en decir.
—Si lo necesitas entra no más.— me dio el espacio para que pasara.
—No, no te preocupí.
—Mírame...— me dijo la Gabi con sus manos en mis mejillas. —Te fuiste de tu casa por que estabai súper mal, y ya te dije que no voy a aceptar que volvai ahí. Yo no te puedo recibir, menos el Lucas, el Diego es lo único que te queda.
—Gracias.— dijo sarcástico.
—De nada.
—Dani ven, cuentame que pasó, si querí algo pa comer, no sé po, en mi casa eres la princess.
—Ya, andate que también me tengo que ir. Chao, te amo y cuídate, cuídala.— nos dijo la Gabi y me abrazó. —Con condón cabros.— dijo achinando los ojos, con sus dos dedos en sus ojos y luego en nosotros.
—Chao, te amo.— dije desanimada.
—¿Que te pasó?.
—No quiero hablar de eso...— dije entrando a su casa.
—¿Te puedo hacer un cuestionario?.
—Depende...
—Depende de qué.
—De que preguntas me quieras hacer.— dije sentándome en el sillón.
—Vamos a tu futura pieza y te digo todas las hueás.
—Diego, en serio no te preocupes, yo duermo en el sillón no más.
—Yo voy a dormir en sillón, y tú no te preocupes, tu vas a dormir en mi pieza.
—Pero Diego...
—No se habla más del tema, es mi casa y tu eres como mi invitada, tienes que estar cómoda.
No sacaba nada con seguir debatiendo el tema, igual iba terminar súper regaloneada. Y me carga eso, me carga molestar a la gente con mis asuntos.
—Deja tus cosas ahí y ven.
—¿Me vas a secuestrar?.
—Quizás, pero no ahora.— me reí, me extendió su mano y yo se la tomé.

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Hueón, Me Encantai
Teen Fiction"El Diego no es de mi agrado, siempre me anda joteando pero yo estoy pololeando y él, eso no lo entiende. Después de los problemas que me causa con el Lucas ni cagando estoy con ese culiáo" Eso es lo que ella pensaba... Quien diría que el Diego serí...