Hueón, Me Encantai

XXXII

Daniela

—Te quiero decir algo.

—Dime.

No le quería decir de una por que sabía que algo iba a pasar, que se iba a amurrar o algo así.

—Ah, mi mamá vuelve mañana. Ya, ahora sí, dime.

—Mañana me voy de aquí.

—¿Que?.

—Eso po, que mañana termina mi estadía aquí.

—¿Pero donde te vai a ir?.— me dijo algo alterado.

—Después de la hueá del juicio yo hablé con la Julia, y ella me preguntó que cuando me iba a ir con ella y yo le dije que me quería quedar aquí unas semanas más, y después de esas semanas me iba con ella.

—¿Y no me dijiste antes?.

—Es que se me había olvidado.

—Daniela, como se te va a olvidar esa hueá.

—Diego que onda ¿porque te alterai?.

—Porque como vai a ser como tan hueóna de no decirme antes.

No me molestó que me haya dicho hueóna, me molestó que lo haya dicho enojado, con intención.

—Te pasai.— lo rodeé para ir a mi pieza y él me agarró la mano.

—Ay ya perdón.

—No, déjame.— me solté y seguí mi camino.

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Estaba echando mis hueás a mi mochila, todo lo mío en esa casa o bueno, todo lo que me cabía en la mochila que tengo como desde quinto básico gracias a la caja Los Andes lo eché ahí.

Estaba cagá de hambre pero no quería salir a la cocina para no toparme con el Diego.

Lamentable o afortunadamente mi hambre demoníaca ganó.

Agarré una manta, me enrolle en ella, me puse los audífonos con los que estaba escuchando música y salí de la pieza.

Para mi pinche mala suerte el Diego se estaba preparando un yogurt con cereal.

Agarré el cereal que me gusta a mí, lo eché en un posillo luego tomé el yogurt que acababa de guardar el Diego en el refri y lo eché, una cuchara y estaba dispuesta a irme hasta que el saco huea me sacó un audífono.

Lo ignoré y me lo puse, me lo volvió a sacar y yo como hueóna me lo puse otra vez.

No sé como era capaz de seguirme hasta la pieza y una que estaba más pajera que la mierda.

Me lo sacó y yo me enojé.

—¡Diego para tu hueá, estoy enojada contigo, no me hueí!.

—Pero ya po no te enojí. Si fue una hueá estúpida.— se puso en la puerta para que no pasara.

—Me molesto po.— se me cayeron los audífonos. :(

Comenzó a acercarse a mí y yo me alejé hasta que choqué con la pared, el pasillo es chico po.

Puso sus brazos al lado de mi cabeza apoyadas en la pared y me dio un beso pero no iba a arreglar la hueá así.