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Daniela

—¿Porque lo pensai?.

—Porque mi papá me dijo. Me gritó de que era mi mamá y que nunca se había preocupado por mí y yo le dije que tampoco se ha preocupado micho y ahí me mandó la cachetada.

—¿Cuando te fuiste de la casa ella estaba afuera, cierto?.

—Sí. Me dijo que ella me explicaría pero le dije que me dejara.

—Pero igual tení que escucharla po. ¿Que onda si tu papá hizo algo?.

—El otro día cuando salimos me dijo que cuando ella era más joven el mejor amigo de su pareja quería abusar de ella, la pareja los pilló y él se fue con la hija que en ese momento tenía seis y no supo más de ella... Según la Julia su hija se parece a mí...

—Y tu no veí a tu mamá desde los seis po... Sé que debe ser súper chocante ¡Pero todo calza!. Deberías hablar con ella, osea me refiero a escucharla por lo menos.

—Si sé, pero no ahora, no quiero, no puedo... ¿Gabi?.

—Dime.— me miró.

—Sé que me dijiste que no podía pero... ¿Me puedo quedar aquí?.

—Puta Dani...

—Si es un no, dime no más... Me voy debajo de un puente y era.— se rió.

—Deja que llegue mi mamá y le pregunto, va a llegar luego.

—Ya.

—Ven.— me dijo estirando los brazos para abrazarme.

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Cuando llegó la mamá de la Gabi, ellas dos se fueron a una pieza, de puro sapa me puse apegada a la puerta para escuchar.

—Mamá... Necesito pedirte algo...— le dijo mi amiga.

—¿Que paso, hija?.

—Se que me dijiste que no, pero... ¿La Dani se puede quedar aquí?

—Hija... Me encantaría recibirla pero sabes que no cabe aquí.

—Por favor...

—Gabriela ya te dije ya. No me hagas repetirlo.

Me hice la hueóna y me fui a sentar al sillón.

—¿Que te dijo?.

—Dijo que no... Pero vamos donde el Lucas... O el Diego.

—Con el Lucas terminamos...

—¡¿Que?!.

—El Lucas y yo ya no estamos pololiando. Terminé con él hoy día.

—¿Pero porqué?.— me preguntó preocupada mientras se sentaba a mi lado.

—Por que con la hueá de mi papá ya tengo muchos problemas y últimamente el Lucas hace sus pataletas culiás de inmaduro, entonces me ocasiona más problemas, aparte tampoco es una relación sana y estamos a cada rato peleando po.

—Si po... Pucha amiga penca igual po, duraron harto.

—Fue muy lindo mientras duró. Lo amo mucho pero no podía aguantar más hueás.

Solté varias lágrimas en los brazos de mi mejor amiga, ella me abrazaba. Me limpié y me paré.

—Me voy... Gracias por todo.

—¿Y donde te vai?.

—No sé po, a comprarme un pasaje pa Santiago y dormir en el mapocho quizá.

Hueón, Me EncantaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora