Hueón, Me Encantai

VIII

—Hola amor...— me dijo el Lucas abrazándome.

No podía sentirlo tan cerca si yo lo que quería era terminar con esto, lo amo calets pero en serio que me tiene chata esta hueá, por todo alega, por todo hace show de cabro chico, pataletas y no estoy como para aguantar cada una de las hueás que hace, no lo puedo perdonar a cada rato, las cosas no se arreglan con un "sorry".

Lo amo y sí, lo lógico es que debería aguantarlo pero con todos los problemas que tengo, no quiero traspasarle mis cosas malas ni que él me sume más cosas.

Y lo que más me duele de alejarme de él es que sé que no me buscará, lo conozco muy bien para saber eso.

Con el dolor de mi alma, me di vuelta, lo miré y sonreí.

—Lucas... Necesito hablar contigo.— me miró confundido.

No quería decirle eso para que no se asustara pero ¿Que otra cosa sería?.

—Hola cabros... Tomen asiento para empezar la clase por favor.

Me acerqué a su oreja.

—Pide permiso para ir al baño. Te espero en el patio.— le dije y fui donde la profe.

Lo bueno es que la vieja es simpática y demás deja al Lucas ir al baño.

Me senté en una banca a esperarlo, en ese momento sentía que mi estómago explotaría y que me saldría el cerebro por las orejas.

El Lucas llegó y se sentó a mi lado.

—¿Que pasó amor?.— no te pongai tierno ahora po conchetumare.

—Como empezar...

—Me estai asustando po ¿Pasó algo?. — asustate no más.

—Es que...— suspiré. —Últimamente haz estado muy raro, tipo te enojas por cualquier cosa, hací más pataletas de lo normal y por muy exagerada que creas que soy se podría decir que trataste de abusar de mí.— cuando dije lo último él estaba muy sorprendido.

—No sé que me pasa... Perdóname.

Y vamos con la hueá.

—De eso mismo quiero hablar... Cada vez que haces algo siempre me decí "sorry", "perdón" y ese tipo de cosas, y las hueás no se resuelven solo diciendo eso. No sabes cuanto te amo pero no creo poder seguir con esto.

—¿Estai terminando conmigo?.

Asentí con la mirada en el suelo, sentía como se iba formado el puto nudo en mi garganta y odiaba esa sensación.

—¿Por qué?.

—Por que no creo poder aguantar más tu inmadurez, yo ya tengo muchos problemas para que más encima tu me provoques más... Últimamente nuestra relación me hace más daño. Últimamente nada es lo mismo.

—Podemos hablarlo.

—Lo estamos haciendo.

—Pero yo te amo.

Al escuchar al Lucas decirme eso me dieron unas inmensas ganas de llorar. Le puse una mano en la mejilla, acariciando ésta y la otra en la pierna haciendo el mismo acto.

—¿Crees que yo no?.— al no recibir respuesta alguna me vi en la obligación de seguir. —Te amo... Y probablemente eres la persona que más amo en el mundo pero esto no es una relación sana.

—Pero Dani...

—Lucas...— lo paré para que no siguiera. —No me lo hagas más difícil, por favor...