Only Angel

7.

Louis giró la cerradura.

— ¿Harry?

Louis se encontró al muchacho de ojos verdes tras la puerta de su casa. Lo miró de arriba a abajo, y toda su ropa — incluyendo su pelo— estaban muy mojados.

— Hola Louis— saludó con una sonrisa de oreja a oreja, y un escalofrío lo atravesó.

— ¿Harry, qué haces aquí? Estás chorreando. ¿Como se te ocurre salir a la calle sin paraguas ni nada?— Louis agarró del codo al chico, y lo metió dentro de su casa y susurró:— No hagas ruido, mis padres no saben que estás aquí.

Harry asintió y Louis lo guió hasta su habitación.

Cuando entraron, Louis lo miró de arriba a abajo.

— Por el amor de Dios Harry, estás empapado.

Harry rió, y se encogió de hombros.

— Tenía ganas de verte.

— Oh...— dijo Louis, sin palabras— Bueno, de todas formas te voy a prestar algo de ropa, y puedes cambiarte en el cuarto de baño si quieres.

Harry asintió.

Louis buscó algo en su armario que se ajustase al perfil de Harry — teniendo en cuenta la diferencia de altura que había entre ellos dos— así que se decantó por un jersey gris mullido y unos pantalones de chandal.

Harry entró en el baño a cambiarse, y Louis se puso tras la puerta para hablar con él.

— ¿Cuanto tiempo has estado en la puerta? — preguntó.

— Eh...— comenzó a pensar Harry— Unas dos horas, más o menos.

— ¿Qué? ¿Dos horas? — Louis se quedó anonadado— ¿Y por qué no llamaste a la puerta, tonto?

— Tuve un debate conmigo mismo, pero es que me daba demasiada vergüenza.

— ¿Te daba vergüenza? ¡Pero si no muerdo!

Ambos rieron al uniso.

— Ya estoy— dijo Harry y abrió la puerta.

En ese mismo momento Louis se quedó sin respiración. Su ropa le quedaba demasiado bien a Harry, y deseó verlo así todos los días de su vida.

— Te queda muy... Bien — murmuró Louis.

Harry se limitó a sonreír.

Ambos se sentaron: Louis en la alfombra del suelo y Harry en la cama.
Se estuvieron mirando a los ojos por un rato.

— Tengo a un desconocido en mi habitación, sentado en mi cama, y con mi ropa puesta. — murmuró Louis algo confundido.

— ¿Y a dónde quieres llegar con eso?— preguntó el muchacho.

— Que no sé nada sobre ti. Es eso. Me gustaría conocerte más— dijo Louis mirando a Harry directamente — ¿Puedo hacerte alguna pregunta?

— Claro. Pero no te aseguro que pueda contestarte a todo.— aseguró Harry.

Aquello confundió un poco a Louis, pero le dio igual.

— Vale, está bien.

Louis comenzó a pensar en una pregunta que no fuese muy difícil de contestar. Mordió su labio durante unos segundos.

— ¿Cuantos años tienes? — preguntó finalmente.

— Tengo 18 años, o algo así— dijo no muy convencido, y Louis le dedicó una mirada un tanto extraña.