Mi madre lloraba desconsoladamente, con su cara en el pecho de mi padre, sentados en el sofá.
Estábamos en el salón mi padre, mi madre, Kim y yo.— Mamá calmate por favor — dije, tratando de consolarla, mientras acercaba mi mano a su hombro.
— ¡No me toques hasta que no estés medicado!— dijo, apartándose de mí. Ouch, eso me había dolido.
Estaba roja de la ira y el llanto, con las mejillas húmedas.— Señora Tomlinson, tratar así a su hijo lo hará empeorar. La esquizofrenia no se pega por contacto físico.
|Esquizofrenia|
Nombre genérico de un grupo de enfermedades mentales que se caracterizan por alteraciones de la personalidad, alucinaciones y pérdida del contacto con la realidad.
Según mi psicóloga Kim, tenía indicios de esquizofrenia.
— No queremos contacto contigo hasta que no hayas ido a un psiquiatra y te haya recetado medicina.
— Señor, lo de que su hijo tenga esquizofrenia es solo una hipótesis: tiene alucinaciones con personas que le hablan del suicidio, ve "ángeles", distorsiona la realidad...
¿Qué? Se estaba inventando las cosas. ¿En qué momento una persona imaginaria me había hablado del suicidio?
— ¿Y cuándo podrá ver a un psiquiatra?— preguntó mi padre ansioso.
— Si es un psiquiatra privado... Puede que en una o dos semanas. Si no, pueden pasar meses.
— Hablaremos con un psiquiatra lo antes posible — afirmó mi madre —. Muchas gracias por su trabajo Kim.
Kim le dedicó una sonrisa, y se marchó de casa.
El salón se quedó en un silencio extrañamente incómodo. Sólo se podían escuchar los suaves jadeos de mi madre.
— Mamá, papá, estoy seguro de que no tengo esquizofrenia. Pero bueno, veo que preferís creer a una mujer extraña antes que a vuestro propio hijo.
Me levanté, y salí del salón, mientras escuchaba a mi padre tratar de llamarme. No iba a consentir nada más por parte de ellos dos.
[…]
Saqué de mi armario la ropa —que yo creía— más importante. Con ella en mis brazos, me acerqué a la maleta abierta que había sobre la cama y la solté tal cual, sin doblarla u ordenarla. Metí también todo mi dinero, y finalmente cerré la maleta con la cremallera.
Suspiré cuando acabé, y un nudo se instaló en mi garganta. Lo estaba tirando todo por la borda y odiaba esa sensación. Estaba huyendo de mi vida, de mi casa, de mi familia... De todo lo imprescindible. Pero aún así, sabía que iba a volverme realmente loco si me quedaba, así que no tenía otra opción.
Miré mi habitación antes de coger la maleta y salir por la puerta.
Mis padres estaban en el salón, y ni siquiera se percataron de mi existencia en ese momento, así que salí de casa sin decir nada más.El frío invernal me golpeó, y me abracé a mí mismo como acto reflejo.
Anduve durante un rato, y luego me paré en medio de la calle porque sinceramente no sabía, o no tenía, a donde ir.
Contaba con muy poco dinero, y sabía que debía buscar algún lugar donde quedarme un tiempo hasta encontrar un trabajo o una fuente de dinero estable.
Estaba huyendo de mis padres y era consciente de que iban a denunciar mi desaparición a la policía y que me iban a buscar, pero iba a hacer lo posible por que no me atrapasen.
Estaba cansado de la dejadez de mi madre, el maltrato psicológico de mi padre, mi vida falsa, mi poca estabilidad emocional, mi poco autocontrol...En realidad las cosas se habían ido a la mierda para mí y no quería seguir viviendo así, no quería simplemente despertar cada mañana sabiendo que todo iba a ser una mierda y que iba a desear que el día acabase lo más pronto posible.
Una rabia incontrolada me invadió en medio de una calle desierta con árboles. Un nudo de emociones dolía en mi garganta, como en ese momento en el que sabes que si hablas vas a llorar. Un sollozo me atacó sin quererlo, y entonces mi llanto se detonó, pero en ningún momento detuve mi marcha.
Las lágrimas caían por mi rostro y de nuevo sentía ese vacío en el pecho y esa presión en el estómago. Me estaba poniendo enfermo de solo pensar en todo lo que se me venía encima. ¿Y si no conseguía sobrevivir?
Mi vista estaba borrosa a causa de la humedad, y los jadeos no paraban de asaltarme cada dos por tres. Odiaba ser tan sensible, pero la situación me estaba superando y no podía hacer nada.
Cada vez me estaba hundiendo más, y sentía que me ahogaba en mi propia tristeza.Sentí que él estaba ahí.
Lo vi aparecer al frente, se aproximaba a mí y me odié cuando, de repente, comencé a llorar más fuerte si era posible.— ¿Louis? Louis, ¿qué te pasa?— se acercó a mí y me tomó por los hombros.
No fui capaz de mirarlo a los ojos ni por un instante, y mantuve los ojos cerrados mientras seguía sollozando.
— Louis mírame, estoy aquí. Necesito que respires para mí, por favor — intentaba animarme, pero no lo conseguía.
Me entró un ataque de ansiedad cuando menos lo esperaba. Comencé a hiperventilar y sentía que, literalmente, el oxígeno no entraba en mis pulmones. Sentí agobio por aquello, pensé que iba a morir de la peor manera posible: asfixiado.
El cuerpo no me respondía, yo solo me movía aturdido, y pude ver por unos instantes el miedo en las facciones de Harry.— ¿Louis qué te pasa? Louis, respóndeme — comenzó a moverse con nerviosismo. Se notaba a leguas que no sabía lo que hacer.
Hizo lo primero que se le ocurrió. Consiguió que me sentase sobre el césped junto a él, y me metió entre sus brazos. Me abrazó. Y yo solo pude enterrar mi cara en el hueco entre su hombro y su cuello, para llorar.
Él pasaba su mano de arriba a abajo por mi espalda, acariciaba mi pelo y susurraba palabras de aliento casi inaudibles.
Tras un largo rato así, el ataque de ansiedad fue calmándose poco a poco, pero el llanto y los sollozos seguían ahí.
— Louis necesito que te calmes y me digas lo que ha pasado. ¿Sí? ¿Te sientes mejor?
Su mano se posicionó en mi mejilla, y repartio suaves caricias con su dedo pulgar.
Mi mejilla se congeló al instante en que su mano tuvo contacto con ella.
Pero era un frío extraño, un frío que calaba.
Era un frío muerto.
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Only Angel
FanfictionLouis nació en el seno de una familia adinerada, empresaria. Odia la vida que lleva. Odia a su familia en general. Hasta que un día, sin apenas darle tiempo a parpadear, está a punto de casarse con la hija de un empresario multimillonario por oblig...