Lo pude mirar a los ojos por fin, y para mi sorpresa, él me estaba observando fijamente, con un semblante muy sereno.
Mi cabeza y parte de mi cuerpo estaban sobre su hombro, descansado sobre el tronco de un árbol.
— ¿Te has calmado ya?— susurró tranquilo, con la voz muy ronca.
Sin separar mi cabeza de su hombro, asentí— ¿Quieres contarme qué ha pasado y por qué llevas una maleta?Oh, había olvidado la maleta por completo.
La cosa de que Harry hubiera aparecido en el momento exacto era de esperar. Él ya sabía de antemano que algo malo me estaba pasando, así que simplemente apareció de la nada.
— Es una larga historia — murmuré, más para mi mismo, en voz alta.
— Tengo mucho tiempo para escucharte — atacó, con la voz calmada.
Suspiré, con un atisbo de alivio, aunque a la vez un poco preocupado. ¿Por dónde se supone que debía empezar?
— Yo... No lo sé, simplemente todo esto me está sobrepasando. No soy capaz de pensar con claridad últimamente.
— ¿Otra vez peleaste con tu padre?— preguntó angustiado—. Ya sabes lo que pienso sobre tus peleas con él.
— No— admiti y el pareció aliviarse, pero añadi—: Ésta vez ha sido con mi madre también.
Harry gimió, sabiendo que aquello no era para nada bueno.
— ¿Qué cojones ha pasado ahora?— dijo, y pude notar la rabia en su voz.
— Ella llamó a una psicóloga sin decirme nada a mí, sólo porque cree que eres producto de mi imaginación.
Pude ver como el ceño fruncido de Harry, se convertia en una cara muy asustada.
— ¿Ella sabe que yo...
— Sí— lo corté—. Quiero decir... Sabía de tu existencia, pero el detonante fue cuando, el día en que me acompañaste a casa, ella no te pudo ver.
— No me jodas...— murmuró, palideciendo—. ¿Y hablaste con el psicólogo?
— Sí. Le ha dicho a mis padres que tengo esquizofrenia. Bueno, al menos eso es lo que cree.
— ¿Cómo?— preguntó, sin creerlo. Se removió un poco, para luego tragar saliva— ¿Creen que estás enfermo?.
— Así es. Mis padres quieren mandarme a un psiquiatra para que me recete medicación para la supuesta esquizofrenia que sufro. ¿Ahora entiendes el por qué de mi sufrimiento?
Harry simplemente se mantuvo callado. Podía notar su respiración lenta, pero a la vez el nerviosismo que corría por sus sistemas. Él estaba sufriendo al igual que yo, pero yo sabía a ciencia cierta que él se estaba echando la culpa de todo lo que me estaba ocurriendo.
— Me he escapado de casa, quiero irme lejos de aquí Harry. Quiero alejarme de mis padres y de todo aquello que me hace daño.
Él hizo que levantase mi cabeza de su hombro otra vez para mirarme a los ojos.
— No hagas eso Louis — murmuró, preocupado.
— ¿Por qué? ¿Prefieres que me quede de brazos cruzados mientras ellos me hacen daño?— dije visiblemente ofendido.
Su afirmación me había tomado por sorpresa. ¿En serio no debía huir? Sabía que si no huía, las cosas se pondrían peor.
— No, no me malinterpretes — comenzó —, me refiero a que, no hagas eso porque no va a valer la pena. Vas a tener que buscarte la vida sin tener básicamente apoyo económico; y de todas formas, aunque huyas muy lejos, acabarán encontrándote.
Odiaba cuando él tenía la jodida razón. Y lo odiaba porque me hacía sentir imbécil y un niño que solo quiere despreocuparse de las cosas.
— Pero ya no puedo aguantar más todo esto— la voz se me rompió en ese mismo instante, y las lágrimas amenazaban con salir en un torrente de sollozos. —. Lo único que quiero es tirar la toalla, acabar con todo, dejar de sentir este vacío, dejar de lamentarme por la vida de mierda que llevo.
— Lo sé Louis, comprendo que es difícil. Pero sobrevivir ahí fuera tú solo es muy complicado.
Pasó su brazo por encima de mis hombros, e hizo que mi cabeza se acostase en su pecho de nuevo. Me acurruqué, y dejé sin miedo que las lágrimas salieran. Lloré en silencio mientras, de vez en cuando, gimoteaba.
— No quiero que todo esto te supere y te destruya — susurró cerca de mi oído.
— Yo tampoco quiero, pero siento un vacío irreparable en mi pecho y una angustia enorme que me ahoga y...— mi voz se rompió otra vez—, yo solo quiero... Quiero ser feliz. Sólo pido eso Harry. Sé que prometi que sería fuerte, pero no puedo, no te imaginas lo mierda que me siento.
Levanté la cabeza de su pecho y lo miré. Alzó su mano, y con su dedo pulgar limpió una lágrima que bajaba valiente por mi mejilla.
— ¿Y por qué no puedes ser feliz?— me preguntó mirandome a los ojos—. Nada te lo impide.
— Sí, me lo impide el hecho de que tú estés allí y yo aquí — dije refiriéndome a la vida y la muerte.
Él asintió su cabeza con arrepentimiento. Estaba triste otra vez.
— Lo siento— murmuró.
— ¿Por qué? No hay nada que sentir — dije y levantó la cabeza.
— Lo siento por haber sido egoista y haberme ido así.
Pude notar el arrepentimiento en su voz, y eso me hizo estremecer.
Puso una mano en mi cuello, y la otra en mi mejilla dando pequeñas caricias con su dedo. Luego cerró los ojos, y dio un largo respiro. Los abrió, desvelando sus ojos esmeralda brillantes.
Sus ojos se desviaron a mis labios, y luego volvieron a subir hasta mis ojos.
Yo no pude resistirme, y también miré su boca. Tenía los labios de un color rosado, aunque con tonos morados. Eran carnosos, pero parecían fríos.
Obvio que lo eran.Llevé una de mis manos a su nuca lentamente, con un poco de miedo al rechazo, pero no hubo de eso por su parte cuando conseguí establecer contacto con él.
Me decidí a que, si no lo hacía ahora, tal vez no iba a tener la oportunidad de hacerlo después.
— ¿Puedo?— pregunté, pidiendo permiso para besar sus labios.
— Puedes — ordenó.
Entonces, fue él quien acortó la distancia que había entre ambos, y chocó sus labios con los míos. Debía admitir que fue un beso casto y torpe al principio a causa del shock, pero después se volvió tímido y apasionado a la vez.
Lo único que pude notar fue la frialdad mortal de sus labios. Podía notar como la congelante sensación subia a través de mi cara. Era un frío doloroso, un frío que quemaba, un frío inhumano.
Entonces nos separamos, un poco atónitos. Las yemas de mis dedos subieron hasta mi boca, y rozaron mis labios. Estos estaban totalmente helados, como los de un muerto.
Y una sensación de vacío me invadió por dentro.
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Only Angel
FanfictionLouis nació en el seno de una familia adinerada, empresaria. Odia la vida que lleva. Odia a su familia en general. Hasta que un día, sin apenas darle tiempo a parpadear, está a punto de casarse con la hija de un empresario multimillonario por oblig...