32. ¿Que dicen de la calma y la tormenta?

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-Toby, entiendo como te sientes, estás triste, yo... -Dijo Nick

-¡NO! ¡No lo sabes! -Se levantó, destapándose en el proceso- Esta cosa... esta... maldición -Y se señaló el hombro quemado, con la cicatriz- Me obliga a sentir cosas que no quiero sentir.

-¿Que quieres decir?

-¡Que estoy feliz! ¡La persona de la que me enamoré cometió la peor traición posible! ¡Y estoy feliz! -Dijo, con una sonrisa de oreja a oreja y lágrimas cayendo por sus ojos

-¿Co... como funciona eso? -Nick estaba confundido.

Cada vez que debería sentirme feliz o triste por alguna cosa, esta maldición me hace sentir exactamente lo opuesto.

-¿Sucubum te la puso, no? ¿No sabe como quitártela?

-No, dijo que algo la impulsó a ponérmela y que la única pista sobre como removerla es un poema sobre un beso de amor verdadero y lo típico de los cuentos de hadas.

-¿Y por qué no le pides a Jessica? Seguro que, por esto, ella...

-Porque no se si es mi verdadero amor, no se si aún la amo, si Nereida me hechizó, como insinuó, o si no, y en todo caso, no se si debe ser mutuo o no, en cuyo caso, estoy perdido.

-¿No vale la pena el riesgo?

¿Lo valía? Eso mismo se preguntaba el muchacho. ¿Quería hacerlo? ¿O era solo la maldición hablando?

-No lo se... Debo meditarlo... solo, si no te molesta...

-De acuerdo... -Su primo se retiró en silencio.

Mientras tanto, del otro lado de la pared, Jessica estaba en su habitación, devastada por la conversación que acababa de escuchar a través de los delgados muros.

"¿Toby realmente me ama así?"

"¡Hallelujah!" dijo Devilfenix, mientras se le aparecía

"¿Y tú lo sabías?"

"¡Pues claro! ¡Por Sabio, TODOS lo sabían! debes ser la señora de la naturaleza mas despistada que jamás existió"

-Di las cosas como son, soy estúpida -dijo, mientras se sentaba en un rincón a llorar

El gormiti se sentó a su lado.

"No soy quien para discutir, especialmente con este tema".

-Así que... -Comenzó a pensar- todo esto... todo... Sucubum abriendo el portal, Obscurio llegando a la tierra, Nereida engañándonos, Horror transformándose en Armaggedon... nada hubiera pasado si no fuera por mi estupidez...

Ambos señores del aire cruzaron una mirada. Ambos pensaban lo mismo, solo que Devilfenix no quería decirlo por cortesía.

Hubo un minuto de silencio, en el cual tan solo se escuchó el viento que auguraba una tormenta en los próximos días.

-Nereida tenía razón -Dijo finalmente la chica, antes de largarse a llorar.

Algunos días después...

El esmoquin era incomodo. A Nick nunca le gustó usar uno. pero había quedado con Mei para ir al baile de verano... y simplemente no podía ir en su pijama.

Jessica y Lucas habían salido hacía un rato: fueron a buscar a Gina, luego a Justin, y de allí irían para la escuela.

-¡Vamos Toby! ¡Te estoy esperando! -Gritó hacia el piso de ariba.

A los pocos segundos apareció el niño rubio, con su propio traje, solo que todo arrugado. ni siquiera se había puesto una corbata. El cabello rubio relucía en los despeinados rulos.

Nick bufó en desaprobación, pero no había nada que hacer. Era esto o que se quede encerrado en el cuarto, lo cual no era una opción para el señor de la tierra.

Lo cierto es que el traje desaliñado era una fachada para ocultar que estaba llevando tanto su brazalete como el de los otros. No podía explicarlo, pero sentía que los necesitaría.

Mientras tanto, en la otra punta del pueblo...

El muchacho se ataba la corbata con elegancia. estaba acostumbrado a usar esta clase de traje para eventos formales. Parte del paquete de "ser hijo de el hombre mas rico del pueblo".

"Creo que esta actividad me parece una pérdida total de tiempo" Dijo el señor de la obscuridad

-Tal vez, pero tú dijiste que me gané este rato libre. Por lo tanto, voy a usarlo como YO considere apropiado.

"Suena justo"

-Además... -Su mano fue envuelta en una sustancia sólida de color rosa/púrpura oscuro. Tenía forma de espada, o de daga. Algo así de afilado- No voy a estar ocioso.

"Esa es la actitud"

Justin entonces se quedó admirando el filo. Era hipnotizante. Ver como era reflejado en algo que su propio cuerpo había creado, y el hecho de que eso le serviría para cumplir su mayor deseo no hacía sino incrementar el sentimiento.

Despertó de su sueño despierto cuando el timbre sonó, y oyó la voz de Gina Lauren, avisándole que ella y los otros habían llegado.

-Finalmente... voy a hacerlo. -"Guardó" la daga brillante en su cuerpo otra vez. Y se dispuso a ir al baile. Debían apresurarse. Parecía que una tormenta se acercaba. Y una fuerte.

Gormiti: eclipse eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora