28. El Plan

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Todo estaba oscuro. La única luz que permitía ver eran las velas negras en las paredes, que por cierto eran pocas.

Toby avanzó por una habitación relativamente grande, con paredes hechas de obsidiana obscura y lo que parecía una ventana en un lado, solo que en lugar de dar al exterior, daba a otra pared. Notó la enorme cama a su lado, y a la mujer acostada boca abajo en esta. Podía escuchar como ella sollozaba ligeramente.

Se acercó despacio, pero sin quererlo hizo un ruido al pisar el suelo de madera de roble.

La mujer se levantó sobresaltada, dejando ver unos ojos llenos de lágrimas, un pelo rojo como el fuego y unos ojos marrones como madera.

-¿To... Toby? -Dijo ella, reconociéndolo

Él también la reconocio instantaneamente, era alguien que ya estaba aceptando que se había ido de su vida.

-¿Mamá?

-Si, soy yo hijo

Toby corrio a darle un abrazo, ahora él también estaba llorando.

-No creí que te vería nunca más... Te daba por... por... -ya entre llantos, el chico ni siquiera podía terminar la frase

-Lo sé, lo sé... Ese... monstruo... Obscurio, creo, me encerró aquí...

Entonces se escucharon unos pasos y voces del otro lado de la puerta, y Toby comenzó a desaparecer.

-Debes irte

-No. No te dejaré otra vez.

-No creo que tengas muchas alternativas -ella señaló la mano de su hijo, que ya era completamente translúcida.

-Prometo que volveré, y te sacaré de aquí

-Gracias hijo.

Toby despertó con lágrimas en los ojos y transpiración en la frente, además de un dolor terrible en el cuello (aunque eso probablemente se debía solo a que había dormido en el suelo, apoyado en una puerta).

Trató de llorar en silencio, pero no lo logró. Jessica, del otro lado de la puerta lo escuchó.

-¿Toby? ¿Estás bien?

-Si, si lo estoy, es solo que... -Pensó por un segundo, ¿que implicaba esto? ¿Su madre realmente seguía viva? De ser así había que rescatarla, pero no podía hacerlo solo. Se calmó, y con voz firme y decidida habló- Tenemos que hablar.

Pocos minutos después, en el templo de los elementos...

La mesa de piedra gris antigua era demasiado grande para uso cotidiano. Catorce personas podían sentarse allí sin problema alguno. Era tan grande que Nereida la usaba de cama. A un lado se podían ver las sábanas y la almohada que los chicos le trajeron, le hubieran traído también a Magmion, pero el no aceptó.

Reunieron a todos, los señores, Razelth, Nereida y Magmion. Hasta Paula asistió. Solo faltaba una persona...

-¿Dónde está Ike? -preguntó el lagarto

-No lo sé, creo que se despertó temprano, porque no lo he visto por ningún lado

-Bueno, supongo que debemos empezqar sin él. ¿De que querías hablarnos con tanta prisa? -Dijo, mientras todos  se inclinaban hacia adelante para escuchar lo que el señor del agua estaba por decir

-Creo que mi mamá está viva, encerrada en el castillo de Obscurio. Debemos rescatarla

Se sintió una especie de murmullo que mezclaba sorpresa y miedo. A Toby no le gustó.

Gormiti: eclipse eternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora