Soñando Con Los Ojos Abiertos

Capítulo 15 "Navidad sin ti"

—No, no interrumpes nada —aclaró Danny mirando su rostro inocente caminar hasta nosotros con un teléfono en mano—. Tienes una llamada.  

—Gracias, Erik.

Asintió sin agregar nada y luego de entregarme el teléfono volvió a dejarnos solos.

—Debo contestar, ¿me darías un momento? 

Danny se fue sin objeción alguna, no estaba muy segura de quién se encontraba al otro lado de la linea, pero adivinarlo tampoco me tomo tanto tiempo como lo espera.  

— ¿Hola?  

—Lisa —comentó como un gemido saliendo de su pecho completamente agitado.

—Michael..., hola.

—Lisa —volvió a pronunciar con un cansancio casi tangible, su respiración me alarmo de un segundo a otro. 

— ¿Estás bien? —formule esperando escuchar de sus labios la peor de las noticias, y en cuestión de segundos el quejido al pronunciar mi nombre como un mantra se volvió llanto—. Michael, di algo por favor.

—No podre llegar a Memphis —la decepción de escuchar sus palabras no dolió tanto como lo esperaba—, ¿Lisa?

—Te estoy escuchando —atine a decir sin dar crédito a mi serenidad mientras su respiración agitaba mi corazón—. ¿Estás bien? —cuestione de nuevo intentando obtener una respuesta para su llamada y su ausencia.

—Estoy bien —un sollozo apareció de nuevo, el llanto incrementaba con facilidad, pasaba de ser una sollozo silencioso a una respiración entre cortada volviendo su voz apenas perceptible—. No puedo hacer el viaje por ahora, lo siento, no puedo separarme de mi familia.

— ¿Ocurre algo?  

—Lamento no estar contigo en este momento, de verdad deseaba ver cómo la nieve caía desde tu ventana.

—...pero, por qué no puedes venir. 

—Es algo muy complicado de explicar, espero conseguir tu perdón en algún momento., yo...

—No —lo interrumpí intento mantener la calma—, esto no es así. Hicimos un plan, teníamos un plan, no puedes simplemente llamar y pedir perdón. 

—Lisa...

—Quiero una explicación. La merezco porque he estado toda la noche esperando por ti.

—Este no es un buen momento, en realidad no tengo mucho tiempo para hablar y no quiero discutir eso.

—Te extraño —le dije intentando poner todas mis influencias en esas simples palabras.

—Yo también te extraño, no sabes cuanto.

—Entonces ven. Si no quieres ver a mi madre podemos irnos a otro lugar, nadie aquí va a extrañarme.

Suspiró con fuerza, se aclaro la garganta un par de veces dejando al silencio por si solo darme una respuesta, esa era su ultima palabra, no estaría conmigo esa navidad, se quedaría en Montana sin buscar acortar la distancia entre nosotros.

—Prometo recompensarte por esto.

No me atreví a decir nada.

—Te lo explicaré cuando regreses, hablaremos con más tranquilidad, por ahora simplemente quiero escuchar tu voz, deseo imaginar cómo te ves, y tu sonrisa, necesito recordar cómo se siente tenerte entre mis brazos —su manera de arrastrar las palabras me hizo cerrar los ojos no recordaba haberlo escuchado hablar de esa manera cuando estaba sobrio. Debía estar muy ebrio para no querer hablar más de la cuenta y evitar las explicaciones—. No sé cómo podría vivir sin ti..., y ahora estoy pasando nuestra navidad sin ti. Soy un estúpido, y patético, no te merezco.