Capítulo 19 "Nosotros"

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Estaba lista para dejar Memphis al menos por un tiempo, mi madre estaba dispuesta a viajar cuando el compromiso se hiciera formal, cuando el no fuera solamente un secreto entre el aire y yo, su último abrazo antes de verme subir al auto me dio la fuerza suficiente para dar el siguiente paso.

Comencé a conducir, me llevaría dos días llegar hasta Billings, Montana, y planeaba parar para descansar, pero algo entre mis ganas de conducir y el volver a estar con Michael me gritaba para ir directo a sus brazos, faltaba un paso para el resto de nuestras vidas, necesitaba tomar ese último momento para la mí. En cuanto la noche se hizo presentó paré en un motel y tomé el tiempo necesario para cenar y finalmente tomé el teléfono para intentar hablar de nuevo con Michael, pero como había sucedido en la última semana el buzón de voz fue quien me respondió.

-Hola..., me preguntó si me ignoras o simplemente perdiste el teléfono, de verdad espero que sea lo segundo, no soportaría el ser ignorado por ti, como sea, espero con muchas ansias verte de nuevo, estoy deseando abrazarte y besarte, tengo una sorpresa para ti..., te veré mañana.

Suspire sosteniendo el teléfono con fuerza contra mi pecho. Nunca en toda mi vida me imaginé sentir eso por nadie, el corazón golpeaba mi pecho como un martillo, había suspirado pensado en el durante todo el viaje pensando en él, estaba feliz, plenamente feliz y de nuevo el chico de ojos verdes volvió a mi pensamiento. La última noche, la última sonrisa y el barco de cristal.

Sus ojos se pasaron en mí por décima vez en la noche, me había prohibido seguir con "la fiesta" hasta caer rendida, pero se había tomado el un momento para llevarme a casa, dejarme enes fachada blanca a donde me creía segura.

-Déjame ir con ustedes, al menos un par de horas más, puedo no ir a la escuela mañana y no habrá gran diferencia.

-Lisa -puso un mechón de mi cabello detrás de mi oreja con mucho cuidado, como si pudiera romperme-, hiciste una promesa, no deberías intentar romperla.

-No -admití como sintiéndome como una niña tonta.

-El dolor no se acaba cuando llegas al fondo de la botella, y el amor tampoco.

- ¿Te volviste poeta?

-No, lo saque de un libro -comenzó a reír y me contagió-, de hecho, está aquí -se acerco para alcanzar la perilla de la guantera y saco un libro-. Es para ti.

- ¿Para mí?

-Es muy bueno y me hizo pensar en ti cuando lo estaba leyendo, deberías leerlo también.

- ¿Para pensar en ti?

-Tal vez -me guiño un ojo y acariciando a mi mejilla. Se acercó con lentitud, iba a bésame o eso esperaba, lo había esperado desde el primer día, cuando sus ojos verdes aparecieron por primera vez en mi vida.

Pero se detuvo, me miro directamente a los ojos, sonrió.

-Cuídate, por favor. Busca la felicidad y pon todo tu empeño en salir adelante, eres hermosa, inteligente y puedes lograr todo, estás destinada a un futuro brillante y llenó de felicidad, para eso necesitas salir del abismo, ¿puedo confiar en que lo harás?

-Lo voy a intentar.

-No, debes hacerlo, no puedes morir aquí, no estaría bien. Debes vivir, Lisa.

- ¿Cómo?

Sonrió sin agregar nada. Parecía mirarme como si nunca pudiera volver a hacerlo.

-Esto parece una despedida.

-No lo es, me verás mañana.

Me beso la frente y acto seguido se acerco hasta mi oído para susurrar.

Soñando Con Los Ojos AbiertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora