Capítulo 25 *Los planes de Cressy*

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— ¿Vas a irte?

—Sí.

Las puertas del ascensor se cerraron de manera casi inmediata, no había visto a Lisa desde mi compromiso con Michael, pero tampoco deseaba toparme con ella para verla, me sentía como una auténtica rompe hogares por no oponerme en un principio a todas las escandalosas ideas de mi madre, todo eso me ganaba reservando mi derecho a construir mi vida con mis propias decisiones. Cada rostro en la editorial estaba dispuesta a juzgarme, la oficina se encontraba en un silencio constante, todas las chicas evitaban hablar conmigo y nadie tenía por seguro que yo era otra víctima de es compromiso.

— ¿Te sientes bien? —murmuró cuando admiro el panorama totalmente despejado.

—No.

— ¿Qué quieres?

—Desaparecer. Quiero no volver a este lugar, irme de Montana y volver a Corea, deseo viajar por el mundo y no tener una boda.

—Cressy —respondió con la misma voz cansada de siempre.

—Es mi último deseo. Volver a mi hogar, dormir en mi cama y estar cerca de papá sin importar cuantas personas lo odien..., lo siento, pero sin importar cuantos años puedan pasar siempre deseo volver.

Me acarició la mejilla, no con ternura o para disculparse, sino con compasión, con aquel dolor de no dejarme cumplir aquellos deseos tan profundos.

—Esto es lo mejor.

—Y ustedes siempre saben qué es lo mejor, ¿Cierto? Nunca se equivocan, por alguna razón divina todo en ustedes es perfecto.

Mi madre lo miró sobre mi hombro, sin decir nada, la compasión se borró de su rostro casi por completo.

—No es de buena educación escuchar conversaciones ajenas, ¿no lo sabes?

—Está hablando con mi prometida, tal vez tengo derecho a escuchar sobre sus deseos.

Dejó de mirarlo girando la cabeza a un paso y tomó mis manos casi al instante para levó centrar aquella mirada azul solamente en mí.

—Todo lo hago solamente por tu bien.

No pude responder a eso, mi vida no era mía, me había aferrado a continuar por no dejar a mi madre sola y estar en esa situación era solamente la consecuencia de no vivir por mí antes de vivir por alguien más. Sabía que me amaba tanto como yo la amaba a ella, pero la decisión de con quien vivir por el resto de mi vida debía ser mía.

—Tengo que irme, ¿Volverás temprano a casa?

—No, iré a cenar con Michael, necesito hablar con él.

—De acuerdo —me dio un beso en la frente para luego abrázame—. Adiós, cariño.

—Adiós mamá.

—Adiós, Michel.

—Hasta pronto.

Se alejó poco a poco como si temiera dejarnos solos, no la culpaba después de cada pelea entre ella y Michel, pero tampoco podía culparlo del todo, lo que estaba sucediendo parecía una mala jugada del destino, éramos un par de peones en una posición de juego, pero ellos no querían reconocerlo por alguna razón.

—Lamento mucho ser tan grosero.

—No es conmigo con quien deberías disculparte —le aclare sin preocuparme por darle la espalda.

—Sí, debí escucharte cuando decías que todo tenía una explicación y debía negarme a creer en la transferencia de Lisa, no tenía derecho a hacer el compromiso y debí escucharte. Lamento todo esto.

—Ese ya es un gran avance..., supongo.

—Me gustaría poder disculparme con tu madre, pero...

—Es tan culpable de todo como tu padre.

—Lo es.

—Lo sé. Parecemos niños, sin voz, ni voto, sin una decisión propia a merced de los planes brillantes de nuestros padres, ¿Cierto?

—Cierto.

En ese momento gire sobre mis talones me atreví a mirarlo, comenzaba a extrañar el brillo de sus ojos tanto como su sonrisa.

—Yo estaba enamorada de ti —le confesé sin miedo alguno a su reacción—, pensaba en ti como un futuro bastante lejano, y cuando te vi con Lisa mientras cantaba la canción en el crucero lo entendí, yo nunca tuve una oportunidad contigo. Mirarte caminar por ahí, observar tu sonrisa o esa mirada perdida en algún punto infinito me hacían conservar una esperanza, estabas cerca de mí, confiabas en mí y de alguna manera era real, nunca me imaginé como tu hermana o una simple amiga, era yo quien estaba dispuesta a estar contigo sin importa la circunstancia o lo herido de tu corazón, tú nunca me viste de esa manera, yo solamente era Cressy, tu incondicional, tu mejor amiga casi tu hermana, solamente eso, nunca fui una opción y tampoco había oportunidad alguna para mí, aun así descubrirlo no dolió tanto como lo imaginaba. Tal vez porque eras una ilusión muy lejana, un futuro alterno, no eres para mí, nunca lo serás.

—Yo..., yo de verdad no lo sabía.

—No es tu culpa, no eres consciente de cuanto puede llegar a amarte alguien solamente con ver tu sonrisa todos los días, no es culpa tuya.

—Debe serlo de alguna manera.

—No, no lo es, pero justo ahora, cuando estás en donde deseaba tenerte, ya no te quiero mas.

Bajé la mirada, me quedé totalmente paralizada sin lograr pensar en mi siguiente movimiento.

—Perdóname —Susurró mientras caminaba con PSDI decidido hasta donde yo me encontraba.

—Todo se ha quedado en el pasado, ahora es momento de poder pensar en elprrsente y arreglar el futuro si no queremos sentirnos presos dentro de nuestra propia vida.

Sin aviso alguno abrazo mi cuerpo contra el suyo, acomodó su barbilla en mi hombro respirando lento y tal vez comenzando a llorar.

—Vas a recuperar a Lisa —le aseguré—, mientras yo logró recuperar a Erik.

Me soltó para mirarme directo a los ojos.

—Estoy dispuesto a cumplir tu plan al pie de la letra.

—Me alegra escuchar eso porque estoy por pedirte algo en verdad difícil.

Ladeó la cabeza con la duda en los ojos esperando por mi respuesta.

—Necesito una invitación extra.

— ¿Para Lisa? —dijo bastante escandalizado por mi respuesta—. No puedes estar hablando en serio.

—Lo hago, es bastante arriesgado, pero de ella depende todo nuestro futuro.

—Hacerlo sería muy doloroso, no solamente para ella, también para mí.

—No, la necesitamos en la boda porque solamente ella será capaz de parar toda esta locura.

Negó totalmente asustado por mis palabras, él se había lastimado lo suficiente al lastimar a quien tanto amaba, pero era precisamente su amor la razón perfecta para impedir nuestra desgracia.

—Es el plan, y de verdad —suplique tomando su rostro bañado en tristeza con ambas manos—, necesito tu apoyo para hacer funcionar el plan.

Soñando Con Los Ojos AbiertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora