Mire aquellos ojos castaños, con el ceño fruncido y los ojos los labios formando una linea firme, pero encontra de su voluntad iba a comenzar el espectáculo, éramos los protagonistas de una nueva historia trágica de la generación.
—Es hora, Cressy.
—Tienes que estar bromeando porque no pienso salir para anunciar un compromiso totalmente falso como este.
—Cressy.
—Michael. Te vas a arrepentir de esto, lo sé. No puedes tomar una decisión de esa magnitud sin darle a Lisa la oportunidad de explicar nada, si es que de verdad era su plan.
— ¿De verdad puedes confiar en su palabra?
—Abre los malditos ojos, ella te ama, lo sabes y por alguna razón no quieres admitir que todo esto puede ser un estúpido error.
— ¿Desdé cuándo hablas de esa manera?
—Desdé hoy. Ella debe tener una explicación para esto, no puede simplemente irse sin decirte nada. ¿Cómo puedo confiar en ella y tú no?
Me quedé en silencio, yo quería confiar en ella, pero era fácil entenderla, tanto ella como yo teníamos un problema con el compromiso, si ella quería irse estaba bien.
—Ya es hora.
La tomé de la mano sin dejarla hablar de nuevo mientras me susurraba un par de razones para no seguir con el plan.
—Michael, es mala idea, no deberías hacerlo, deja de tener compasión por mí, no necesito toda esa lastima y tampoco la necesito —soltó su mano de mi agarre cuando llegamos al primer piso, sobre la recepción de la editorial.
—Michael —murmuró una última vez.
—¡¿Podrían darme un minuto, por favor?! —Grité intentando calla a esa voz en mi interior, Lisa no estaba y el futuro sin ella era ciertamente inexistente—. Quiero hacer una declaración frente a todos ustedes —pensé en ponerme de rodillas, pero aquello sería peor que una blasfemia, y ya me había traicionado lo suficiente—. A la chica con quien he compartido gran parte de mi vida, con quien puedo contar cuando todo está mal..., mi consuelo entre tanta soledad —sus ojos verdes me llenaron la mente de recuerdos, dibujaron una sonrisa pasajera en mi rostro y el dolor de su partida se encargo de borraría tan pronto tomé la mano de Cressy—. ¿Cressy, te casarías conmigo? —sin esperar una respuesta de su parte puse el anillo en su dedo anular.
—Lisa —dijo y con aquel nombre me hizo levantar la mirada. Era ella, con las mejillas rojas y la mirada totalmente desconcertada.
—Lisa...
Casi cada mirada se posó en su espalda cuando intento abrir con desesperación la puerta de cristal y apenas pusoun pie fuera de esta corrí tras ellas, todo paso muy rápido, pero ella parecía cercana, a un par de pasos y en cuanto la toque todo pareció irreal.
—Lisa, espera por favor. Lisa, necesitamos hablar.
—No, no lo necesito y tú tampoco, solamente necesitas volver —se removio intentando alejarse sin mirarme a los ojos en ningún momento.
—Por favor...
—No supliques, solamente déjame.
—Lisa.
—¡Dije que no!
—Lisa...
Murmuré de nuevo intentando obtener al menos una blasfemia mirada, una señal de su presencia, de perdón, pero no lo logré, solté su brazo poco a poco, no quería perderla, pero era precisamente ella quien se había ido en un inicio.
—No quiero escucharte, no lo necesito. Si tienes alguna consideración por mí, déjame ir, por favor... déjame ir.
Su voz se rompió, y entonces di un par de pasos en retroceso. Ella junto las manos y se quitó mi anillo del dedo. Por eso había tardado, por eso no regreso a tiempo y..., no iba a dejarme, estaba aceptando quedarse conmigo.
—La respuesta era un sí —admitió sosteniendo el anillo en un puño—, debiste saberlo en navidad..., aquella navidad sin ti, pero no importa, ¿cierto?
Volvió, me tomó la mano y dejo en anillo ahí, sus ojos eran más claros y aquel dolor tan suyo se volvió mío también, era un idiota sin dudarlo, por no confiar en ella, por no confiar en sus intenciones y reaccionar con esa acostumbrada indiferencia y buscar venganza.
—Por cierto, te amo.
Me vio directo a los ojos, intento sonreír y aquel momento se grabo cuadro por cuadro en mi mente. Me amaba, me amaba y sin importar su respuesta, ya no podía estar a su lado. La vi alejarse intentando correr y no perder el aliento, deseaba ir tras ella, pero era mejor darle tiempo para procesar todo antes de dar una disculpa e intentar corregir mi enorme error.
Fui de vuelta a la fachada de J-K Jackson y a mitad del camino encontré las llaves de su auto, decidí no volver a entrar a la editorial y abandonar el murciélago en el estacionamiento llevando el Chevrolet a donde pertenecía, de vuelta a casa.
Miré las calles amplias por donde había pasado al menos mil veces y ahora todo parecía diferente, me sentí un extraño, estaba perdido aun sabiendo exactamente donde me encontraba.
Entre a su departamento en la oscuridad, el olor a ella perduraba sin importar cuantas veces se abriera la puerta, el dormir en su cama se había vuelto una pequeña costumbre para llenar su ausencia, entonces, como parte de una rutina me dejé caer sobre el colchón y abracé sus almohadas para sentirla cerca... Le hice daño, la había lastimado porque tenía la capacidad para hacerlo, me dio de poder de tomar su corazón entre mis manos para cuidar de el, me dejo entrar en su vida..., y ella se metió por dejado de mi piel, sano cada herida de mi corazón usando una realidad cruda, hermosa y extraña realidad, me mostró una parte del mundo en donde no tenía miedo a nada si podía tomar su mano. El pensar en perderla era una agonía constante, era doloroso recordar que no importaba cuanto lo deseara, el tiempo no iba a regresar, las palabras, que rogaba cada segundo al viento por arrastrarlas a un abismo donde nadie pudiera escucharlas de nuevo, después de todo era un escritor roto, con palabras llenas de sangre, el corazón apenas latiendo y tanto dolor guardado en pecho que apenas podía comprender cómo fue capaz de lastimar a la mitad de mi ser, a la única persona con la facultad de cuidar y sanar mi existencia.
—No deberías estar aquí —dijo sin molestarse por erradicar la oscuridad.
—Te extraño, estas ahí, mirándome y aún te extraño.
—Necesito dormir, Michael.
—Duerme conmigo.
—Lo siento, pero me gustaría no verte al menos en un par de días.
—No, no, no, te necesito ahora...
—Necesitas a Cressy, yo no puedo ayudarte.
Me puse de pie con los ojos llorosos y me aferre a su cuerpo.
—Eres tú, siempre eres tú, y lamento todo, mañanavoy a retractarme, Cressy va a entenderlo y entonces nosotros volveremos a la normalidad.
—Eso no va a suceder.
—Tú eres todo para mí, lo sabes. Te amo, te amo como nunca amaré a nadie más, esto es un simple mal entendido, lo vamos a superar.
—No.
—Lisa...
Comencé a llorar derramando lágrimas por su hombro.
—Ya lo sabes.
—No —suplique—, no —implore—, no —rogué abrazando sus piernas a mi pecho—, por favor..., no.
—Ya no existe un nosotros.
Y con eso me rompió, justo como yo había logrado romperla. Era ella, y era yo, ya no había un nosotros, todo estaba roto.
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Soñando Con Los Ojos Abiertos
Fanfiction¿Novio? ¿Novia? ¿Amigos? ¿Qué somos? 1 año, 11 meses, 2 días y un par de horas desde el crucero, casi dos años desde el primer te quiero y 6 meses desde la mágica noche entre nosotros. ¿Cómo habían ido las cosas hasta ese momento? El temor de volv...