Tus huellas en mi camino [SPENCER REID]

52. Ciclos

Mes 5

-¿Qué es lo que pasa aquí adentro? - preguntaba Spencer a mi barriga. Los mellizos estaban pateando en la mitad de la noche y no me dejaban dormir.

Mes 6

-Mar, para de cocinar, pareciera que vas a alimentar a un ejército.

- Quiero que nuestros amigos se vayan llenos a sus casas

- Bueno, se irán rodando

La verdad, es que la comida la estaba haciendo para mí, los antojos me ganaban.

Mes 7

-Estoy demasiado gorda, por eso ya no me quieres.

-Amor, yo te amo. No sé por qué piensas eso.

- Porque he visto como observas las fotos de las chicas de ese caso en Miami. Con esos cuerpos hermoso en bikini, bronceadas, con curvas.

- Mar, ella fueron descuartizadas.

-Sabes qué, mejor me quedo con mi cuerpo tal como está.

Mes 8

-Mi espalda me está matando, Spen.

- Acuestate y descansa. Deja ese trabajo para mañana - yo revisaba los casos que me habían mandado de la Casa Blanca para que diera mi opinión y forma de resolverlo.

- Es la única forma en que puedo trabajar en lo que me gusta.  No puedo ir a un juicio así - Señalé mi gigante estómago - nadie me tomaría en serio. Y obviamente no puedo atrapar criminales si no es rodando.

Spencer sólo se reía.

Semana 34

Spencer se había vuelto masajista profesional. Mis pies ya estaban hinchados y adoloridos y él siempre trataba de calmar mi dolor con masaje. No me quejaba.

Cada vez faltaba menos para ver a nuestros hijos y eso nos hacía estar ansiosos todo el día.

- Spencer. - digo de golpe.

- ¿Qué pasó? - pregunta asustado.

- Llama al 911 ya. Tendremos a los bebés - mi bolsa ya había roto y los dolores eran insoportables.

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Spencer estaba vestido de azul a mi lado. Yo estaba en la camilla ya anestesiada y lista para tener a mis hijos. Pero eso dolía demasiado.

- Ya debes pujar Mar- me dijo el doctor. Así lo hice. Pero dolía demasiado. Era un dolor inexplicable.

- Vamos mi amor, tú puedes.

- Claro, como soy yo la que está teniendo a nuestros hijos - el reía.

Y pujé, pujé, hasta que mis niños estaban uno en cada brazo. Eran hermosos y sanos. Al fin volvía a tener una familia.