Tus huellas en mi camino [SPENCER REID]

1. Perfecta

Desde que tengo memoria amo la música, y no es para menos ya que mi familia es cubana, llevan en la sangre el sabor y la música. Pero lo mío siempre fue el canto. Recuerdo cuando mi mamá ponía la música a todo volumen y comenzaba a bailar salsa, sus pasos eran maravillosos, ella se dejaba llevar por los tambores y las trompetas. Pero yo me centraba en la letra de la canción, claro que no entendía nada a los 3 años, aunque me aprendía las letras muy rápido y las cantaba todo el día.

Mi familia se dio cuenta un poco más tarde que mi pasión era la música. Cuando a los 10 años se presentaba en la escuela, una obra musical "Romeo y Julieta". Sí, yo fui Julieta, desde ese momento, en el que mi padre me escuchó, se le llenaron de lágrimas los ojos. Al siguiente día ya me había contratado a una de las mejores profesoras de canto en New York, ella era maestra en Julliard así que aprendí mucho. Al cabo de seis meses recibiendo clases diarias de lo que más amaba, mi padre me construyó mi propio estudio musical en casa. Toda mi vida había sido perfecta, un completo cuento de hadas. Hasta el día en que la música, me separó de mi familia.