45. No puede ser

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- Es incoherente lo que usted dice. Traer armas ilícitas no es ni nunca será ayuda para el gobierno, es más, sería poner en juego la seguirdad de millones de ciudadanos. - me encontraba en un juicio en Texas, ya era mi segundo día aquí.
Cuando terminó el juicio salí casi corriendo de la sala, directo al baño.
Vomité todo lo que había comido esta mañana. Desde mi llegada a Texas no me había sentido nada bien. Me habían autorizado a irme, pero yo quería terminar el juicio.
Salgo del baño, un poco mareada pero tratando de estabilizarme, creo que en serio necesitaba un médico.

- Mariana, ¿estás bien? - me pregunto Robert, mi compañero de trabajo.

- No, necesito ir al hospital. No me siento nada bien.

- Vamos, te acompaño- antes de que pudiera dar otro paso, me desmayé.

*************
Un teléfono sonaba, haciendo que mi cabeza vibrara. Me encontraba en una camilla de hospital. Vi a mi lado y allí estaba Robert.

- Despertaste - sonrió.

- ¿Qué pasó?- pregunté confundida

- Te desmayaste en mis brazos. Voy a llamar al doctor, me dijo que lo hiciera cuando despertaras.

Unos minutos después, el doctor entró.

- Buenas tardes, señorita Houston. Soy el doctor Smith.

- Buenas, ¿qué es lo que tengo doctor?

- Bueno, al parecer sus defensas están bajas, tal vez no come regularmente, ni cuida su sueño. Eso no es bueno para su estado.

- ¿Mi estado?

- Señorita, usted está embarazada-
Oh por Dios

Tus huellas en mi camino [SPENCER REID]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora