Tus huellas en mi camino [SPENCER REID]

54. Luna de miel

🔞🔞🔞🔞🔞🔞🔞Este capítulo tiene escenas eróticas. Lees bajo tu propio riesgo🔞🔞🔞🔞🔞🔞🔞

SPENCER POV

Subimos a nuestro auto y nos despedimos con la mano de todos nuestros invitados. Nuestros bellos hijos se quedarán con sus padrinos Will y JJ.

Ya en la carretera me pides que acelere a 200 km por hora, te vas emocionando mientras acelero, tomas mi mano derecha y la acaricias, nos miramos, sabemos a qué vamos, deslizas tu mano por mi entre pierna tocándome, me pongo nervioso, lo notas y ríes, sigo acelerando, tu siegues riendo, acaricio tu cara con ternura.

-¿A dónde vamos, Esposo?- me encanta como suena.

-Es una sorpresa, Esposa- toda la vida querré decirte así. Esta noche la pasaríamos en una cabaña cerca del aeropuerto. Y al otro día viajaríamos hacia Cuba. Esa era mi gran sorpresa. Tú no habías viajado a tu país hacía muchos años, desde la muerte de tus padres.

-¿Por qué estás tan callado, amor?

- Estoy ansioso, no estamos solos hace un año. No me malinterpretes, amo a mis hijos, pero realmente deseo este momento a solas contigo.

-Sí, nos merecemos esta luna de miel

Reímos sin explicación, simplemente estamos felices.

Cuando llegamos a la hermosa cabaña, en la puerta te tomo entre mis brazos y te beso lentamente, cuando entramos te deposito en la cama decorada con pétalos de rosa azul, tus favoritas; voy un por par de copas  y una botella de sidra fría, cuando vuelvo al cuarto me abrazas y nos vamos quitando la ropa lentamente, luego de un par de caricias y besos solo quedamos en ropa interior. No  hay más que decir, tomas mi miembro en tus manos, quieres sentirlo, eres muy maliciosa, veo tus pechos grandes y firmes como dos imponentes montañas, con mi boca los recorro como queriendo saciar la sed de algo que no puedo describir con palabras, te oigo gemir, no hay lugar de tu cuerpo que no recorra con mi boca, no hay lugar de mi cuerpo que tus manos no quieran tocar, somos sombras apunto de fundirnos en una sola oscuridad, entonces te abres en todo tu ser y yo como animal en celo me subo sobre ti y te hago mía entre gemidos y sudor, seguimos, sin detenernos, fundiendonos al fuego de la pasión carnal, del hambre que nos consume y que ahora estamos saciando como animales irracionales, y al final un orgasmo mutuo nos deja sin aliento, sin fuerza, nos miramos a los ojos, esto era lo que queríamos, aquí se sacia nuestro deseo, solo momentáneamente.

Nos quedamos dormidos abrazados el uno al otro, hasta el amanecer...