Unusual

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Dylan conducía a una velocidad normal hacia el instituto. Todavía no le había dicho nada sobre lo que intentó Josh anoche. No quería que por mi culpa se acabara su tan buena amistad. Eso sí, yo no pensaba perdonarle en mucho tiempo. También tendría que contarle a Karah con quién estuvo liada anoche, ya que posiblemente y teniendo en cuenta el nivel de alcohol en sangre que tenía esa noche, ni se acordaría. Y tenía que buscar a Lobo para agradecerle que impidiera que Josh se propasara conmigo. Había una pregunta que seguía rondando mi cabeza, ¿qué hacía él allí? Es decir, no creo que estuviera en la fiesta, ya que su ropa y su aspecto no eran los más indicados para la discoteca. Y además tampoco le veía como un chico al que le encantase beber, bailar y acostarse con una mujer distinta cada noche. Puede que solo estuviera de paso, pero no me explico que se le habría perdido en un pantano a doscientos metros del bosque. Pero lo que más me extrañaba era por qué se internó en el bosque tras ayudarme. Eso, sin duda, iba a averiguarlo, aunque para eso tuviera que... seguirlo.

Unos golpecitos en la ventana me hicieron volver a la realidad. Habíamos llegado, y Dylan golpeaba el vidrio de mi puerta para sacarme de mi trance. Bajé del coche y caminé junto a mi hermano. Aquella mañana llevaba una camiseta negra rajada por la espalda, unos pantalones rotos por los muslos y mis converse negras. Por supuesto, el collar que Emily me regalo hacía casi diez años adornaba mi cuello. Como creo que ya he mencionado, nunca jamás me lo quitaba.

Llegamos junto nuestros amigos, que ya habían empezado a fumar sin nosotros. Dylan y Josh chocaron los puños, como era común en ellos cada vez que se veían. Karah y Lauren nos saludaron con una sonrisa y un "Buenos días". Nada mas encender mi cigarro, pude notar la mirada de Josh fija en mí. Desvié la mirada hacia mis zapatillas y lo ignoré completamente. No estaba de humor para prestar atención a las conversaciones de mi grupo, así que volví a sumirme en mis pensamientos.

- Beth-me llamó Josh. Levanté la vista hacia él y le miré con furia-, ¿podemos hablar un momento?

-No-respondí seca mientras le daba una calada a mi cigarrillo.

- Por favor-suplicó. Genial genio, ya nos estaban mirando el resto.

- Josh, te lo dejé claro anoche. No quiero tener nada que ver contigo de ahora en adelante.

- ¿Os pasa algo a vosotros dos?-preguntó mi hermano, analizando a Josh con la mirada.

- Cosas nuestras, descuida-sonreí sin ganas-. Bueno, ¿qué decías, Karah?-cambié de tema.

- Pues que anoche ligué-dijo orgullosa-. Pero no recuerdo con quien-suspiro-. ¿Quién era? Sé que me dijo que también estudiaba aquí pero... ¡Agh, no me acuerdo!-suspiró rendida y reí- ¿Y tú de qué te ríes?

- Pues que anoche te vi con ese chico-su boca hizo una casi perfecta "O".

- ¡Dime quién era! ¡Dímelo!

- Wow, eres una desesperada-reí, a lo que ella respondió con un codazo-. Auch, desagradable-le saqué la lengua-. Créeme, no quieres saberlo.

- ¡Sí, si quiero!

- No, no quieres.

- Sí.

- No.

- Sí.

- No

- Dímelo.

- ¡Vale, está bien, pesada!-exclamé rendida. Ella sonrió satisfecha- Fue ese chico... James, creo que se llamaba-su gesto se desfiguró.

- ¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿Nerdy?! ¡No! Imposible, ¡mientes!

- No, no lo hago, o si no pregúntale a él. Mira por ahí viene-señalé al chico que se acercaba a nosotros, cargado de libros.

WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora