Arianna Elisabeth Smith. Una chica con un presente normal, un futuro por venir, y un oscuro pasado. ¿El causante? Emily.
Sus miedos:
El bosque.
La oscuridad.
Los lobos.
Ella les teme más que a nada en el mundo. Pero... ¿puedes enamorarte de tus mie...
Entré del brazo de Dylan en la discoteca. La llamaban del pantano porque estaba construida junto a un pantano, a las entradas del bosque. DEMASIADO cerca del bosque, para mi gusto. El olor a tabaco, alcohol y sudor empezaba a hacerse paso en mis fosas nasales, llenándolas y asqueándolas un poco. Me encantaban las fiestas, no os equivoquéis, ese es mi ambiente. Pero tanta gente siempre era un poco agobiante y el olor, repugnante. Buscamos a nuestros amigos entre la multitud, y por fin los encontramos pidiendo bebidas en la barra. Nos acercamos a ellos y pedimos también de beber.
- Me alegra saber que me haces caso-dijo Josh en mi oído, con una pícara sonrisa en la cara. Sonreí ante su comentario.
Esa noche llevaba un vestido negro de tirantes con escote, pero sin pasarse, no soy ninguna fresca. La falda me llegaba por encima de las rodillas y las sandalias de tacón negras que llevaba me hacía parecer unos centímetros más alta.
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Junto a Josh se encontraban Lauren y Karah. Lauren llevaba unos pantalones cortos plateados, una blusa blanca vaporosa sin mangas y sus inseparables Vans. Karah vestía una falda que le llegaba palmo y medio por encima de la rodilla y una camiseta rosa salmón de escote corazón. No seríamos las más elegantes a la hora de vestirnos de calle, pero sí que sabíamos arreglarnos para las fiestas.
- Necesito mover el esqueleto, ¿quién me acompaña?-dijo Lauren animada.
- Llévate a Dylan, que me estoy temiendo ya que termine en una fuente-reí. Le quité la cerveza a mi hermano y lo empujé con Lauren. Tres segundos después se perdieron entre la gente.
- Me voy a buscar alguien que me entretenga-dicho esto, Karah se marchó de caza, cubata en mano. Uh... conociéndola se emborracharía muy pronto.
- Y tú te vienes conmigo-me ordenó Josh mientras tiraba de mi brazo, llevándome hasta la pista de baile.
Estábamos dentro de aquel barullo, bailando al son de la música. "Star ship" de Nicky Minaj sonaba a través de los altavoces. El ritmo movido y la pegadiza música de la canción hacía que todo el mundo se emocionase y bailase animadamente. Y nosotros, por supuesto, no éramos la escepción. Sus manos estaban en mis caderas, y estas se movían siguiendo el ritmo de la melodía. El efecto del alcohol empezaba a hacer mella en nosotros.
- Hey Beth-dijo su voz cerca de mi oído, con la respiración acelerada-, ¿vamos fuera un rato?
- Claro-contesté. Su mano tomó la mía y me condujo fuera.
En el exterior, hacía frío y estaba oscuro. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al ver el bosque tan cerca. Todo se mezclaba como un cúmulo de cosas sin sentido en mi cabeza. Casi todas las personas que conozco no entiende por qué le tengo miedo a la oscuridad, terror a los bosques, y pánico a los lobos. Es decir, todos temen a que un lobo les pueda atacar, pero yo lo llevaba a un punto casi... extremo.
Las manos de Josh aferraron con más fuerza mis caderas, pegando mi espalda al frío muro exterior de la discoteca. Su cuerpo agitado se pegó al mío y sus labios se fundieron con los míos en cuestión de segundos. Al principio me sorprendió la dureza que estaba usando, pero pronto le seguí el beso. Sus manos recorrieron mis curvas y pararon en un punto de mis nalgas. Las apretaron con fuerza, provocando que un pequeño jadeo dolorido saliese de mis labios.