Atraction

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El resto del fin de semana pasó sin gracia ni gloria. Desde el "incidente" del sábado no había vuelto a hablar con Lauren y respecto a Dylan... bueno, a él lo había castigado sin salir de su cuarto y sin ningún tipo de contacto con el exterior. Ya sé, yo poniendo castigos, muy cómico. Pero teniendo en cuenta que era la única presencia femenina en casa, debía asumir algunos papeles que no iban muy acorde conmigo. Como, por ejemplo, el de madre sustituta pone castigos y fastidia polvos. Aunque a pesar de lo que dijera, Dylan encontraría la manera de saltarse el castigo. Eso sí, yo no iba a ponérselo nada fácil.

En fin, ya era lunes, sin duda el día de la semana al que más asco le tenía. Los lunes, mis neuronas aún estaban puestas en el sábado y el domingo. Debajo de mis ojos, había unas notorias ojeras, apenas malamente tapadas con maquillaje. Mi pelo, recogido en una trenza mal hecha y mi ropa, bueno, mi ropa siempre era lo mismo, así que eso no variaba mucho. Realmente, odiaba los inicios de semana.

Aquel día llevaba una sudadera que dejaba ver mi barriga, negra con una inscripción en blanco, unos vaqueros rajados por las rodillas, unos botines de cuñas negros y grises y una gorra de Mickey Mouse. Como creo que ya dije, llevaba mi pelo recogido en una trenza. También llevaba unas gafas de sol. Seguramente os extrañe que las use, ya que en este pueblo, el sol se hacía de rogar. Pero era lo único que disimulaba más o menos bien mi cara de mapache cabreado con falta de sueño que todos los lunes por la mañana llevaba al instituto.

 Pero era lo único que disimulaba más o menos bien mi cara de mapache cabreado con falta de sueño que todos los lunes por la mañana llevaba al instituto

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Como siempre, mis amigos estaban en el parking de las motos fumando. Dylan y yo nos acercamos a ellos con nuestros cigarros prendidos y nos unimos al grupo. Me sorprendió bastante no ver a Karah allí fumando también, puede que seguramente se hubiese quedado dormida. En verdad, tenía bastantes ganas de verla para poder así comentar lo de Lauren con mi hermano y preguntarle por lo suyo con James. Seguro que ya lo habrían aclarado todo y ella lo habría mandado a paseo, como siempre hacía con los chicos, como era normal y habitual en ella. La misma Karah lo decía: "las relaciones son para los imbéciles bajos de autoestima. Es mejor ser un alma libre y no tener ataduras". Y cuanta razón llevaba. Ni yo misma lo hubiese explicado mejor. Estaba totalmente de acuerdo con su forma de pensar.

- Buenos días-dijeron Josh y Lauren al unísono. Esta bajó la mirada cuando Dylan le guiñó un ojo.

- ¿Y Karah?-pregunté.

- Por ahí viene-respondió Josh. Volteé para ver a una Karah cansada y con ojeras, cigarro en mano, obviamente.

- Hola-saludó seca.

- ¿Y ese humor?-preguntó mi hermano.

- Es el de siempre idiota.

- Karah, tenemos que hablar, ya-ordené, apartándolas a ella y a Lauren del grupo.

- ¿Qué tal el fin de semana?-preguntó Karah.

- Estuvo... interesante-respondí, mirando a Lauren de reojo.

- ¿A quién se tiró?-dijo tras seguir la dirección de mi mirada.

- A Dylan-respondió ella con normalidad. Nuestra amiga abrió mucho los ojos y sonrió pícaramente.

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