Rejected

41 4 0
                                    

Una vez feliz de nuevo, el instituto dejaba de parecerme una cárcel como la de Alcatraz. Ya tenía más que claro que mi estado de ánimo dependía de la situación de mi relación con Lobo. Es decir, si estábamos bien estaba contenta y si nos habíamos peleado andaba hecha un basilisco. A partir de ahora, tendríamos que andarnos con mucho ojo. ¡Ya me había cansado de parecer una maldita bipolar! Parece que no, pero cansaba y mucho.

Para aquella jornada escolar había decidido ponerme una sudadera negra donde ponía "Dibs on the whole band", unos pantalones vaqueros un poco rotos, unas botas de lana negras y mi abrigo verde camuflaje. ¿Maquillaje? No, eso no iba conmigo. Sólo un poco de delineador y listo. ¿Y mi pelo? Recogido en una trenza de raíz.

La semana anterior me había arreglado con Lobo, por lo que hacía ya varios días que nuestros encuentros seguían

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La semana anterior me había arreglado con Lobo, por lo que hacía ya varios días que nuestros encuentros seguían. Como el de el descanso para almorzar de aquel miércoles. Los besos y caricias no cesaban y no lo cierto era que no me importaba que no llegáramos a más. Ahora entendía a esas chicas de las películas cursis para adolescentes cuando decían que cuando hay amor, el sexo sobra. Pero ahora ya había terminado el instituto por el día, y como Dylan había quedado con Josh para ir a no sé dónde me tocaba esperar a mis amigas y rezar por que alguna de ellas aceptara acompañarme a casa.

Sonreí al ver a Lauren salir del edificio. Nuestra relación de amistad se había fortalecido desde que sabía la verdad sobre sus orígenes. Ella me había confirmado que no recordaba nada, pero que había veces que soñaba con caras, cara desconocidas que le hablaban con dulzura. También se juntaba más con Lobo, pero siempre en lugares apartados, poco tiempo y una vez al día, todo eso para no levantar sospecha y que les pillaran la verdad. En varias ocasiones había intentado sonsacarle el verdadero nombre de Lobo, pero según ella no se acordaba y él no se lo dijo, además de que le hizo prometer que si lo recordaba no lo desvelase por nada del mundo. Extraño, ¿verdad? Más que un perro verde.

Ella caminó en mi dirección en cuanto me vio. Me saludó con un movimiento de cabeza y de apoyó a mi lado -ambas en una pared-.

- Atenta a esto, hay novedades-habló-. He visto a Karah hablar con James en el descanso. Bueno, hablando... más bien discutiendo.

- ¿Y eso?-dije sorprendida.

- ¿Recuerdas todo eso de que la evitaba y no le hablaba desde que se acostaron juntos?-asentí- Pues parece que nuestra querida amiga se ha hartado de esa situación y le ha puesto los puntos sobre las is.

- ¿Y sabes qué pasó después?

- El chico le ha pedido que no lo busque más, que lo que quiera que sea lo que estuvieron teniendo se acabó-abrí mis ojos al tope, sin dar crédito a sus palabras.

- ¿Me estás diciendo que Nerdy, el chico tímido y estudioso de mi clase de matemáticas, ha rechazado a Karah, nuestra ardiente y alocada amiga roba-virginidades?

- Exactamente. Karah ha sido rechazada por un cerebrito.

Quería decir algo más, pero preferí callar al ver a Karah andar a grandes zancadas y con cara de pocos amigos hacia nosotras. Una vez llegó a nuestro lado, tiró su mochila junto a ella bruscamente y sacó un cigarro de su paquete, prácticamente vacío. En ese momento caí en la cuenta que desde que tenía una relación extraña y secreta con el conserje, el número de cigarros que me fumaba a la semana había disminuido notoriamente.

WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora