Lina, Steffanie, Melanie, Katie, Megan, Ylenia... ¡Ah, ahí está! ¡Por fin! Tras mucho tiempo buscando a Lobo -y con mucho quiero decir desde que acabaron las clases hace quince minutos- lo encontré oculto entre un mar de chicas ligeritas de ropa. Normal que no lo encontrara enterrado bajo tanto cuerpo polioperado. Caminé decidida hacia él y al tubulto de gente que lo rodeaba, dispuesta a hablar con él y, ya de paso, espantar a todas esas cabezas huecas.
Una vez que llegué allí, el pobre conserje estaba prácticamente sepultado bajo un mar de mujeres. Aclaré mi garganta para llamar la atención de todas ellas, pero con tantos grititos agudos apenas yo misma pude oírme. Rodé mis ojos y, sin ver otra opción válida, metí mis dedos índice y pulgar derechos en mi boca y silbé lo más fuerte que puede. Esta vez sí que se giraron para mirarme, como siempre, con la sensación de superioridad en sus ojos.
- Desfilando chicas-dije-, tengo un asunto que tratar con el conserje.
- ¿Y por qué deberíamos irnos?-dijo una de ellas con cara de asco hacia mi persona.
- Oh, pues no sé. Tal vez... ¿porque lo digo yo?
- No nos vamos a ir-repone una morena, sacando pecho orgullosa.
- Bueno, allá vosotras, pero vais a perderos el cargamento de pescado que acaban de llevar a la cafetería.
- ¿Y por qué debería importarnos?-vuelve a intervenir la primera.
- Como sois gatas en celo supuse que eso os gustaría... entre otras cosas-dejé la frase en el aire, para ver si alguna lo pillaba. Aunque no muchas lo captaron, todas se sintieron ofendidas de igual manera.
- Tú no tienes derecho a venir aquí, insultarnos y echarnos como si nada-inteviene ahora Lina, la "líder" de la manada.
- Oh, vamos. ¿En serio creéis que el chico disfruta de vuestra compañía y que quiere estar con vosotras? Por favor, ¡no es tan estúpido!
- Tú no lo sabes.
- Preguntadle a él-todas voltearon sus cabezas hacia el chico, que miraba la escena algo confuso. Su expresión me causaba gracia, con los ojos muy abiertos y moviendo la boca como un pez sin saber muy bien qué pensar o decir. Incluso tuve que esforzarme para no reírme.
- Eh... yo creo que... ah...-balbuceó. Sí, definitivamente lamentaba no tener una cámara a mano- Será mejor que hable con la Sñrta. Smith a solas y solucionemos de una vez el asunto que le espina-dijo tras aclararse la garganta-. ¿Nos disculpais un momento chicas?-intentó ser amable. Eso e asqueó, pero al menos las chicas se fueron. Indignadas, pero se fueron.
Una vez solos, Lobo se giró hacia mí. Su mirada me penetraba, me traspasaba como si de agua se tratara. Contuve los escalofríos que amenazaban con aparecer en mi cuero, pero no pude evitar que la piel de gallina de apoderara de mí.
- ¿Qué quieres?-dijo por fin, rompiendo el silencio que tan incómodo se estaba volviendo.
- Hablar contigo.
- Ya, ¿pero sobre qué?
- Sobre lo de esta mañana-suspiró, cruzando sus brazos y fijando su vista en el horizonte y luego en el suelo-. En serio, lo siento mucho, no era mi intención dejarte plantado.
- ¿Por qué?-volvió a fijar su mirada en mí, directa a mis ojos.
- Lauren me arrastró prácticamente hacia donde Karah se encontraba porque tenía que contarnos algo. Intenté ir, te lo juro, pero ella no me lo permitió.
- ¿Lauren? ¿En serio? ¿Esa es la mejor excusa que tienes? No la culpes a ella por algo que has hecho tú.
Y ahí mi garganta se secó y mis ojos casi se salen de sus órbitas. O sea, ¿qué? ¿Intento arreglar todo eso y él me viene con esas? ¿Qué mosca le había picado? Eso no me lo esperaba. Fue una sorpresa, y no de las agradables precisamente.
- Pero, ¿quién diantre te crees que eres para hablarme y tratarme de esa manera?-he ahí mi enfado provocado por él mismo saliendo a la luz poco a poco.
- ¡Tu...!-se cayó al darse cuenta de que había elevado el tono de su voz y volvió a hablar, esta vez más bajo- Tu amante.
- Exacto, sólo eso. No tienes derecho a decirme todo eso. Además, yo hago lo que me dé la gana, y si no te gusta, pues te aguantas.
- ¡Maldición! ¡Y tú no te atrevas a meter a Lauren en todo esto!-ahí estaba de nuevo. Ese grito, ese gruñido, ese ladrido, ese aullido parecido al que sale de la garganta de un lobo furioso. Otra vez, eso que tanto me aterraba. Di unos pasos atrás, sin importarme mostrar el miedo que sentía en ese momento.
- ¿Quién eres? ¿Qué eres?-tartamudeé. Porque fue ese el momento en el que me dí cuenta. Entonces lo entendí: él la quería a ella, no a mí.
- Yo...-su rostro ahora era de confusión, supongo que por mi pregunta. Su mirada reflejaba arrepentimiento, pero eso a mí ya no me importaba- No quieres saberlo-confesó tras suspirar.
- Te equivocas. Una vez más te vuelves a equivocar.
Iba a hablar, juraría que iba a hacerlo, pero entonces una voz nos interrumpió.
- ¡Lobo!-gritó un chico mientras corría hacia nosotros. Parecía menor, pero era bastante mono. Pelo y ojos castaños, buena musculatura... Pero en ese momento no estaba muy por la labor de analizar su buen físico a fondo.
- Sammy, ¿qué haces aquí?-dijo Lobo, entre sorprendido y enfadado. Ahora lo reconocía, era Samuel Hills, de segundo.
- Tienes que venir conmigo, y rápido. Es urgente.
- ¿Por qué? ¿Qué ocurre?
- Es ella, está pasando otra vez.
No necesitó decir nada más. Toda la anatomía se tensó, y supe por su forma de mirarme que algo no iba bien. Obviamente, no le pregunté el por qué.
- Hablaremos en otro momento-y sin esperar una respuesta por mi parte, salió corriendo hacia fuera del recinto del instituto con Sammy detrás.
Me quedé allí confusa y descolocada. Estaba congelada, paralizada, no podía moverme de mi lugar. Es como si mis pies hubieran echado raíces y se hubieran quedado clavados en el suelo. No entendía nada. Pero algo sí estaba claro. Esa palabra rondaba por mi cabeza y taladraba mi mente sin piedad:
Ella, ¿quién sería?
——————————————————————————————————————————————————————————————————————-
Nuevo cap!! A partir de aquí las cosas se van poniendo un poco más interesantes.
La foto es de Samuel Robert Hills.
Gracias por leer y por vuestro apoyo, no tenéis idea de lo que significa para mí.
Gracias por todo <3
Bsos:
Graeka :3
ESTÁS LEYENDO
Wolf
Teen FictionArianna Elisabeth Smith. Una chica con un presente normal, un futuro por venir, y un oscuro pasado. ¿El causante? Emily. Sus miedos: El bosque. La oscuridad. Los lobos. Ella les teme más que a nada en el mundo. Pero... ¿puedes enamorarte de tus mie...