Sherlock 2 : Las Historias De Amelie.

Episodio 2, parte 1

La vida en Baker Street era asombrosa. Amelie no sólo había encontrado a su padre sino que había encontrado una familia. Para ella los Watson, la sra. Hudson, Lestrade y Molly Hopper se habían convertido en la familia que nunca tuvo.
A los pocos días de llegar, Rosie obligó a Amelie a salir de compras, ya que esta solo tenia ropa usada y fea. No solamente gastaron la tarjeta de John en ropa,sino tambien en un nuevo celular para Amelie.
-Para resolver crímenes debemos estar conectados ¿no?
También, rápidamente, Amelie comenzó a ir a la escuela. La misma que Rosie. Al principio tuvo algunos problemas con los profesores, ya que a esta le cuesta mucho mantener la boca cerrada, igual que el padre. De alguna manera, Amelie conoció a un chico llamado Thomas, él cual se convirtió en el único amigo de su clase. Ellos estaban juntos todo el día...
Una semana después de la adopción, llegaron a Baker Street dos personas mayores, los cuales Amelie dedujo rápidamente que eran los padres de Sherlock. Apenas si abrieron la puerta cuando la madre de Sherlock gritó:
-¡Ay,mi preciosa!- Los ojos de Amelie se abrieron-Mi primera nieta...-"Ok."Pensó" ¿Estos son mis abuelos? ¿Qué hicieron para tener dos hijos tan raros?". La sra. Holmes le pellizcó las mejillas-Es igual a ti,Sherlock. No tiene mejillas que tomar. Cuando eran pequeños tenía que conformarme con las de Mycroft. Él si tenia mucho.
-Me imagino-Contestó la niña. En su padre se escapó una muy pequeña sonrisa.
Los Holmes eran muy adorables. La trataron muy bien.  Bueno, eran sus abuelos y la función principal de los abuelos es mimar a sus nietos.
-Así que...¿tu también eres inteligente como tu padre?
-No, no soy como él. Soy mucho mejor-Todos sonrieron.-A propósito ¿Me pueden decir la fórmula que utilizaron para hacer androides como sus hijos? Porque prácticamente son robots.-Los Holmes se rieron.
-Si bien, bien-dijo Sherlock mientras pegaba la cara de su hija contra su pecho para que se callara.
-No es muy parecida a ti- le dijo su padre a Sherlock.
-No, no lo es claramente.
-Mentira. Tiene los mismos pómulos, la misma nariz y el pelo. Los hijos no tienen que ser igual a sus padres...
-¡Excelente! Asi se habla abuela.- Al mencionar la palabra "abuela", la sra. Holmes abrazó con mucha fuerza a su primera y muy seguramente última nieta.

Varias horas después, llegó al departamento el detective inspector de Scotland Yard.
-Si, si, si. ¡Un caso complicado!
-¿De qué se trata?-preguntó John.
-Ya lo verán...-
Llegando a la escena del crimen, Sherlock fue directo al cuerpo. Era un hombre, con un corte en el cuello, pero lo que le llamó más la atención al detective fue que llevaba reciduos de lapiz labial.
Amelie y Rosie por otro lado, estaban paradas a un costado. No porque no quisieran investigar, sino por el mensaje de texto que habían recibido.
"Bienvendias a mi juego. Presentado a Rosie Watson y Amelie Holmes, nuestras dos queridas participantes. ¡El juego ha empezado,señoritas! 
Estas son las reglas: Cada vez que reciban un mensaje mio, deberan resolver el caso adjunto, si no lo logran...sufrian consecuencias.  Es como verdad o reto, ustedes me dicen la verdad acerca de un caso o sino habrá una consecuencia.
Creo que es obvio que no pueden decir una palabra a nadie, ya que de esta manera quedan descalificadas y con una consecuencia mucho más grande.
Recuerden que las estoy vigilando.
Atentamente,
~BlackWhite"

Ambas niñas se quedaron paralizadas. ¿Un juego? ¿Vigiladas?¿BlackWhite? El cerebro de Amelie intetaba desifrar quien era esa persona.
-¿Amelie?- La despertó Sherlock de su sueño. La joven se acercó al cadáver. Le pidió unos guantes a un policía y comenzó a tocar el cuello-¿Y bien?¿Dedusite lo que yo ya descubrí?- Esa arrogancia molestaba mucho a Amelie.
-Claro. La sangre esta cuagulada desde hace tiempo. Lo que quiere decir que este corte es post mortem. No es la causa de muerte.
-¡Excelente!- exclamaron John y Lestrade. Sherlock al contrario no dijo nada.-Entonces ¿Cuál es la causa de muerte?
-No tengo idea. Pero eso no me interesa. Lo interesante en este caso es el lapiz labial.
-Quizás besó a una chica- dijo John.
-Claro que no. No queda de esta manera.
Sin decir palabra, viendo todo lo que quiso ver, Sherlock se retiró.

Rosie estaba muy asustada. Amelie no parecia estarlo. Pero ella estaba muy mal. Nunca la habían molestado, no de esta manera.  Solo un chico de su escuela, Michecole Rivers que la molestaba desde tercer grado. Solo por ser un poco rara. En todo el viaje de vuelta se quedó callada, pensando.
Ya en Baker Street, Sherlock dividió las tareas.
- Amelie, Rosie, ustedes van a hablar con la esposa. John y yo iremos a analizar los reciduos de lapiz labial.
- Mejor que nosotras fueramos a hablar con la mujer. Porque seguramente serias un desastre y la lastimarias más de lo que ya está.-Murmuró Amelie.

La casa de la victima, Charles Carlson quedaba en un barrio en los suburbios. Golpearon a la puerta y apareció una mujer, de unos cuarenta años. Lucia demacrada. Había llorado mucho.
-Buenos días-saludó Amelie.- Soy Amelie Holmes, la hija de Sherlock Holmes y ella es mi... Compañera Rosie Watson. Estamos investigado el caso de su esposo.- La mujer las dejó pasar.
-Me encantó como sonó eso- susurró Rosie.
-A mi también.
Las tres se sentaron en la sala.
-No quiero sonorar mal pero ¿por qué no está Sherlock Holmes aqui?
-Decidimos que seriamos nosotras las que hablaramos con las personas y que él analizara los objetos. Créame, es mucho mejor para usted.
Las niñas la interrogaron. Habló sobre todo sobre lo dulce, confiable y buena persona que era. Le preguntaron si tenia enemigos, a lo cual contestó que no.

Amelie y Rosie volvieron a su casa sin nada en las manos. Sin embargo no fueron las únicas.
-Por tu cara me doy cuenta de que no encontraron nada.-dijo Rosie
-Nop-Saltó Sherlock de su sillón- Aún no tengo resultados. Pero los tendré mañana.
-Ahora vayanse a la cama- dijo John.- Mañana hay escuela.