Episodio 4, parte 2

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Amelie despertó sobresaltada. Sentía algo humedo en la cara. Olía a saliva. Su mente recién lavantaba rezaba porque no fuera su padre chupandole el rostro. Abrió los ojos para ver un pequeño perrito marrón. Era mezcla caniche con otra raza que ella no conocía. Lo tomó en brazos y bajó a la sala.
-Dudo que sea mi regalo de cumpleaños adelantado. - Nadie en Baker Street queria tener un perro. El departamento era bastante pequeño para cuatro personas. Pero el valor sentimetal (Amelie dudaba que Sherlock lo sintiera) que tenian hacia esa casa era más importante.
-No, claro que no. - Mustió Sherlock.-Es evidencia.
-Oh... Ya entiendo. El cabello que encontraste es de ella.  Y como no luce como una perra con hogar el criminal la debió estar usando.
- Pensaste bien, querida -¡Otra vez esa sonrisa de costado!  A ella le molestaba. Le molestaba que sonriera tanto. No estaba acostumbrada a ver gente feliz.
-No me llames querida- Eso era una frase de un libro que había leído un par de días atras. Cada vez se hacía más y más fanatica de ciertos libros, lo cual la llevaba a hablar horas con Rosie.
Tomó el desayuno con el perro revolotando por alrededor. Era muy tierno, no como los perros de la calle que ella había visto. Esos lastimaban esta apenas si te hacía cosquillas.
-¿Cómo es que la conseguiste?
-Por mi red de indigentes- A continuación describió, lamentablemente, con todo detalle sobre su red. Amelie revoleó los ojos. Volvió a tomar a la perra en brazos.
- Te llamare... Wicked (Cruel).
-¿Wicked?- Exclamó Sherlock como si fuera algo repulsivo.
- Si. Es que soñé con la Bruja Malvada del Oeste (The Wicked witch from the West) Leer y mirar muchas películas si que me está afectando...

Al poco rato de la conversación de Sherlock y Amelie, Rosie y John se les unieron.
- Entonces ¿Como harás para descubrir al culpable con un perro? - Pregunto Rosie.
- Wicked- Empezó Sherlock con un tono raro en su voz- será de mucha utilidad.- Y freno. Amelie soltó una carcajada.
- Todo el mundo sabe que la perra fue quien robó el collar ¿verdad? - Todos la miraron incredula. Suspiró.- Obviamente la utilizaron para entrar y tomar el collar. Y me reí porque me di cuenta de que mi papá no sabe que hacer con ella- Él la miró furioso.
-¿Vos tenes un plan?- Dijo John.
-Claro. Será como... Un experimento.

Unas horas más tarde, despues de almorzar, toda la familia y Wicked se dirigieron a la mansión donde ocurrió el robo. Amelie tomando el rol de lider, llamó a todo el personal de la casa más algunos vecinos. Los acomodó en una fila sin que el perro los viera. Cuando ya todos estaban acomodados, soltó a Wicked y le ordenó "Ve con tu dueño".  El perro corrió hacia el mayordomo saltándole. Este se asustó y comenzó a escapar. John salio volando y atras suyo su amigo. Ambas niñas se quedaron donde estaban.
- Como en las novelas.- Soltó Rosie.- ¿Cómo sabías que era alguien de acá?
-Bueno. Sabía que no era un ladrón profesional. Si lo fuera habría matado al perro tiempo atras. No era alguien profesional. Luego pensé que esta persona sabía a la ubicación exacta del collar. No hay forma que alguien viera a la marquesa Blue por la ventanta, de modo que el culpable ya sabía exactamente donde lo dejaría. Lo demás pura suerte. Mis deducciones tranquilamente podrían ser incorrectas.
- Pero la suerte estuvo de tu lado Bromeó hablando suavemente y abriendo los brazos de forma dramatica. Definitivamente estaban muy obsecionadas con los libros.

Después de todo, la familia comenzó a buscar por toda la habitación del mayordomo por el collar. Sherlock lo encontró rápidamente detrás de un reloj de pared.
Este parecía molesto. Confuso mejor dicho. No le gustaba que su hija lo supere. Había conseguido resolver el caso muy rápido. Igualmente estaba orgulloso de que lo resolviera. Le gustaba que intelectualmente haya salido a él. Lo físico lo heredó de la madre. La madre, la madre... Debía encontarla. Solo para hacer feliz a su hija. Después de todo, si Sherlock y Amelie hicieran equipo resolverian casos en un dos por tres.

Antes de volver a Baker Street, pararon en un restaurante para comer y charlar bastante. Por lo que llegaron a su casa algo tarde. Mas o menos a las 21:00. Rosie intentaba ocultar la emoción, aunque sabía que su hermana lo notaría.
En efecto,lo hizo. Sin embargo fingió no darse cuenta. En realidad, todos esperaban a que sean las 00:00.
Amelie no prestaba atención a la hora. Nunca le importó mucho su cumpleaños. Comenzó a leer un libro nuevo. Le gustó tanto que se fundió en sus páginas. Era el calco de Sherlock mintras estaba en su palacio mental: Ignoraba a su alrededor y viajaba entre palabras.
Para la suerte de todos, Amelie estaba tan concentrada que no se percató de la hora ni que Rosie, John y su padre habían bajado las escaleras y que ahora las subian con la Señora Hudson.
Amelie fue sacada bruscamente del libro porque Rosie se le tiró en sima gritando "¡Felíz cumpleaños!Felíz cumpleaños!" Ella le dio una bolsa que Amelie dedujo que era un vestido.
-Para que lo uses mañana.- Le dijo John.
- ¿Mañana? No me digan que hiceron una fiesta.
- No, tranquila. Sólo invitamos a Molly y a Lestrade ¿Te parece bien?

Al día siguiente se levantaron de muy buen humor. Hasta Wicked (la cuál habían conservado un tiempo hasta encontrarle un hogar) festejaba. Cuando Molly vio a la perra la abrazó con fuerza y le hizo muchos mimos. Rosie y Amlie compartieron la misma idea.
- ¿Por qué no te la quedas?- Le preguntó la mas pequeña.- Se llama Wicked.
- ¿En serio? ¿Me ma regalarían? ¡Muchas gracias!
La "fiesta" duró dos horas y más que una fiesta fue una reunion. Igual que quería la cumplañera. Unos minutos antes de que termine, la señora Hudson subió el pastel. Era bastante simple de chocolate con letras verdes que escriban "Felices 14, Amelie".
Sopló las velas no sin antes pedir un deseo. Si bien no creía que se cumplieran deseó simplemente esto: La verdad sobre sus raíces.  Algo tan secillo como la verdad pero tan enredado como su pasado...

Sherlock 2 : Las Historias De Amelie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora