KATNISS Y PEETA:SU NUEVA HISTORIA (Editando.)

CAPITULO 2

El viento frio, caracteristico de las altas horas de la mañana, rodea mi cuerpo. Las hojas en los arboles se mueven junto a el, dejando que su aroma sea llevado por el viento. Pino y rocio fresco. Me pongo a caminar, evitando mas distracciones, hasta llegar al tronco hueco aun lado del camino.

Me arrodillo junto a el y, con cuidado de no romperlo, saco el arco y carcaj de flechas. Coloco el carcaj sobre mi hombro y tomo el arco en una de mis manos antes de ponerme de pie. Ambos son muy valiosos, ya que mi padre los trajo para mi cuando yo tenia apenas 12 años. En el dia de mi primer cosecha.

Los nervios y preocupaciones vuelven, siendo incapaz de dejarlas al otro lado de la valla. Prim, mi pequeña hermana, hoy debe enfrentarse a la cosecha por primera vez. Aun temo, que al llegar el momento, su nombre sea llamado ante todo el Distrito. Trato de olvidar todo eso, aunque sea por un momento, y seguir caminando.

En poco tiempo, luego de cruzar algunos arboles y arbustos, llego a mi lugar de encuentro con Delly. Ua pequeña pradera rodeada de altos pinos, con una hermosa vista de las montañas. Me siento sobre una gran roca junto al tronco de un arbol y espero por Delly. Al igual que cada dia de Cosecha, ninguno de los dos tiene suficiente animos de cazar, pero es la necesidad la que nos impulsa. Aunque no me sorprenderia que no llegara. Ya que, hoy es el segundo año de su hermano menor, Rory, quien tiene 4 papelitos en su contra. Dos, correspondientes a su edad, y dos mas ya que al ser una familia mas grande, el tambien ha tenido que pedir teselas. Algo, que me he asegurado, Prim jamas tenga que hacer.

Las teselas son un suplemento de granos y aceite a cambio de colocar tu nombre una ves mas en el sorteo, los cuales son acumulativos. Por eso, yo con 16 años tengo 22 papeles con mi nombre que entraran hoy en las urnas y Delly, quien tiene que dar de comer a 5 bocas, no quiero ni pensar cuantas veces su nombre entrara esta vez.

Estaba tan inmerso en mis pensamientos, que el crujir de una rama me sobresalta. Reaccion de forma involuntaria, tomando una flecha y preparandola en el arco. Un movimeitnos de mis dados y la flecha se disparara.

-Tranquilo, Peeta.- Suena la voz asustada de Delly, quien me mira con cuidado hasta que baje el arco.- Solo soy yo.- Agrega, acercandose con mas tranquilidad, al ver que me vuelvo a sentar.

-Lo siento, Dellt.- Le digo un poco avergonzado, observando mientras ella se sienta a mi lado. Se deja caer junto a mi, colocando su bolsa de caza a un lado.- Estaba pensando en la cosecha, en Prim, en ti. No podia evitarlo.

-Esta bien, Peeta.- Dice ella con tranquilidad, pero noto como sus mejillas toman un leve color rojo y sus ojos se bañan en tristeza. La acerco a mi, abrazandola por los hombros, haciendola sonreir y yo le respondo el gesto. -Ya hemos pasado atravez de tantas cosas que estoy segura que juntos enfrentaremos esto.- Agrega, sonriendome mientras toma mi mano con la suya.

Mis nervios se calman, ya que ella tiene razon. Enfrentaremos la Cosecha juntos, como siempre lo hemos hechos desde niños. Se que Delly asi lo siente, por lo cual le develvo la sonrisa. sinceramente. Ella suelta mi mano y se mueve un poco para tomar su bolsa de caza.

-¿Quieres ver lo que caze?- Me dice con la alegria de una niña, sus ojos brillando nuevamente con esperanza. Ella revisa en su bolsa de caza, hasta que parese haber encontrado lo que buscaba.- ¡Aqui esta! Pero cierra los ojos antes de verlo.-

Hago lo que ella me pide, cerrando mis ojos, mientras me callo una carcajada. De las cosas que mas he disfrutado, es ver a Delly asi, sonriente y sonrojada como cuando eramos niños. Siento como coloca su mano suavemente sobre mis ojos, asegurandose que no vea nada.

-Ya puedes ver.-

Rapidamente ella quita su mano de mis ojos y yo los abro.Veo ante mi una hogaza de pan, no las feas barras duras que hacen con las tesela, este es pan hecho en la panaderia, atravezada por una flecha.

-Felices Juegos del Hambre...- Comienza, imitando el raro acento de los Capitolinos, mientras corta el pan y me da la mitad de este.

-Y que la suerte este siempre de su lado.-Termino yo la frase con el mismo acento chillon, antes de darle un gran mordisco al pan.

Nuestras risas no tardan en llegar, llenando el silencio del bosque, anunciando nuestra presencia.