17. Día 1.3

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Vi a Bill llorando sin poder decir palabra alguna, esperaba él dijera algo, pero su llanto no paraba.

Puse su cabeza en mi pecho y rápidamente pude sentir como mi blusa se humedecía, el solamente ocultaba su rostro con la palma derecha.

En segundos, se volteó y apoyó su mentón en mi hombro izquierdo. Yo solamente lo abracé, mientras acariciaba su delicado cabello.

- ¿Qué pasa Bill? - pregunté mientras cerraba mis ojos.

- Es que... - dijo para volver a caer en llanto.

Internamente se quebraba algo, un sentimiento combinado de ira con resignación, lo que llamo impotencia de verlo así.

Lo abracé mientras el solamente lloraba y su lamento a mi oído.

Miraba el reloj del auto y pasaban lentamente los minutos, más porque no sabía que sucedía con él.

Después de un rato, se separó de mi, para poner su mano izquierda sobre el volante y su palma derecha tocaba su boca.

- Dime, que pasa... - susurré - me duele ver que estas así, dime si puedo ayudar - terminé.

- Es.. Qué.. Falleció.. Mi.. Mejor amigo - Dijo serio, mirándome con sus ojos hinchados.

- ¿Cómo fue? - dije levantando mis cejas.

- Dice Alexander que salieron a una fiesta, cuándo lo dejó en casa, se quedó dormido manejando y se volcó - dijo mientras tragaba saliva.

- ¿Y eso fue ayer? - pregunté.

- Fue en el transcurso de la madrugada - mirando al piso del auto.

Sinceramente para estas situaciones soy pésima para decir algo, tampoco fui diseñada para dar aliento, pero solamente le abracé y me limité a decir "lo siento amor".

- Tengo que llamarle a Alexander, para saber cuándo será el funeral o ver a sus padres - mientras se le cortaba la voz.

- Está bien - Tomé su celular que estaba tirado y se lo entregué en las manos.

Marcó rápidamente y abrió la puerta del auto, imagino para tomar aire.

Pasando unos minutos escuché un:

- Mañana a primera hora, tomo un avión para allá - poniendo una mano en el techo del auto.

Admito que mi corazón palpitó tan fuerte que pude sentirlo en mi cuello.

Se va a ir - pensé y cerré mis ojos.

Comencé a maquinar todo e imaginé que iría solo, porque yo no puedo dejar de ir al hospital y mis permisos estan limitados, recordando que aún tengo que hablar con mis padres de cuando ir a verlos y esas cosas.

Colgó y me miró.

- Tengo que volver a Suecia - dijo serio.

- Si está bien - cuando realmente no estaba bien.

- ¿Estás segura? - dijo

Embriagame en tu mirada [Bill Skarsgård]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora