36. Ésto somos

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Bill volvió de hacer llamada, caminando en dirección mía, mientras miraba su celular;

- Amor, voy a revisar unas cosas en control del hospital, vuelvo rápido - apretando mi mano derecha.

Yo me resumí en asentir.

- Oye, te tengo muy buenas noticias - soltó Aras.

- Dímelo todo.. - sonriendole.

- Pues, al parecer las hemorragias si se controlaron, solo esperar se desinflame tu hombro y tu rostro -

- Si, ¿que más? - esperando me dijera podía irme ya.

- Pues, podré dejarte ir, pero con unas condiciones.. Te daré incapacidad y yo hablaré con el Dr Carlson, prometo podrás volver como si nada - respondió Aras.

- ¿Reeeeeal? - dije.

- Si, solo necesito que me mandes tu dirección por mensaje, para ir a revisarte y darte de alta, porque te irás sin ella.. - susurrando.

- Pero, eso es imposible.. ¿no? - dije frunciendo el ceño.

- Si, es difícil, pero todo quedará entre nosotros, yo arreglo todo, para que vayas a descansar sin el ruido del hospital, lo hago por ti - sonriendo de lado.

- Eres un ángel, muchísimas gracias, prometo mandarte la dirección - me levanté de la camilla - iré a darme una ducha para quitarme este olor a sangre y pólvora - terminando.

Me ayudó a salir de la camilla, me indicó la dirección del baño y yo entré en él.

- Aras... Puedes avisarle a Bill que venga ya por mí.. ¿Por favor? - asomándome por la puerta del pequeño baño.

- Si hermosa, deja que vuelva y le aviso, para que tenga todo listo - cerrando la puerta.

Abrí las llaves del agua, poco a poco me desprendí de ese olor que me agobiaba, me recordaba la noche, el agua caliente me brindaba un cierto confort, que no sentía hace 2 días.

Mi piel ardía, dolía el roce de las gotas del agua, mi rostro estaba tan hinchado que sentía cómo el pulso se transmitía a mis pómulos y sin saber la razón, mil lágrimas brotaron de mí.

Mis piernas se doblaron y mi llanto no paraba, dolía recordar que casi perdía la vida, casi perdía a Bill y me salvé por una pequeña acción.

Alguien tocó la puerta.

- Amor, te espero afuera para ya irnos, wuuu - escuché a Bill.

Me apresuré y cerrando llaves, sentí un alivio gigante.

Tomé la toalla y sequé mi cuerpo rápidamente y me vestí con una simple bata, para abrir la puerta.

Ahí estaba Bill, con 2 maletas en sus brazos, sonriendo.

- Ven amor, rápido vámonos para que descanses - dándome la mano.

- Si, oye, pero necesito llamar a mis padres, ¿que sucedió con mi teléfono? - deteniendo el caminar de Bill.

- No te preocupes por eso, yo tengo tu teléfono, lo dejé cargando en el departamento, vámonos ya - soltó Bill.

Embriagame en tu mirada [Bill Skarsgård]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora