Capitulo 63.

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"No hay que buscar la causa.
En el amor no hay porqués,
no hay explicaciones,
no hay razones,
no hay soluciones..."
Anaïs Nin.

Nina.
Estaba en shock.
-Disculpe, ¿Cómo dice?.
-Nina, escucha a tu corazón, deja de pensar tanto, si tienes el presentimiento de que esta historia, es TU HISTORIA, síguela, ve tras el.
Hace menos de 10 minutos que Gastón estuvo aquí, búscalo, si lo amas lucha por el.
-Gracias.
Estaba confundida, no pude decir nada más, me di la cuenta y caminé hacia la salida, cuando estaba fuera del aeropuerto, reaccioné, no lo pensé y solo me enderecé y corrí lo más rápido que pude, tenía que estar en su apartamento, no me di cuenta y dejé caer el libro.

Gastón.
Estaba llegando a la parada para tomar un taxi y olvide que tenía que regresar al aeropuerto para preguntar sobre un boleto a Miami, quería viajar para allá en mi cumpleaños, así que regrese por donde vine, al llegar al aeropuerto me encontré con un libro en la entrada, era otro ejemplar de "Para siempre" y automáticamente pensé en Nina, el libro estaba firmado por el autor y el estaba aquí, hace un rato me comentó que ella había asistido a la conferencia.
Ella estuvo aquí.
Ella estuvo aquí hace unos instantes o quizá aún lo esté.
Entre corriendo a preguntarle a varias personas si por casualidad la habían visto, les mostré una foto que tenía en mi teléfono y todos me respondían negativamente, hasta que un oficial me dijo que la había visto salir hacia unos 15 minutos.
Creí que estaría en la para del bus, así que me dirigí hacia allá.

Nina.
Llegue sin aliento a su apartamento.
Corrí como nunca lo había hecho en mi vida.
Subí las escaleras y toque el timbre, esperé varios minutos y nada, no estaba.
Pero tenía que encontrarlo, quería verlo.
Mi mente empezó a recordar lugares que el solía visitar, salí y me dirigí al primer destino; el Jam&Roller.

Gastón.
No estaba en la parada.
Tenía que encontrarla, tengo que ir a los lugares que frecuenta.
Por instinto me dirigí a casa de su papá.
Toque el timbre y me abrió la puerta en cuestión de segundos, su expresión al verme fue de absoluta sorpresa.
-Gastón, que gusto, nunca me hubiera imaginado que eras tú.
-Hola Ricardo, ¿Por casualidad no está Nina por acá?
-No, me temo que no, no vino el día de hoy.
-¿Sabe donde puedo encontrarla?
-Quizá en la biblioteca, después de la facultad siempre va para allá.
-Gracias, un gusto volver a verlo
-Igualmente, hasta pronto.

A pesar de que la biblioteca era una de respuesta obvia, no me daba el presentimiento de que estuviera en ese lugar, era viernes.
Si, Nina siempre fue una chica nerd, pero si se daba un poco de espacio los viernes, quizá haya ido al Jam&Roller.

Nina.
Fui al Jam&Roller y me topé a mis amigos, hacía tiempo que no los veía, me hizo feliz mirarlos de nuevo, les expliqué que no tenía mucho tiempo y que necesitaba encontrar a Gastón, por sus caras supe que no había estado ahí, les día las gracias y les dije que quería verlos más seguido, como en los viejos tiempos.
Así que me dirigí al siguiente sito al que iría.
La casa de Matteo.
Toque a la puerta y tardo un poco, pero cuando abrió, automáticamente supe que no estaba Gastón, si estaban juntos no se despegaban nunca.
-Nina, ¿Qué haces acá?
-Matteo, ¿viste hoy a Gastón?
-No, lo veré hasta mañana, ¿Por qué?
-Necesito verlo, ¿Alguna idea de dónde puede estar? Ya he ido a su casa y al J&R y no he dado con el....
-Quizá en el lago, a veces iba a relajarse y pensar, pero con franqueza no lo sé.
-Gracias, hasta pronto.
-Nina, suerte...
-Gracias.

Gastón.
Fui a casa de Luna y tampoco estaba ahí.
-Luna, ¿segura que no sabes dónde puede estar?
-No hablé con ella hoy Gastón, no tengo idea donde ha estado o dónde está, pero busca en el parque, le gusta ir a caminar.
-Cierto, gracias Luna.
-De nada, mucha suerte.
-Hasta luego.

Ambos fueron a esos lugares sin éxito alguno.
Se estaban dando por vencidos, ya no sabían a dónde más ir.
Resignados ambos, sin saberlo se dirigieron al mismo lugar, iban a pasos lentos, con la cabeza baja y bastante decepcionados.
Estuvieron todo el día intentando encontrase el uno al otro y se iban a terminar encintando en el lugar más obvio y al mismo tiempo el más inesperado.

La otra cara de Saturno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora