Parte 38

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Diana

Entre al vestidor del las chicas, las dos mujeres sexys que estaban con Harry, ahora estaban en el vestidor secreteandose entre ellas, quiera ducharme pero decidí mejor sólo cambiarme de ropa ya que sentía las miradas pesadas de una de las chicas.

Me cambie lo más rápido que pude y me encamine a la salida, quería evitarme cualquier conflicto.

-¡Oye!.-grito una de las chicas y me gire hacía ellas.

-¿Me hablas a mi?.-pregunte confundida.

-¿Acaso hay alguien más aquí?.- hablo la chica que entrenaba con Noel.- ¿Cómo te llamas?.

-Diana.-respondí seca y me di la vuelta para seguir mi camino.

-¡Espera aún no terminó!.-grito y me gire de nuevo hacía ella.

-Yo soy Ivonne y sólo quiero aclararte una cosa, no me agradan las niñas con delirios de princesitas inocentes.- ¿cuál es el problema con esta chica?.- Y mucho menos las que se meten con lo que es mío.

-¿Tuyo?.-pregunte confundida.

-Styles.- una sonrisa sarcástica se dibujo en mis labios, me di vuelta y seguí mi camino hasta salir de los vestidores.

Ivonne fue tras de mi, me tomo del brazo y me giró con fuerza hacía ella.

-¡TE DIJE QUE AÚN NO TERMINÓ!.- grito llamando la atención de todos ahí.- ¡No quiero verte por aquí de nuevo me entiendes, no se de donde lo conozcas pero Styles es mío ahora!.

Dios, no iba a dejar intimidados por está zorra. Así que la mire a los ojos retantes.

-Sabes... eso ya lo había escuchado antes.- mi voz era sería y ella me miró confundida.- ¿Quieres saber que pasó con la última chica que me dijo eso?.-pase uno de mis dedos por mi cuello, dando entender que había muerto, obviamente eso no era verdad, Cameron no murió y por el contrario puedo decir que gracias a ella Harry pudo salvarme.

Los chicos ahí hicieron bulla a mi acción.

-¡¿Cómo te atreves a amenazarme?!.-hablo indignada.- ¡No sabes con quien te estás metiendo!

-Y tu tampoco así que mejor cállate, ¿nos vamos?.-Harry salió de los vestidores.

Ivonne miró a Harry con gran indignación y después me miró a mi fulmimamte. Una sonrisa triunfante se dibujo en mis labios, si las miradas mataran, Ivonne quizás ya me hubiese matado.

Salí del gimnasio con Harry y caminamos hasta donde tenía estacionado su auto. Sinceramente yo no podía borrar la sonrisa de satisfacción por haber puesto a esa chica en su lugar y en parte con que Harry de cierto modo se puso de mi lado. 

Subimos al auto y lo echó a andar, fue entonces que caí en razón, iba en el auto de Harry, con Harry a desayunar... ¿cómo era esto posible?.

-Puedo preguntar ¿que hacías en ese lugar?.- su voz me saco de mis pensamientos.

-Tomó clases de box.-respondí.- fue el más cercano que encontré.- me encogí de hombros.- ¿Y tú... desde cuando boxeas?.-pregunte curiosa.

-Si fueras cualquier otra chica no tendría porque responderte eso.- me miró unos segundos y yo le sonreí ligeramente y alce una ceja, él dibujo una sonrisa en sus labios.- El gimnasio es mío, lo compre hace un año.- dijo.

-¿Enserio?.-pregunte sorprendida y él asintió con la cabeza.

-Las personas que estaban ahí, trabajan para mi, ahí "entrenan".- sonrió.

-¿También Noel?.- el sintió.- ¿Y las chicas sexys?.-  soltó una ligera carcajada.

-Si, ellas también, estan bajo el mando de Cameron.

-Ya veo...

Era extraño, Harry y yo hablábamos como si el pasado no existiera, como si fuéramos viejos amigos que se reencuentran después de mucho tiempo.

Llegamos hasta una cocina de comida casera, supongo que era un buen lugar y no había demasiada gente lo cual agradecía. Entramos ahí y nos sentamos en una mesa, una chica tomo nuestra orden y nos ofreció café mientras esperábamos por el desayuno.

El silencio se había impuesto entre nosotros, había tanto que quería preguntarle sin embargo las palabras no salían de mi boca.

-¿Cómo van las cosas en Nueva York?.-hablo Harry

-Relativamente bien.- dije en tono suave.- es... diferente.

-Louis se tituló como doctor ¿no es así?.-Yo lo mire algo confundida, ¿cómo es que él lo sabe?.- Zayn y Niall me dijeron.- pareció que leyó mis pensamientos.

-Si.-sonreí tímida.- hace un par de semanas fue su ceremonia de graduación.

-Me da gusto por él.-sonrió.

-Dehecho esa misma noche él y Trina se comprometieron.- Harry abrió los ojos en señal de sorpresa.

-¿Enserio? Creí que no les gustaban las formalidades...-hablo confundido.

-Eso mismo pensé, pero se aman demasiado.-suspire.- son adorables y muy felices...

-¿Y tú?, ¿eres feliz con Peter?.- ahora la sorprendida era yo, al parecer Harry ha estado más al pendiente de mí de lo que imaginé.

-E-Estamos bien.- sonreí tímida.

-Me hace feliz saber que estas bien.- respondió, sinceramente no se que esperaba que me dijera, pero ¿por qué me siento mal por su respuesta?

Nos quedamos en silencio un rato, la mesera llegó con nuestra comida y empezamos a desayunar, hablábamos sobre cómo fue que se adueñó del gimnasio y de lo emocionante que era el practicar ese deporte. Cuando terminamos de desayunar Harry pago la cuenta y salimos del lugar.

-S-Supongo que debo ir a casa, necesito una ducha urgente.- mi voz salía más nerviosa de lo normal y aunque se que debo irme realmente no quiero hacerlo.

-Aún es temprano.- habló Harry.- Podemos ir a mi departamento y si quieres puedes ducharte allá.- su voz era algo tímida.

Después de un debate interno sobre aceptar o no, al final accedí. Quizás pueda arrepentirme de esto después pero por ahora es algo que quiero hacer. Abrió la puerta del copiloto y subí al auto, él lo rodeo por enfrente y entró en él echando a andar el motor.

Harry condujo por varios minutos, llegamos a una zona en la cual nunca había estado antes, era una especie de fraccionamiento habitacional muy agradable. Se detuvo frente a un moderno edificio de cinco pisos.

-Llegamos.- sonrió y yo le correspondí.

Bajo de su auto primero para abrirme la puerta y que pudiera bajar yo. Entramos al edificio, era realmente moderno y elegante. Entramos al elevador y subimos hasta el último piso. Cuando las puertas se abrieron un pasillo corto adornado con algunas luces apareció frente a nosotros, al final de este había una puerta negra con unos números en dorado "2-5".

Salimos del elevador y caminamos hasta llegar a la puerta, Harry saco una pequeña llave dorada y la abrió. Mis ojos se abrieron sorprendidos al ver la inmensidad del lugar, entre a pasos tímidos y mire discretamente al rededor, las paredes eran de un gris oscuro y había un enorme ventanal cubierto por unas cortinas blancas, la sala era negra de piel y tenia una mesa de centro de cristal, era realmente hermoso y moderno, y definitivamente mucho más grande que los antiguos departamentos en los que vivimos.

-E-Es muy hermoso.- me gire hacía a Harry quien estaba recargado en la puerta.

-Eres la primer persona que viene aquí.- su voz era ronca pero suave y no pude evitar sonrojarme.- Ven, te diré donde está el baño.- yo asentí tímida.

Seguí a Harry hasta llegar a una enorme habitación, tenía al igual que la sala una enorme ventana pero con cortinas azul marino, la cama era demasiado grande con un edredón del mismo color que las cortinas.

-Este es el baño.- abrió la puerta al fondo de la habitación.- Hay toallas limpias adentro.

-Gracias.- sonreí tímida, Harry asintió con la cabeza y salió de la habitación.

GANSTER- Segunda Temporada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora