°• FINAL •°

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Diana

Estaba sentada con Louis en la azotea del hospital, en silencio, admirando el bello atardecer en la ciudad de San Francisco.

-¿Crees que nuestros padres estarían orgullosos de nosotros?.-pregunto Louis.

Un poco de nostalgia me invadió al traer el recuerdo de mis padres a mi mente. Solté un suspiro lleno de pesadez y mire a mi hermano.

-Quizás no...- respondí.

-Eso imaginé...- soltó un suspiro.

-Alomejor... ellos hubiesen querido que te casaras con la mejor doctora de Washington y que juntos construyeran el mejor hospital del mundo...-sonreí y él soltó una ligera carcajada.

-Y quizás ellos hubiesen querido que tú te casaras con un abogado prestigioso y reconocido respetuoso dd la ley y que trabajará en la casa Blanca...- sonrió.- o quizás te hubiesen mandado a un convento de monjas para que nunca estuvieras con un hombre.- dijo en todo divertido y no pude evitar reír.

-Creo que... definitivamente no estarían orgullosos.- respondí de igual forma.

-Pero sabes algo...

-¿Qué?

-Yo si me siento orgulloso de ti.- me miró con una tierna sonrisa.

-¿Enserio?.-pregunte conmovida.

-Dehecho demasiado orgulloso enana.- tomo mi mano.- No he conocido mujer más fuerte y noble que tú... me perdonaste cuando descubriste que trabajaba para Harry cualquier otra quizás me hubiese abandonado por siempre... y por todo lo que pasaste...-suspiro.- te admiro tanto, supiste salir adelante y nunca te dejaste vencer y eso enana no cualquiera lo hace.- sonrió.

-Yo también me siento muy orgullosa de ti, Louis no imaginas en verdad cuanto te admiro y te agradezco todo lo que hiciste por mi.- sonreí.- dejaste la Universidad mucho tiempo sólo por cuidar de mi... arriesgaste todo por mi... y supiste salir adelante... mirate ahora eres doctor, estas casado con una mujer que te adora y bueno o malo... Haz logrado todo lo que te propones... y además eres una persona maravillosa y te amo por eso.

-Yo te amo más.- apretó mi mano.- que sería de mi vida sin ti enana.- sonrió.- Y bueno al final creo que te casaste con una buena persona...

Lo mire y sonreí tímida, me quedé en silencio un par de segundos y respondí.

-Me casé con un GANSTER...-sonreí.

Y como en el comenzó aquí estábamos mi hermano y yo, con las manos entrelazadas... Pero a diferencia de la vez pasada, ahora ambos miramos hacía enfrente decididos a seguir luchando, porque así es nuestra vida ahora. Porque somos GANSTERS.

FIN.

GANSTER- Segunda Temporada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora