Parte 12

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Diana

El calor de su cuerpo estremeció mi alma, no quería que se alejara de mí, no de nuevo. Harry ofreció pagarle al encargado de la tienda por sus atenciones, pero el hombre se negó. Agradecidos salimos del lugar y entramos a su auto y lo echó a andar.

-¿Qué sucedió?.-su voz sería y ronca eran intimidantes.

-T-Tome un taxi y... el sujeto i-intento...-no pude seguir y las lágrimas comenzaron a salir, pude notar que Harry se había tensado y todo su cuerpo emitía rabia.

-¿A dónde pretendía ir tan noche? Y ¿Por qué estabas sola?.-pregunto molestó.

Fue entonces cuando recordé mi patético plan de ir a buscarlo y lo que pretendía que pasará, algo de vergüenza se apoderó de mi rostro provocando que mis mejillas se sonrojaran ligeramente.

-¡Diana!.-su fuerte voz me saco de mis pensamientos.-¡¿Por qué estabas sola?!.

-N-No había nadie en casa... yo sólo...

-¿Dónde estaba Louis y el imbécil ese?.-sabía que se refería a Peter.

-Louis salió con Trina... él no sabe que me quedé sola.- mi voz era pausada.- Y Peter... tuvo que... salir.-un suspiro lleno de pesadez se escapó de mi.

Harry estaba molesto, lo se por la forma en que sus manos aprietan el volante y por que si respiración se ha profundizado.

-¡Así tenga que subirme a todos los malditos taxis de esta ciudad voy a encontrar al hijo de perra que te hizo daño!.- su ronca voz podía hacer que cualquiera se estremeciera.

-H-Harry...-susurre.-Llevame lejos...

Me dio una mirada rápida, sus facciones parecieron relajarse un poco, no dijo nada sólo se limitó a conducir. Estaba agotada, recargue mi cabeza en la ventana del auto y me quedé dormida.

(...)

El ligero rose de una caricia hizo que despertara, ojos esmeralda me veían fijamente.

-Llegamos...-susurro.

Mire hacía enfrente y de inmediato reconocí el lugar, estábamos en el mismo pequeño y lindo motel en el que me entregué a Harry la primera vez, una sonrisa boba se dibujo en mis labios al recordar aquel momento.

Bajamos del auto y entramos a la habitación, al parecer Harry la pago mientras dormía.

-¿Lo notaste?.-pregunto curioso.

-¿Preguntas si note que estamos en la misma habitación de aquella vez?.-cuando dije eso una dulce sonrisa se dibujo en sus labios, esa sonrisa que me encantaba.

-Limpiare los golpes...-Harry miraba los rasguños y algunos moratones.

Me senté en la cama, me quite quite la chaqueta y la playera rasgada quedando en sostén, no me sentía incómoda Harry me había visto así tantas veces que ni siquiera pensé en el que pudiera decir. Mire a Harry desfajarse su arma de la parte trasera de sus pantalones y la puso sobre la cómoda, la había visto tantas veces que realmente ya no me afectaba, sacó saco un poco de alcohol y algodón de un botiquín de primeros auxilios. Cuidadosamente comenzó a limpiar los rasguños, ardía pero era soportable.

Cuando terminó sólo se veían pequeñas marcas, que eran un recordatorio de lo terriblemente perversas que podían ser las personas. Me puse de nuevo mi chaqueta y la abroche.

-H-Harry...-él me miró a los ojos.- ¿me abrazas una vez más?.- dije tímida.

Él me miró confundido sin embargo no lo pensó y me envolvió con sus brazos, su aroma varonil invadió mi respiración, podía sentir el fuerte latir de su corazón y estoy segura que él puede sentir el mío. La calides de su cuerpo me estremeció, no quería que me soltara nunca más, me sentía completa.

GANSTER- Segunda Temporada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora