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Aun estando junto a Tomas, que era lo que había estado esperando toda la noche, no era capaz de formular palabras hacia el.

Jane se había dado cuenta. Ella me miraba preocupada mientras yo mordisqueaba la tapa de un lápiz tinta pero fingía que no me daba cuenta. ¿Porque? Simple. Es la primera vez que me comporto así por un chico y es la primera vez que un chico me hace todo esto.

Pasar la noche pensándolo no era de mis fuertes. Y esto que estoy padeciendo no es mas que una molestia.

El profesor dejo de hablar, había colocado cosas que copiar del pizarron. Pero me urgía salir del aula, necesitaba alejarme de Tomas porque realmente no me hacia bien.

Tomas meneaba los pies bajo la mesa, parecía feliz por su comportamiento inusual para mi, y su sonrisa resplandeciente que asonaba de sus labios. Tenia la mirada brillante, y de vez en cuando sus ojos recorrían la sala hasta llegar a Claudia.

Me sentía una extraña, incluso mas desconocida de lo que fui el primer día de clases con el.

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Cuando llegue a la cafetería para el desayuno jane ya me esperaba en nuestra mesa.

Pase junto la morena del otro día, la que había tratado mal y lo demás. Ella me quedo mirando, casi como si estuviera preparada para que la insultara.
Pero no quería hacerlo.
Seguí hasta quedar tras ella, y la morena se volteo a verme sorprendida. Me pillo cabizbaja y se corrió a contárselo a sus amigas.

¿Es tan raro que no trate mal a la gente?

Llegue a la señora que atendía. Ella me miraba con odio.

¿Cuanta gente mas me odiara?

Creo que en momentos tristes, son en los que uno puede observar mas allá de si nariz. Nos ponemos mas sensibles, y escuchamos cada palabra u observamos cada mirada, y es ahí cuando nos pesa.

Pedí lo que quería y me lo lanzó a mi bandeja.

Cuando llegue a la mesa con jane ella espero a que me sentara y hablo:

-¿Que mierda te pasa a ti?

Sus palabras no me causaron nada.

-¡Responde!

-¡Nada!

Jane rió. Inhalo una bocanada de aire y puso sus manos en forma de jarrón.

-¿Te acostaste con el?

Su pregunta me aturdió, e incluso me avergonzó.

-No te hagas Sam, ¿te acostaste con Tomas?

-¡Claro que no! -dije casi sonriendo por la vergüenza, pero a la vez me sentía vacía.

Jane dio una probada a su almuerzo, puso cara de asco y apartó la bandeja.

-¿Y que estas esperando? -me pregunto.

-De que hablas. ¿Acaso quieres que llegue y me monte sobre el?

Ella sonrió burlándose de mi, pero en el fondo sabia lo que estaba sintiendo.

-Estas mal, ¿sabes? Ese chico no hace mas que tratarte mal, a ti, a quien nadie había tratado así. ¿Y que haces? En vez de alejarte intentas acercarte mas e incluso te pones mal cuando llega con Claudia.

Eres mi desafío - TERMINADO ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora