Soy una perra. Una que no le importa nadie y de pronto sin darme cuenta, llega un chico a acabar con esa rutina.
Me enamoré de él y él odia las chicas como yo. Pero, ¿realmente crees que esa es la historia?
Mi historia es más que eso.
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...
Han pasado algunos días desde que desperté. El dolor en mi cabeza persiste y apenas puedo dormir, aunque la verdad no me molesta. Tomas me ha estado acompañando cada noche y me ha puesto al día con un par de cosas.
-¿Como esta Jane? -Pregunte. Para mi no ha sido tanto, pero para ella han sido dos años. La ultima vez que nos vimos me abandono en medio de un bucherio inmenso, quizás en un momento se arrepentio de eso.
-No quieres saberlo, Sam. -Susurro Tomas, con aire de nostalgia.
-Si quiero, ¿le paso algo?
-No mucho, pero desde que paso tu accidente ella se acercó a un chico.
-Espera, antes de seguir con eso quiero preguntarte otra cosa.
-Dime -se acomodo en la silla acercándose mas a mi. Su aliento llego a mi mejilla y me sentí extremadamente atraída por él.
-¿Alguna vez preguntó por mi?
Tomas enmudeció como si de repente le hubiesen cocido los labios. Sentí su incomodidad. Entonces no tuvo que decir nada.
-¿Ella no lo hizo verdad? -Yo ni siquiera preguntaba, era un hecho-. Ella no vino a verme siquiera una vez..
Quise sentirme triste pero era esperable de alguien como ella. Años de amistad, la conocía como la palma de mi mano.
Tomas asintió.
Ni siquiera me desgaste preguntando lo mismo por mi madre. Si ella no ha aparecido desde que desperté, es obvio que cuando estaba como vegetal jamas vino.
Pero..
-¿Tomas? -Él levanto la cabeza atento. ¡Dios que mono es! -¿Quien ha pagado todo este tiempo por mi hospitalización aquí?
No dijo nada. El silencio era su mayor amiga.
-No me digas que tu..
-No -me interrumpió-. No he sido yo.
Las dudas me inundaron.
-¿Entonces quien ha sido?
Tomas mordió su labio inferior y apretó sus nudillos. Entonces me prepare psicológicamente para lo que oiría.
Para cuando lo dijo, yo ya lo había asimilado.
-Tu madre.
Ni siquiera sonreí.
-Yo se porque lo hizo -aseguré sin titubear. Me quede mirando la pared blanca frente a mi, aun no podía moverme con facilidad pero al menos se me hacia un poco mas fácil que días anteriores. -Ella lo pago para no tener que hacerse cargo de mi. No quería quedar con la culpa que me dejo morir, así que hizo lo que mas le dejaba limpia la conciencia.
Cuando termine de decirlo sonreí.
-No pude detenerla -Dijo Tomas.
-Detener a quien
-Tu madre se fue de viaje luego de pagar tres años de hospitalización por adelantado. Se fue con un chico bastante joven.. Y por mas que le pedí que al menos te viera antes de irse, ella se negó.
Otra chica en mi situación se desarmaría llorando, la crueldad de una madre hacia un hijo es lo peor del mundo. Puede golpearte, pero no dolerá tanto como que ni siquiera te acepte como una hija.
-Perdón Sam, yo no debí decirte..
-Descuida. -Intente levantar una mano, lo hice con todas mis fuerzas pero era poco lo que pude. Entonces la arrastre hasta la rodilla de Tomas que estaba junto a la cama, y la coloque sobre ella. -Has hecho lo correcto.
Tomas dejo de estar tenso. De seguro le dolía mas a el que a mi lo que esa señora habia hecho.
-Entonces... ¿Con quien esta Jane? -Pregunte ansiosa.
Grave error.
-Richard. -Soltó él. -Jane se hizo novia de Richard.
Sentí presión en el pecho y los recuerdos del abuso de parte de él me cegaron. La golpiza en el estomago, sus manos en mi cuerpo, como azoto mi cabeza con la muralla por negarme a dejarlo subir por mi falda.
-No... -Me encontré llorando, dolida-. Porque él...
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