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Tomas

No me había dado cuenta de lo que habían hecho con Sam.
Había recibido una llamada para retirarme temprano de clases, por lo que me fui a la inspectoria con el fin de dejar un aviso. No paso mucho rato para sentir un coro de voces, al intentar acercarme me di cuenta a quien le decían esas cosas, y al pensar recién en defenderla, Sam se adelanto y salio corriendo del comedor hacia el pasillo.

No pude seguirla. Y en vez de ello, entre al comedor tomando del cuello al primer chico que se me cruzo por mi camino. Muchos intentaron sacar mis manos de su pescuezo, pero la rabia que tenia impedía tener algún pensamiento razonable fuera de matarlo.

-¡Joven! -Escuche a mis espaldas-. ¡Suelte a ese chico! -Gritaba desesperado el hombre, quien debía estar en los momentos que trataron mal a Sam. Detrás de mi, el director del colegio me gritaba mientras yo ahorcaba al sujeto- ¡Sueltalo!

Ve por ella -pensé.

Solté al chico, salí corriendo de allí y me fui en la misma dirección que momentos antes Sam huyó.

Vuelta tras vuelta, pasillos y mas pasillos llenos de personas conversando en el receso de clases. Se me hacia imposible encontrar a Sam..

-¡Sam! -grité, colocando mis manos al rededor de la comisura de mis labios-. ¡Sam! -Seguí gritando mientras caminaba, ignorando miradas asesinas de los alumnos.

Sam.. -Grite en mi mente, cuando mi voz no dio mas.

Me sentí estúpido.

Sentí vibración en el bolsillo del pantalón, saque el celular viendo que tenia un mensaje nuevo. Me pedían que llegara pronto a casa..
Pero tenia que encontrar pronto a Sam, debía hacerlo, necesitaba saber que estaba bien.

Cabizbaja llegue a la inspectoria y avise de mi salida. Acongojado y sin ánimos camine en dirección a mi casa. Hacia frío. Me cubrí la cabeza con el gorro del cortaviento con rabia, lo único que quería era volver rápidamente con Sam, hasta que, a lo lejos sobre un puente, vi una silueta de pie con obvias intenciones de saltar.

Me quede sorprendido al ver que la persona con esas intenciones de aquello, era Sam.

Sentí miedo.

Miedo de verla acabar con su vida porque unos hijos de puta la querían ver así, destruida.

Corrí a su alcance, temiendo verla caer en cualquier momento, sabiendo que me sentiría culpable el resto de mi vida.
Entonces llegue hasta ella, queriendo envolverla con mis brazos y protegerla para siempre.

Evitar que nuevamente actuara sin pensar.

Note que tenia los ojos cerrados, quizás pensando e imaginando que seria y pasaría con ella luego de saltar.

Para no asustarla y cayera accidentalmente, coloque suavemente mi mano en su hombro para sacarla del trance..
Y al ver sus ojos abiertos, le susurré:

-¿No pensaras en saltar, o si?

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El momento narrado por Tomas. El jamas estaría ausente para Sam *-* esto se pone cada vez mas tierno 💕

Eres mi desafío - TERMINADO ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora