Dedicado a él. Quien lee cada capítulo para darme su opinión e ideas para fortalecerme. Y a quien agradezco profundamente por darse aquel tiempo para apoyarme en lo que tanto me gusta.
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.En el camino todo había sido silencio. Tomas manejaba en medio de la oscuridad del camino como si lo conociera a la perfección, eso me hacia pensar que jamas le había preguntado como sabia donde vivía. Aquel día cuando fue hasta mi casa a visitarme, todo había pasado tan rápido que lo ultimo que podía llegar a mi cabeza era eso.
Quería preguntarle, pero temía que otro grito de su parte me hiciera callar igual que antes. Temía que siguiera odiandome, e igualmente seguir demostrando lo inoportuna y estúpida que era... En aquella chica egocéntrica que me había convertido, y en el fondo estaba totalmente arrepentida.
Lo único que podía observar desde el asiento trasero era el pálido cuello de Tomas, sus hombros anchos, sus brazos fuertes, y aquella estampa de chico simple pero correcto.
Me sentía desastrosa, nuevamente humillada, pero sobretodo arrepentida.
-Tomas... -susurré. Mis labios temblaban con cada letra, sentía que mi piel se erizaba y mi corazón se contraía.
El seguía en silencio. Un silencio que mas que incómodo, era eternamente doloroso.
-Lo lamento... -baje la mirada hasta ver mis manos aferradas a la falda. No me había dado cuenta desde hace cuanto tenía los dedos y uñas incrustados en mí, pero sabían que la borrachera había anulado tanto eso, como la vergüenza.
-Ok.
Es lo único que logre escuchar.
Eso había sido mas descortes quw quedarse en silencio. ¡Que cretino! Sin pensarlo dos veces me lance sobre el asiento del copiloto llegando hasta los botones del auto, Tomas grito pero lo ignore, saque el seguro del auto intentando hacerme hacia atras apoyándome del siento del copiloto y regresar a donde había estado antes. Entonces tratando de controlar mis acciones sin entorpecer mi huida, abrir puerta aun con el auto en movimiento, sin pensarlo dos veces me lance abajo, pero había alcanzado ver los ojos de Tomas antes de hacerlo.
Caí de golpe al cemento, recibiendo varios golpes mientras rodaba hasta quedar de bruces, empolvada y sobretodo adolorida.
Escuche un frenazo potente que me provoco un pito en los oidos. Tenia tanto dolor en el cuerpo que apenas siquiera podía pestañar, supuse que Tomas debería estar furioso por lo que había hecho pero la verdad es que no me arrepentía.
¿Para que lo había hecho?
¿Tenia que haber una razón?
-¡Samantha! -escuche de repente-. ¡Pero que mierda!
Su voz se sentía cerca, pero casi en un susurro.
-Te llevare a una clínica... Llamare a tu madre.
Trate de oponerme, pero el dolor impidió decir palabra alguna. Me había golpeado de la punta de los pies, hasta la mismísima nuca.
-Vamos.. -escuche que decía Tomas mientras empezaba a cargarme.
-Eres... -Tomas quedó quieto al escucharme y acerco su oído a mis labios-. Eres un pésimo enfermero...
Tomas sonrió, me tenia aferrada entre sus brazos con una delicadeza increíble. Con una mano me sujetaba mientras con la otra, a mitad de la noche y bajo billones de estrellas comenzaba a acariciarme el rostro. Me quedo mirando, pude ver aquellos ojos perfectamente azules, llenos de vida y extrañamente llamativos. Observo cada parte de mi rostro y yo el suyo, en sus brazos me sentía protegida, en sus brazos y cerca de el podía ser como yo era.
Necesito volver a ser como en realidad soy.
El frío no se hacia notar. Me había aferrado nuevamente con ambas manos y había quitado de mi sus ojos para ir al auto nuevamente. Para mi sorpresa me coloco suavemente sobre el asiento del copiloto, me coloco el cinturón y cerro la puerta.
Rodeo el auto, me sentía nerviosa, el dolor había pasado al segundo plano en el momento que nuestros ojos habian hablado alla afuera.Cuando subió al auto lo hizo sonriendo. Espere a que lo encendiera, pero nunca lo hizo. Al contrario, no tenía intención de hacerlo.
-¿Como te sientes? -su preocupación me sorprendió.
Tomas se había vuelto hacia mi y, por si fuera poco, sus manos buscaban las mías lentamente.
-Estoy bien -no mentía. El golpe había sido duro, pero había pasado por cosas peores. Saltar de un auto en movimiento no era para tanto.
-Entiendo... -susurró él.
El auto apagado, las luces apagadas, el cielo apagado con estrellas iluminando, el camino sin casas ni personas. Sólo nosotros, en aquel momento que había estado esperando por mucho tiempo.
Aunque no exactamente así, habría apartado eso de estar medianamente borracha y haber saltado del auto.
Porfin rompió el silencio:
-Yo te odio... -Si, lo sé. No hace falta repetirlo Tomas-. ¿Pero es extraño sabes?
Tomas miraba al vacío mientras sonreía como un niño.
-¿Que es extraño... ?
Finalmente me miro a los ojos. Había algo allí, algo que era difícil de descifrar.
-Que por mas que te odio no puedo estar lejos de ti.
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Eres mi desafío - TERMINADO ✔
Teen FictionSoy una perra. Una que no le importa nadie y de pronto sin darme cuenta, llega un chico a acabar con esa rutina. Me enamoré de él y él odia las chicas como yo. Pero, ¿realmente crees que esa es la historia? Mi historia es más que eso. Rankings ✔ ...