Advertencia: Este capítulo será uno de los mas fuertes de la novela
¡Disfruten!
–No sabes el tiempo que espere esto
Dijo Richard, parado frente a mi. Dentro era un lugar amplio, de tierra, con paredes de madera viejas y mohosas. Había humedad por todos lados, el olor era horrible, pero no más que lo que Richard tenía planeado para mi.
–¡Estás demente, maldito hijo de puta! –grité, muerta de miedo.
–Chiquita, siempre me imagine el momento en que te haría mía, pero tu te hiciste la santa y te negaste. Tuve que obligarte. Tu me incitaste a hacerlo.
–¡Yo no te obligue a nada! –Pero Richard, aun con mis gritos, tenía una sonrisa digna de película de terror–. ¡Si te digo que te alejas, te alejas! ¡No puedes obligarme a acostarme contigo! Y si tu piensas que fui yo la que te provoco pensar que quería eso, ¡pues lamento decirte que estas completamente jodido! ¡Eres un maldito loco! ¡Desquiciado malparido!
El golpe fue bruto.
Caí de lado a la tierra golpeando mi cabeza duramente. El puñetazo me había llegado en la mejilla izquierda y fui incapaz de esquivarlo o evitarlo.
–¡Que te calles, zorra! –vociferó–. ¡Te mereces todo lo que ha pasado!, y no es que puedas evitarlo.
Se arrodilló, colocando sus piernas a ambos lados de mi cadera. Pude ver de reojo como me observaba el cuerpo con deseo, me daban náuseas el solo hecho de imaginarme que cosas pasaban por su mente en estos momentos.
–Suplica.
Arrugue la frente mordiéndome la mejilla por dentro.
–¡Suplícame mierda! –gritó, dándome un golpe en el brazo.
Dudé unos segundos y susurré:
–Por favor...
–¡Mas fuerte! –aulló, agarrando mi cuello con una mano.
–¡Por favor, Richard! ¡Por favor déjame ir!
–No. No digas eso
Lo miré fijo, y entendí lo que quería.
–Tienes que rogar que te folle, zorra asquerosa.
Quería llorar. Apreté la mandíbula, intenté respirar mientras él presionaba fuertemente mi garganta y continué:
–Por favor... Richard...
Dilo –me decía a mí misma– dilo o será peor
–Por favor... Fóllame.
–Buena chica. –Dijo, y todo empezó.
Saco su mano de mi cuello, llevándola a su playera mientras reía como un demente. Se la sacó, quedando con el torso desnudo, para luego ponerse de pie y sacarse los pantalones. Intenté levantarme y salir corriendo, pero Richard fue mas rápido y me detuvo tomándome del pelo, llevándome de vuelta al mismo lugar, lanzándome al piso y golpeando mi estómago para que no lo volviera a intentar.
Cuando estuvo en boxers, se acostó sobre mi nuevamente. Comenzó a tocarme el cuerpo sin vergüenza alguna, dejándome marcas en cada recorrido ya que era rudo, quizás, simplemente para dejarme claro que él tenía el control.
Cuando quedé desnuda bajo él, bajó su bóxer y pegó su miembro a mis partes. Chupó uno de mis senos, sonriéndome ampliamente mientras me veía llorar desconsoladamente, con sangre en el rostro y moretones en el cuerpo.
Al parecer, verme así lo excitaba más.
Entonces me penetró sin consuelo, haciéndome gritar de dolor. Agarrándome del cuello, se veía como gozaba mientras me violaba y me ponía roja por la asfixia.
Las lágrimas salían solas, la boca me sabía a metal por la sangre. Lo único que quería era morirme, lo único que quería era desaparecer.
Cuando comenzó el abuso yo lo denuncié, pero jamás lo detuvieron o algo parecido. Jamás hubo justicia, y como no hubo nada que me protegiera, termine siendo violada por el mismo hijo de puta.
Escuchaba sus quejidos, los que hacían eco en mis oídos provocándome náuseas. Quería sacarlo de encima pero no podía, estaba débil, herida física y psicológicamente, no me quedan ganas de seguir, de vivir. Y eso es lo que al final acaba con una.
Estaba, literalmente tirada en el suelo con los brazos y piernas inertes, sin vida, mirando quizás a la nada con un gran peso encima, sintiendo dolor por todos lados.
Un quejido se escuchó y Richard se levantó rápidamente para agarrarme del pelo y ponerme de rodillas. Coloco su miembro frente a mi rostro, tocándolo con sus manos de forma asquerosa. Tomo mi cabello con ambas manos y llevo su miembro a mi boca. Me ahogue de forma inmediata, recibiendo una cachetada a cambio.
–¡Chupa! –gritó.
Obedecí, sintiendo como la vida se me caía a los pies y se desintegraba al pasar los minutos.
¡Hazlo! –Me grite yo misma– ¡Hazlo y corre!
Con garganta cubierta por el miembro de Richard y la fuerza al mínimo, mordí lo más fuerte que pude el pene de ese hijo de puta. Un alarido se escuchó de su boca y jaló hacía atrás, pero yo lo tenía sujeto con los dientes. Cuando me golpeó la cabeza obligando a soltarlo, lo hice, pero no sin antes apretar sus testículos con las uñas.
Caí de espaldas, desorientada por el golpe en el cráneo, sacudí la cabeza dirigiendo entonces la vista hacia el chico tirado cerca de mí, gritando mientras se apretaba sus partes y se revolcaba en el suelo.
Me levanté tambaleando, intentando no caer mientras daba algunos pasos. Me dolía todo, sentía el cuerpo húmedo y asqueroso, pero eso no me detuvo.
Fui hasta la ropa de Richard, busque por todos lados mientras miraba de reojo si el chico seguía revolcándose. Por suerte encontré rápidamente las llaves del auto, llorando abrí la puerta de madera y salí corriendo de esa casa.
Se escuchó un grito del interior, supe que el Richard ya se había puesto de pie, y si no huía rápido las cosas se pondrían aun peor.
Llegue hasta el auto, meti las llaves las que se me revolvían en las palmas por el nerviosismo. Al abrir la puerta me metí adentro, viendo como el chico salía de la casa y corría hacia mí.
Prendí el auto cerrando la puerta con seguro, para cuando Richard llegó a mi lado ya era tarde. Hice partir el auto retrocediendo a todo dar. Hacía dos años no manejaba, pero lo recordaba bastante bien.
–¡Zorra de mierda!
Escuché a lo lejos, cuando ya había dado vuelta y me dirigía a la ciudad.
~*~
–¡Ayuda! –me escuché gritar a mi misma, en un eco interminable mientras sentía que caminaba dentro de un lugar.
El ambiente era frío, el olor un poco especial, pero sabía que estaría bien allí.
Sentí gritos y alaridos, llamadas de emergencia y para cuando supe que me había metido a un hospital, ya había caído al piso del lugar.
–Ayúdenme... por favor, ayúdenme...–susurré, sintiendo como me cargaban y me llevaban al fin, a un lugar seguro.
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¡Hola a todos! Las lecturas han bajado un poquito, ojala vuelvan a subir y alcancemos a llegar a las 1000 lecturas antes que termine.
¡Queda muy poco! Gracias por seguir aquí, los quiero mucho <3
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Eres mi desafío - TERMINADO ✔
Teen FictionSoy una perra. Una que no le importa nadie y de pronto sin darme cuenta, llega un chico a acabar con esa rutina. Me enamoré de él y él odia las chicas como yo. Pero, ¿realmente crees que esa es la historia? Mi historia es más que eso. Rankings ✔ ...