43

16 5 0
                                    

ADVERTENCIA: Capitulo de alto impacto

______________________________________

Había salido corriendo de aquel lugar echa un desastre. Nada a lo que me habría imaginado desde un principio.

Ni siquiera intente mirar atrás, Tomas no me seguiría luego de lo que le había dicho. Y ustedes se preguntarán: ¿cómo una depresiva puede saber tan bien que su novio atento, amoroso, y preocupado siente cosas por otra chica? Es complejo. Pero a lo largo de mi vida he conocido muchos hombres, lo que me ha dado ventaja para saber cuándo un hombre está enamorado y cuando simplemente cree estarlo.

Además, una relación esta constituida por dos personas, y si yo no quería ser parte de esto... Tomas simplemente debe aceptarlo.

El tiempo me dará la razón. Tomas hizo mucho por mí, es hora de tomar las riendas de mi vida.

Un sonido me detuvo. ¿Había sido...? Bajé mi mano hasta el bolsillo derecho donde allí guardado, esperaba mi celular.

Siempre lo traiga conmigo. Quizás por si algún día me animaba a revisarlo y saber que se ha dicho de mí. Pero jamás lo tenía con internet puesto, y si había recibido un mensaje era porque alguien lo había mandado con intenciones de que lo viera.

Mis manos temblorosas lo sacaron de allí y lo acercaron a mis ojos. El miedo me había vuelto a atacar, para cuando lo desbloquee aparecía una notificación lista para ser abierta.

-Vamos, tu puedes -me animaba a mi misma.

Apreté aceptar y la pantalla me mostro inmediatamente la bandeja de mensajes de texto que esperaban por ser abiertos.

El ultimo mandado, era el que había sentido recién. Tomé aire y éste se abrió.

"Veo que has decidido dejar el nido, preciosa"

¿Será posible...?

Guarda la calma -me exigí-. Él no está aquí.

Pero, aunque mis plegarias porque mis deseos se cumplieras era obvio que ese chico, Richard, me estaba vigilando hacía ya mucho tiempo. Y me lo dejó claro cuando aún estaba en la clínica, ya que su mensaje de que me esperaría afuera me dejó claro en la situación que me encontraba.

Deje de lado la opción de irme con Tomas, ahora debía cuidarme sola.

¿Pero donde iba? El ultimo tiempo me he estado quedando con Tomas y fuera de allí no tenía donde ir. ¿Me había apresurado entonces para distanciarme de él?

No. Peor sería quedarme con el por conveniencia.

Empuñé las manos mirando a todos lados haber si notaba a alguien observándome, y entonces lo vi.

Frente a mí, del otro lado de la calle estaba de pie Richard con el móvil en la mano, sonriéndome de una forma siniestra que me erizaba la piel. Era día, pero eso no hacía la situación menos grave.

Me gritaba a mi misma que avanzara, que corriera con Tomas o con la policía. Que alertara a las personas que había un psicópata que posiblemente quería hacerme el peor daño posible. Alguien que también me había esperado por dos años.

Mi cuerpo no reaccionaba. Respirar se me hacía difícil al verlo tan cerca, el terror que me causaba era inexplicable. El cerebro me llevo a aquel día donde sus manos manoseaban mi cuerpo con intenciones perversas, sentí el pecho oprimido y quise llorar. Nadie en el mundo aparte de las propias víctimas, puede saber lo que se siente ser abusada; ser pasada a llevar te jode psicológicamente al punto que ni siquiera quieres mirarte al espejo. Es un asco repulsivo.

Eres mi desafío - TERMINADO ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora