Las notificaciones no paraban de llegar, sentía el pecho oprimido por la tristeza. Hace horas me habían despertado, pero la verdad era que quería seguir escuchándolos, porque quería saber cuantas personas era a las que le había causado tanto daño.
No le había respondido a Tomas, no tenia el valor. Me había pedido que no le tome importancia.. Algo así, ya no recuerdo.
El dormir no había hecho mas que recordarme que tan desgraciada es mi vida, reviviendo todas las escenas crudas que me habían sucedido últimamente.Un golpe en la puerta me saco de mis pensamientos. Tenia miedo de que fuera mi madre, quizás me dirigiría un par de palabras crueles para sentirse superior y luego se hiria feliz por haber cumplido su misión del día.
Baje de la cama y el golpe en la puerta volvió a escucharse. Sentí nervios en cada paso, hasta que la abrí.
Tras esta estaba ella, mi madre.
Por favor no... -pensé.
-Te vez del asco -me dijo.
Estuve a punto de cerrarle la puerta en la cara cuando detuvo mi acción poniendo su mano sobre la mía.
-Te buscan.
Los nervios volvieron a mi, sentí mis extremidades temblar igual que hace unas horas.
No quería ver a nadie.
-¿Quien? -pregunte aún sabiendo que ella no sabría quien era.
-Quizás el chico con el que te acostaste anoche. Que voy a saber yo Samantha, no soy tu sirvienta. Ve a atenderlo y te lo traes acá, no quiero verlo abajo. Si se va a robar algo mejor que sea de tu habitación.
Dicho eso, se largó.
Fui al baño próximo y me vi al espejo, si, aun me veía del asco, pero ahora no me importaba en lo absoluto. No había nada que pudiera rescatar para arreglarme, no tenia dignidad, ni orgullo, nada.
Baje las escaleras y abrí la puerta.
-Hola Sam
Sus palabras hicieron eco en mis oídos.
Tomas estaba frente a mi, con esa mirada tierna característica de el. Me observaba atento sin una pizca de asco, en vez de eso, podía notar una sonrisa la cual hacia que se le iluminara el rostro.
Entonces sin pensarlo dos veces me lance a el, embistiéndolo con un abrazo que me relajó. Sentí alivio en sus brazos, y mas calma sentí cuando note que me rodeaba la cintura con sus manos y me apretaba contra el. Cargaba su cabeza sobre la mía, y yo sobre su pecho, y en ese momento me di cuenta que hasta la persona mas inmunda, puede cambiar para bien.
Permanecimos unidos sin decir palabra alguna por varios minutos.
Me costo separarme de el para volver a mirar aquellos ojos azules que me hacían sentir que estaba frente al mar enorme y lleno de calma, del que no me querría ir jamas.
Una sonrisa se asomo de sus labios y lo invite a pasar, pedí que me siguiera cuando se detuvo en la sala. Llegamos a mi habitación y deje que entrara primero. Los nervios ya eran visibles, ya que me costaba incluso caminar, y esperaba que el no lo hubiese notado porque ya no quería pasar mas vergüenzas.
-Entonces...
Dije y el se volteo a verme luego de observar mi habitación.
-¿A que se debe el placer?
Me miro confundido y solté una risa.
-Que por que viniste...
-¡Ah! Emmm -parecía nervioso igual que yo-. Quería saber como estabas.
-Estoy bien -conteste, quizás demasiado cortante.
Tomas dio un paso atrás y choco contra un mueble, salto hacia adelante y me sonrió pidiéndome disculpas con la mirada.
-Sientate en mi cama si quieres -sugerí, esto era inquietante. Tenia Tomas en mi habitación, y ahora estaría en mi cama... Hace unos días habría estado orgullosa pues Tomas habría caído como lo había estado esperando. Pero ahora... Ahora no era así.
-Gracias -respondió mientras se sentada tímidamente en mi cama. Me acerque y me senté al frente con las piernas cruzadas.
Su mirada se desvío hacia mi almohada.
-¿Estuviste llorando? -Preguntó, y me maldeci por haberla dejado a la vista.
-No -dije mientras la dejaba tras mío rápidamente.
-Entiendo...
-Entonces, ¿solo viniste haber si estaba bien?
Tomas se rasco la cabeza quizás pensando otra respuesta.
-Quería ver si seguíamos la tarea que nos habían dejado.. Al menos así te distraerias de lo que te ha pasado.
No aguante la risa.
-Te agradezco tu esfuerzo.
-Sam, ¿pusiste la denuncia?
-Si -baje la vista, jamas en la vida quería pasar por eso de nuevo-. Costó pero se pudo.
- Te felicito.
-¿Porque?
- Debió haber sido difícil
La escena se revivió en mi mente.
- Lo fue -dije torciendo los labios intentando hacer parecer una sonrisa.
-Pero ahora estoy aquí -Susurro Tomas tomándome una de mis manos- te cuidaré.
.
.
.Ojala haya estado bueno el cap. Comentenle a mas amigos de esta novela y regalenme una estrella 💕
ESTÁS LEYENDO
Eres mi desafío - TERMINADO ✔
Novela JuvenilSoy una perra. Una que no le importa nadie y de pronto sin darme cuenta, llega un chico a acabar con esa rutina. Me enamoré de él y él odia las chicas como yo. Pero, ¿realmente crees que esa es la historia? Mi historia es más que eso. Rankings ✔ ...