Sola. Vacia. Sin vida.
Todo esta oscuro, un negro casi palpable a mi vista. No hay nada mas que soledad aquí, aun habiendo miles y miles igual que yo.
Escucho voces, susurros y gritos que me penetran en las sienes con la idea de volarme la cabeza.
Veo a alguien a mi lado, un hombre sentado en la nada con la cabeza enterrada entre las piernas. Llora tan intensamente que me causa escalofríos, entonces, de pronto se queda callado abruptamente dejandome helada. Levanta la cabeza mirándome con ojos tristes y sin vida, parece mayor.
-¿Tu tambien? -Pregunta el hombre.
Miro a ambos lados asegurándome que se dirige a mi. Entonces contesto con ansias de que al responder, deje de observarme con aquellos ojos que de a poco se vuelven mas oscuros.
-Yo.. -Siento mis manos sudar pero al mismo tiempo debo asegurarme de que, realmente las tengo-. No se donde estoy..
El hombre con aspecto demacrado comenzó a moverse, y luego de unos segundos empezó a temblar como si estuviese convulsionando. En medio de la desesperación me acerque a el entre gritos y me arrodille a su lado para intentar calmarlo. Su cuerpo comenzó a tranquilizarse de a poco, para luego salir desde su garganta una carcajada potente que me hizo caer de espaldas. Lo observe sustada.
-¿Se...señor? -Tartamudee mientras intentaba acercarme nuevamente a el.
De pronto su risa se congela, como si le hubiesen sacado las cuerdas vocales de golpe. Y como si me leyera la mente, hablo dirigiéndose a mi.
-Tu quieres saber que es este lugar.
No dude.
-Si, si por favor.
-Observa entonces -susurro sentadose quedando entonces a unos centímetros de mi, quien arrodillada, sentía todas mis extremidades sudadas por los nervios. Finalmente con tranquilidad señalo su cuello. -Observa.
Una parte de mi me gritaba que no lo hiciera, no obstante, la otra me pedia que mirara porque ahí sabría donde estaba y que tiene que ver el en todo esto.
Me acerque al hombre despacio, casi como si el en cualquier momento fuera a agredirme si algo de mi actitud no le gustaba.
Cuando noto donde me había indicado el hombre, veo que en su cuello hay una marca enorme, la piel parece raspada, y de a poco me.doy cuenta que su cuello parece deforme. Aparece entonces una cuerda amarrada en aquel lugar, asiendo gran presión. Me asusto y miro al hombre. Con un grito mudo caigo sobre mi espalda, arrastrándome hacia atrás con los brazos al ver que, el rostro del hombre se a vuelto horroroso.
Su rostro morado, con los labios hinchados, los ojos vueltos, sangre brotando de aquellos al igual que de su boca.Gritar es poco para lo que se escuchó desde mi garganta.
Y por si fuera poco el hombre me miraba, quizás esperando algo mas que sólo un gran espanto.
-¡Que mierda eres! -Le grite, cona voz temblorosa y mil lágrimas nublandome la vista.
Sus ojos incrustados en mi me torturaban.
-No es lo que soy, -susurró tranquilamente-, sino lo que hice.
No entendía. No sabia quien era el ni donde me encontraba ni porque me sentía tan mal.
-Y.. Que hiciste...
Se dejo caer en el piso, si es que existía uno en medio de aquel lugar.
Tomo una bocanada de aire y la exalo inmediatamente. Parecía ido. Nostálgico. Arrepentido.
-Me suicide.
Quede helada.
¿Se suicidó? ¿Era broma verdad?
Quede con la boca abierta, mire su cuello, la soga seguía allí. La sangre le bañaba el rostro, y a su alrededor se sentía la aproximación de millones y millones de personas... En las mismas condiciones.
-Ellos están muertos. -Dijo, indicando a su alrededor.
Caminaban sin rumbo, miraban de vez en cuando como si tratasen de adivinar que hacia yo allí... O, de que había muert...
-¿Estoy...?
-Si.
Su respuesta fue peor que una patada en las costillas.
-Igual que todos aquí, tu estas muerta.
Para ese momento ya estaba de pie. Agitada me agarre la cabeza para intentar llorar, pero las lágrimas no salían.
-Si las sientes son recuerdos. Las lágrimas son signo de dolor y aquí.. Aquí no puedes sentir nada mas que pesar.
Seguí agarramdome la cabeza con rabia. Necesitaba respuestas. Entonces algo humedo llego a mi mano, la saque con rapidez colocándomela frente a mis ojos.
Sangre.
Exasperada lleve mi mano a mi cabeza de nuevo para sentir, entonces sentí mi cabeza magullada y rota, la sangre me caía pero yo ni siquiera la había sentido.
Estaba desesperada, asombrada, horrorizada y con ganas de salir de aquel lugar cuanto antes.
Lo miré. El no parecía asombrado en lo absoluto por mi estado.
-Bienvenida. -Susurró finalmente el hombre.
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.Me he demorado pero el tiempo no alcanza. ¡Sam esta muerta! :c ya vendrá el siguiente cap ❤ acepto criticas y estrellitas ;)
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Eres mi desafío - TERMINADO ✔
Teen FictionSoy una perra. Una que no le importa nadie y de pronto sin darme cuenta, llega un chico a acabar con esa rutina. Me enamoré de él y él odia las chicas como yo. Pero, ¿realmente crees que esa es la historia? Mi historia es más que eso. Rankings ✔ ...